PIZZA CON CHAMPIÑONES, JAMÓN COCIDO, ATÚN Y RÚCULA



























Hace más de tres mil años, las civilizaciones que vivían en las áreas mediterráneas, los egipcios, los griegos y los romanos consumían bollos planos elaborados con granos de cebada, agua y sazonados con hierbas, que pueden considerarse como los “ancestros” de la pizza.

Los egipcios con éstos bollos celebraban los cumpleaños de los faraones, en el siglo VII A.C. era la comida típica de los soldados griegos, más tarde ya en la época romana, se les llamó “placenta” y “offa”, pero fue a principios de la Edad Media, cuando el término “pizza” se extendió y popularizó. La palabra pizza proviene del latín: “pinsa” que significa “aplastar”.

Después de la caída del Imperio romano, se produjo la invasión del sur de Italia por los Longobardos (tribu alemana) quienes introdujeron las cabezas de búfalo, la leche de tan noble animal fue utilizada para la producción de “mozzarella”, producto vital en las pizzas italianas; el tomate llegó tras el descubrimiento de América, en particular en la cocina napolitana, donde nació la tradicional y famosa mundialmente “pizza”.
 
La pizza no suele ser un plato muy habitual en mi cocina, no deja por ello de ser un aperitivo o entrante en mi mesa, o bien una cena más rápida o informal; por lo que hasta ahora usaba las masas congeladas que venden en las grandes superficies, procurando siempre usar las más finas y las que a mi entender eran de mi entera confianza. Hasta que gracias a la receta que indican en uno de mis libros favoritos: “Pan recién hecho” ........ me aventuré a preparar la masa; desde entonces reconozco que pienso en las pizzas con más ánimo e invito a aquellas personas que no la hayan preparado a que la hagan, notarán como yo la diferencia ¡¡ merece la pena intentarlo !!

¿Cómo la hice?

Tamizar una taza y media de harina blanca y una cucharadita de sal en un cuenco.
Incorporar una cucharadita de levadura seca activa.
Hacer un hueco en el centro y echar una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra (uso de Periana, malagueño) y seis cucharadas soperas de agua templada. Remover con una cuchara de madera hasta que la masa empiece a aglutinarse y después trabajarla con las manos hasta que se separe del recipiente.
Volcarla sobre una superficie espolvoreada con un poco de harina y trabajarla durante ocho o diez minutos aproximadamente, hasta que quede homogénea y elástica.
Hacer una bola con la masa, colocarla en un recipiente previamente engrasado con aceite y taparlo con un paño húmedo e introducirlo en un lugar cálido durante una hora, hasta que doble su volumen.
Pasado éste tiempo, poner la masa sobre una superficie espolvoreada con harina, apretar con el puño y trabajarla durante un minuto, extendiéndola hasta obtener una circunferencia o la forma que se desee.
Poner la masa en una bandeja previamente engrasada y levantar un poco el contorno de la masa; volverla a tapar con un paño húmedo y dejar leudar la masa en un lugar cálido unos diez minutos.
Para la cobertura:
Precalentar el horno a 200º C.
Extender salsa de tomate (se puede utilizar de bote, o bien freir tomates en aceite de oliva previamente) uniformemente sobre la base.
Agregar trozos de champiñones, cebolla fresca dulce cortada en trozos pequeños, trocitos de pimiento verde, jamón cocido, maiz, atún (en conserva) desmigado, orégano y albahaca y por último el queso rallado (tipo mozarella).
Hornear durante quince o veinte minutos hasta que esté dorada y crujiente, sacar del horno y pintar los bordes con aceite de oliva y decorar con hojas de rúcula (en ésta ocasión plantadas por mi).

¡¡ Buen provecho !!
En "Mi cocina" sigo la tradición de mis padres: pasión por el aceite de Periana, aunque últimamente tambien suelo usar de Ardales (que he descubierto ultimamente). Los dos malagueños, quizás los mejores aceites del mundo.
Abrir la botella de éste aceite de Periana es para llorar de emoción recordando los sabores ancestrasles de mi familia; ese color, ese olor y su sabor tan especial, hacen que mis platos sean aún más malagueños si caben.

6 comentarios

  1. Un pizza de lujo, me llevo la receta y pruebo esta masa tan rica. El aceite no lo conocía siendo de tan cerca. Besos.

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  2. Riquisima Carmen, como para darle un bocado. Que sepas que eso es lo que me está diciendo mi hija jajajaja. Las adora, y esta tuya me da por la cara que ha puesto al verla, que la prepararé en casa :)

    biquiños preciosa

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  3. Ala, otra lección de historia.
    Si es que da gusto entrar aquí. Hija, de donde sacas tanta información?. Gustazo.
    La masa de la pizza me ha encantado. Así que tomo nota. Lo de encima tambien me ha gustado, claro.
    Deliciosa. Y la rúcula tuya como digo yo, cuando alguien planta algo. Una delicia.
    Besazos

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  4. espectacular, por que ayer he hecho la compra a través de carritus.com y no sabía como usar todo lo que he comprado, muyyy buena la receta, y gracias por el secreto de la masa!! un beso

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  5. Una pizza estupenda, y los ingredientes le van que ni pintados, besos

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Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.