PAN FRITO CON GAMBAS Y SESAMO

























 

Cuando apareció el Budismo en la India, en el siglo V a.C., adoptó la creencia en la reencarnación. Y por él se extendió en la China, Japón, el Tíbet, elemento básico de su fe y credo.

Según la teoría de la reencarnación, el alma del hombre o la conciencia o quizás podamos llamarlo la energía, sobrevive la muerte y retorna en intervalos variantes para nacer en otro cuerpo físico con el propósito de crecer en conocimiento y sabiduría.

La creencia en la reencarnación ha estado presente en toda la humanidad desde la antigüedad, en las religiones egipcia, griega, hinduista, budista y romana, incluso africana y tribales de América y Oceanía

Es la creencia de que uno ha vivido antes y vive después de nuevo en otro cuerpo y las sucesivas reencarnaciones le permite progresar hasta alcanzar la perfección; entonces se convierte en un espíritu puro, ya no necesita más reencarnaciones, y se sumerge para siempre en el infinito de la eternidad, reencarnarse en un destino, es llamada la ley del “karma”.
 
La calidad de la reencarnación viene determinada por el mérito o la falta de méritos que haya acumulado cada persona como resultado de sus actuaciones; esto se conoce como el karma de lo que el “alma” haya realizado en su vida o vidas pasadas.

Parte de la creencia sugiere que todos experimentamos la vida como hombres y mujeres miembros de varias razas, clases económicas y sociales.

Pués bien, si la reencarnación existe, yo con total y absoluta seguridad mis vidas anteriores han tenido que estar ligadas a Oriente; es tal la fascinación que tengo por las culturas orientales: India, Tibet, China y Japón sobre todo, que incluso se transmite en mi cocina, o quizás si no es verdad, lo que me influye son los muchísimos años que mi vida actual ha estado ligada a esos paises, a su gente y a su cultura.

De cualquier manera, les propongo disfruten de un aperitivo chino que cuando lo preparen comprobarán que es ponerlo en la mesa y desaparecerá en un abrir y cerrar de ojos; por lo menos eso ocurrió en la mia.

¿ Como lo hice ?

Pelar las gambas (un cuarto de kilo aproximadamete) y quitarles el hilo intestinal.
En una tabla picarlos en trozos muy pequeños y mezclar con 25 gramos de mantequilla, hasta que se forme una pasta.
Colocarlo en un bol, agregar un huevo, una cucharada sopera de cebolleta muy picadita (usé la parte verde de las cebollas frescas), una cucharadita de café de jengibre en polvo, una cucharada sopera de vino blanco, una cucharada sopera de maizena disuelta en dos cucharadas de agua y salpimentar al gusto; mezclar bien hasta que quede una masa homogénea.
Untar la pasta en rebanadas de pan de unos dos dedos de grosor, solo por una de las caras(las de molde grosor especial puede servir); echar semillas de sésamo por encima de la masa.
Dejar reposar unos minutos, mientras tanto se calienta en una sartén aceite de sésamo (en su defecto pueden usar de girasol).
Freir las rebanadas de pan, primero por la cara untada hacia abajo, dar la vuelta, cuando estén doradas (cuidado que no se doren demasiado) retirar de la sartén y poner sobre papel de cocina para que éste absorva el aceite.
Cortar las rebanadas en tiras y servir calientes.

¡¡ Buen provecho !!

7 comentarios

  1. Últimamente estoy bastante interesada en la comida china, así que me apunto bien tu receta, que ¡menuda pinta!
    Un besote

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  2. Pues en mi mesa creo que pasaría otro tanto de lo mismo. Bien calentitos esto tiene que ser una auténtica gozada poder meterles el diente.

    Biquiños preciosa

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  3. Que receta tan original, tiene que estar delicioso, te la copio Carmen Rosa que esto tengo que probarlo. Por cierto sería un placer ver mi pollo relleno en tu cocina, me alegra que te gustara.
    Un beso y buena semana

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  4. Que pan mas original seguro que cuando sale a la mesa desaparece pues tiene que estar delicioso.
    Saludos

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  5. Carmen Rosa, delicioso a la vez que original.
    Me ha encantado lo del karma.
    Qué habremos sido en vidas anteriores? Ve a saber!
    Besazos

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  6. Yo creo que es el miedo a desaparecer que tenemos los humanos jajaja, y por fuerza tenemos que reencarnarnos en otras personas, espero que a mi no me de por esas cosas,
    Esas tostas estan incitandome, me encanta la idea, un besito cielo

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  7. Me imagino que las semillitas quedan crujientes y están de vicio.
    Si tenemos que pagar por lo que hemos hecho en vidas anteriores al menos deberíamos acordarnos quienes éramos.
    Besos.

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