TARTA DE QUESO Y FRUTOS ROJOS

En mis nítidos recuerdos, veo a mi abuela siempre vestida con el hábito de la Virgen del Carmen, un vestido marrón oscuro con su cuerda atada a modo de cinturón y su escapulario, una variante andaluza del luto y culto a la Reina de los Mares como promesa a fin de que volvieran sanos y salvos mi abuelo y mis tios de la mar.

Cuando murió mi abuelo, en la década de los 60, se vistió de negro y cubría su cabeza con un pañuelo del mismo color.

Es honda la impresión de las imágenes que vemos en las fotos antiguas de las mujeres andaluzas, donde la mayoría de las mayores salían a la calle vestidas de negro.

Las consecuencias de la guerra civil, la alta mortalidad infantil vistió de luto a una gran cantidad de mujeres; el luto podía alargarse toda una vida, como le ocurrió a mi abuela Mª del Carmen, que nos dejó en el año 1981.

Con el paso del tiempo, fueron nuestras madres las que cambiaron tan tristes vestimentas. Aún hoy en dia, en nuestro pais se pueden ver a mujeres con pañuelos en la cabeza y vestidas de negro, sé lo que significa y lo respeto.

He sido y sigo siendo una persona tolerante y comprensiva en la forma de vestir de cada pueblo, de que cada cual siga la tradición y vistan a la usanza de su tierra.

Málaga es una ciudad abierta y hospitalaria con los visitantes e inmigrantes, por ello estamos acostumbrados a tener como vecinos o visitantes a gente de todas las latitudes con sus estilos habituales en cuanto a indumentaria, aunque generalmente han cedido a “la modernidad”, a nuestra forma de vestir.

He tenido la suerte de viajar por medio mundo desde el año 1980 y poder ver culturas y costumbres de otros pueblos, si tuviera que elegir una vestimenta femenina, sin lugar a dudas me quedo con los colores, la alegría, los tejidos, la elegancia de los vestidos que aún hoy en dia se pueden ver por las calles de India y Japón. Fieles a sus estilos y a su idiosincrasia.

Como alegre y colorida es ésta tarta de queso y frutos rojos, un maravilloso contraste de sabores y colores.

Para hacerla seguí los pasos que me indicaba mi admirada Susannah Blake en su libro 500 pasteles, sin el que “Mi cocina” más dulce, no sería tan dulce.

Engrasar (yo lo hago con mantequilla a temperatura ambiente) un molde desmontable redondo.

Mezclar 140 gramos de galletas molidas (usé Marbú dorada) con 50 gramos de mantequilla derretida y hacer una masa.

Esparcirla por la base del molde. Dejarla enfriar en el frigorífico unos quince minutos.

Mientras batir 250 gramos (si se prefiere más alta poner más cantidad) de queso crema (para untar, usé Philadelphia), 120 ml. de nata espesa especial para cocinar (puse President), 100 gramos de azúcar, una cucharadita de esencia de vainilla.

Sin dejar de batir, agregar dos huevos grandes, uno a uno hasta que la mezcla quede homogénea.

Agregar la mezcla en la base de las galletas.

Echar en la bandeja del horno un vaso de agua y poner el molde en ella.

Hornear a 180º C (precalentarlo previamente) durante unos treinta minutos aproximadamente, hasta que cuaje.

Retirar del horno y dejar enfriar.

Mientras poner un cazo en el fuego con una cucharadita de agua y cuatro de azúcar, llevar a ebullición y remover durante unos minutos, añadiendo los frutos rojos; remover y echar el glaseado ya frio sobre la tarta fria.

Desmoldar cuidadosamente (aconsejo ponerla antes en el frigorífico).

Nota. La receta original está preparada con crema agria en vez de nata espesa. Los frutos rojos, los compré en Carrefour, congelados, realmente exquisitos.

¡¡ Disfrútenla !!

17 comentarios

  1. Las historias que nos cuentan siempre llegan al alma de todos, son bonitas y tiernas, pues si Málaga es una ciudad bonita, alegre y acogedora, hace años que estuvimos.
    Mi cuñado en malagueño Y CASI CADA AÑO VÁ.
    La tarta una maravilla, que ricas las frutas rojas, la podías a ver presentado en mi concurso.
    besitossss guapaaa
    feliz dia

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  2. Hola Carmen Rosa, que monton de historias has traido a mi cabeza con el tema del luto. Menos mal que luego me has endulzado con esta gran tarta.
    Un beso guapa

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  3. Traes muchos recuerdos y una tarta de queso buenísima, así que el régimen a hacer puñ.....

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  4. me encantan las historias que nos cuentas!! y esta tarta todavía me gusta mas!!jeje tiene una pinta estupenda. Un beso.

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  5. Hola guapa tu

    como siempre una historia maravillosa con una receta geníal, que por cierto queda anotada pues a mi las tartas con queso,.hummmm

    mil petonets Susanna

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  6. Yo he vivido esa tradición del luto. Mi abuela se casó de negro, porque cada vez que ponían fecha, se moría alguien de la familia: un hermano, su tía, un sobrino... Atrasaban la boda, hasta que al fianl decidió casarse de negro, porque veía que si no, no se casaba. Sólo llevó un ramito de azahar blanco, para saber que iba virgen al altar.
    Y luego fue quitándose el luto, y al final la veía con unas blusas negras, y lunaritos blancos.
    pero es que aún sigue pasando, mi suegra perdió una hija hace 13 años, y aún viste de negro. A mí me da mucha pena, porque sus nietos más pequeños la han conocido siempre de negro. Aunque de ánimo no está mal, y eso es lo importante.
    Y creo que no se lo quitará nunca.
    Esta tarta tiene muy, muy buena pinta. Los frutos rojos me gustan mucho, y les va muy bien al queso.
    Rico, rico.
    Besitos

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  7. Me ha hecho recordar a mi abuela la pobre toda su vida vistió de luto y lo peor es que a mi madre con 4 años que tenia cuado murió su padre la pusieron de luto y no se lo quitaron hasta que hizo la primera comuinón, por eso creo yo que le gusta tanto los colores no tiene nada negro y dice que cuando se muera ni se nos ocurra ponernos de negro yo creo que aquello la traumatizó un poco.
    Por lo demás la tarta se ve estupenda como todo lo que haces
    Besos guapa

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  8. Pues me das una idea para usar los frutos rojos que tengo en el congelador.

    Besitos!!

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  9. Yo tambien recuerdo, que los colores de mis dos abuelas, eran siempre el negro.
    Menos mal que la vida va modernizandose, a veces para bien, otras no tanto.
    La tarta me encanta.
    Besazos

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  10. Esa fue nuestra tierra durante muchos años, mi abuela tambien vestia el habito del Carmen, y se envolvia en su pañolon negro para salir a la calle, que de recuerdos me traes.
    La tarta es una belleza, con esos colores tan bonitos, un beso

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  11. Yo también recuerdo a una de mis abuelas de luto o con un poco de suerte de semi luto, pero nunca de colorines, eran muchos hermanos y el luto era eterno.
    Esta tarta de queso bien fresquita de la nevera y es de las que tienes que repetir porción, además te ha quedado muy bonita, con la alegría de los frutos rojos.
    Besos.

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  12. Yo también respeto los lutos aunque menos mal que esas costumbres han ido mucho a menos mi tia me cuenta que mi abuelo murió y ela tenía 14 años y fué de negro mucho tiempo, ahora lo ves incompresible pero respetable.
    La tarta nos da alegria con esas frutillas tan alegres bailando enmedio.
    Saludos

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  13. Mi madre fue otra de las muchas que tuvo que prescindir de su ansiado traje de novia por estar de luto de su abuela...os imaginais?
    Por suerte los tiempos son otros y la mentalidad también...el luto se lleva en el corazón, que ya bastante pena queda cuando un ser querido se va, como para encima vestir de negro por obligación.
    La tarta como todo lo que haces...ideal!!!
    Saluditossssssss

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  14. Carmen Rosa, me encantan tús historias! Yo también prefiero los colores y creo que nada tiene que ver lo que sientes con lo que te pones encima, cuando se trata de luto!Lo digo pero cuando se murío mi padre unos días llevé ropa oscura y negra en especial, no sé porque!Mi madre guardó luto casi un año y todos la reñian, pero así lo sentía ella.
    Maravillosa tú tarta, colorida y seguro buenisima! Me encanta pasarme por tú blog!

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  15. que facil y que rica.....
    te la copio con tu permiso!
    besitos!

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  16. El luto... a mis dos abuelas las conocí así, de negro. Pero es mas, a mi madre que no es tan mayor también creo que la he visto mas tiempo de negro que de color, incluso se casó de negro por faltarle un hermano. Ahora no está de luto porque pensaba que mi hermana tenía algo grave y prometió quitárselo si todo salía bien, menos mal. Hasta yo estuve unos meses de luto cuando se fué mi padre, pero es lo único que me apetecía ponerme, el negro. Me lo quité porque se veía raro en estos tiempos que una joven lo llevase (por ese motivo, no por otro).
    Ups! Hasta se me había olvidado tu tarta de queso pensando en los lutos familiares. Dejemos las penas atrás...
    ¿Cuándo quedamos para que me invites a un trocito? La que decía que no se llevaba bien con la repostería... ya veo que os estais conociendo y bien!
    Besitos.

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Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
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