SOLOMILLO DE CERDO AL AROMA DE BRANDY Y TOMILLO

Me ha venido a la memoria, debido a que hace rato tecleo rápidamente en el ordenador, mis primeros movimientos de dedos en una máquina de escribir, negra, con las teclas redondas, en una habitación un tanto destartalada en un primer piso de la ya famosa Calle Larios malagueña. Contaba con quince años cuando terminado el Bachillerato, y muy a pesar de mis padres no quise seguir estudiando, ya que mi ilusión era ser secretaria, por lo que mi madre me apuntó a la mejor academia de mi ciudad: Almi; mecanografía y taquigrafía, todo un reto escribir haciendo rallas y teclear 350 pulsaciones por minuto, aún hoy en dia sigo tecleando sin mirar y a la misma velocidad, casi. Era mi destino.

Después de dos horas, volaba ráuda y veloz hasta el autobús que me trasladaba hasta el Rincón de la Victoria, donde me esperaban seis o siete horas intensivas de inglés con mi querida profesora Miss Violeta.

La nostalgia me hace viajar en mi memoria a mis paseos matutinos por la calle Larios de camino a mi academia, lugar donde los malagueños de entonces, año 1970, teníamos varios hitos representativos: quedar los jóvenes en la puerta de la farmacia Caffarena, tomarnos un helado en Casa Mira, comprarnos los primeros vaqueros de la marca Alton ó el “chemí lacós” en la única tienda donde se podía conseguir: Ceisa.

Calle Larios, se inauguró en el año 1891. El día 1 de Mayo de 1880, el alcalde Alarcón Luján (era de Cártama), hizo públicas las bases de una sociedad anónima para promover la construcción de la calle en su honor. El capital se fijó en un millón de pesetas; cuarenta acciones de 25.000 Ptas la adquirió la familia Larios (sí la de la famosa ginebra que era malagueña por cierto), por lo que se hizo cargo del proyecto constructivo.

En agradecimiento, el ayuntamiento levantó una estatua a Manuel Domingo Larios y Larios justo en la entrada de la calle, con la proclamación de la Segunda República, fue renombrada como Calle 14 de Abril, siendo la estatua derribada por la multitud y arrojada al mar.

En su lugar se colocó la estatua del obrero que hasta entonces se encontraba a los pies de la estatua del Marqués.

Tras el fin de la Guerra Civil, se le devolvió el nombre original a la calle y la estatua del marqués fue recuperada del mar y vuelta a colocar en su posición original, que se mantiene en la actualidad, con el obrero a sus pies.

A pesar de los años, de los cambios de los negocios, se han ido perdiendo los comercios tradicionales, Calle Larios sigue siendo punto de encuentro y paseo de todos los malagueños, quizás la calle más bonita y representativa de Málaga. La academia Almi, continúa allí, en el mismo sitio. Mi cariñoso homenaje personal a D. Joaquin y a Doña Joaquina, que a través de los años su academia fue “la cantera” de la gran mayoria de las personas que yo contrataba para la empresa de la que durante más de mi media vida fui directiva y en la que mis primeros años tecleaba nueve horas al dia, seis días a la semana, montañas de letras de cambio, dando lugar a que mis dedos meñiques estén ligeramente deformados. Gajes del oficio.

Y aunque parezca mentira, cocino la mayoría de las veces, casi como tecleo rápidamente.

Aunque hay recetas que hay que hacerla y disfrutarla bien despacito, como éste solomillo al aroma de brandy y tomillo.

Para hacerlo:

Cortar los solomillos en medallones redondos y aplanar golpeándolos.

En una cacerola plana echar un chorreón de aceite de oliva virgen extra (usé aceite de Ardales, malagueño).

Cortar una cebolla blanca, dulce, en trozos pequeñitos y colocar los filetitos de solomillo encima, salpimentar al gusto y freir hasta que quede el conjunto bien doradito.

Echar medio vaso de un buen brandy (uso de Jerez) y dejar evaporar el alcohol, agregar medio vaso de caldo (puse caldo del puchero, pueden ver mi receta en el buscador o primeros platos) y llevar a ebullición, removiendo hasta conseguir la textura de la salsa deseada.

Unos minutos antes, añadir el tomillo (a ser posible fresco).

Acompañar con patatas a lo pobre.

Nota: Una de mis ilusiones, es poder conseguir una máquina de escribir como en la que aprendí a teclear. ¡¡ Algún día !!

14 comentarios

  1. El solomillo está estupendo, supongo que estará la carne muy tierna con el brandy, y ese aroma de tomillo.., ideal. Si me dices la marca de la máquina de escribir y el modelo quizás te lo pueda conseguir. El suegro de un tío de mi marido tenía en Alemania una tienda de máquinas de escribir (ahora se han modernizado y venden otro tipo de máquinas para oficinas). La cuestión es que este hombre fue guardando toda su vida un ejemplar de cada cosa que vendía, máquinas de escribir, calculadoras, de todo. Su hija me comentó una vez que había intentado donar todo a un museo pero le costaba mucho dinero hacerlo, así que a lo mejor podría preguntar si tienen esa máquina. Este hombre murió el año pasado, y aún no se que habrán hecho con todas estas máquinas. Un beso.

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  2. Por esta letra de cambio, pagara vd. al vencimiento expresado una ración de ese solomillo tan estupendo que has preparado.
    Espero que aceptes y cumplas el compromiso, por que la letra se emite con gastos y se puede presentar en el notario para su protesto.
    Con afecto
    Jorge.

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  3. Quizás el fin de semana vaya com mi marido por el monte a buscar algunas hierbas: tomillo,romero... Para aromatizar algunos platos van fantástico. Tu receta tiene muy buena pinta!
    Besos

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  4. Tengo una planta de romero enorme en mi campo y otra de tomillo ideal para esta receta. Me ha encantado y seguro que está deliciosa. Un besazo.

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  5. Exquisito¡¡¡¡Anotada queda.
    Besillos

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  6. No puedes imaginarte... entro a tu blog pensando, que historia nos contará hoy. Yo tambien aprendí en una máquina de escribir creo que se llamaba underwod o algo así. No cogí la velocidad tuya, pero vaya, todavía como dices tu, no miro el teclado y voy rapidita. Y te he sacado la edad que tienes, más o menos, jejejejeje.
    El solomillo, creo que va a ser solomío. Se ve riquísimo.
    Gracias por compartir tus historias y vivencias.
    Besazos

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  7. Ummmmmmmmmmm deliciosoooooooooooo me llevo un poco pa catarla tiene que estar de muete lenta.
    Bicos mil wapa.

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  8. jajaja me has recordado a mi misma. Aún sigo tomando notas de todo a taquigrafía.. el mío el método Caballero. Y la máquia igualica que la tuya. Así que en el ordenador coser y cantar.
    El solomillo de muertita lenta.
    Un besote

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  9. Me encantan tus recetas y tus historias!

    Un beso!

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  10. Que pena que hoy en día no existan casi esas máquinas de escribir y lo peor es que con los ordenadores los jóvenes no saben casi escribir con el teclado, también me trae a mí recuerdos las clases de máquina :-)
    El solomillo te ha quedado estupendo, seguro que la salsita está para mojar pan y no parar.
    UN besín.

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  11. Qué recuerdos! Pero es mucho más rápido teclear en el ordenador que en las máquinas de escribir, aquellas negras antiguas y como te equivocaras allí no había la tecla que lo borrara, recuerdo cuando en el trabajo me la cambiaron por una máquina eléctrica, me parecía que volaba.
    Mientras recordamos nos podemos comer un plato de este solomillo que tiene muy buen aspecto y aroma.
    Besos.

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  12. The pork with thyme looks and sounds wonderful.

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  13. Carmen Rosa, creo que la mayoría de las chicas de aquella epoca hemos pasado por esas experiencias. La máquina de scribir, lo primero la mecánica, y luego la eléctrica, y mira donde hemos llegado hoy en día! Yo aprendí con una Olimpya, que tenía más años que Matusalem!
    El solomillo seguro que está muy tierno y rico con este saborcito!
    Besos!

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