MOUSSE DE CHIRIMOYA CON MIEL DE CAÑA



























La chirimoya o chirimoyo como llamamos en Málaga al “manjar blanco”, fue introducida en España desde América entre los siglos XVI y XVII, concretamente procede de la zona de Perú o Ecuador, en la lengua nativa de los Andes “quechua”, la palabra chiri significa frio y muya quiere decir semillas.

Este arbol frutal, gracias a los andaluces que retornaban del Nuevo Mundo con todo tipo de semillas de cultivos tropicales exóticos, encontró su acomodo en la “Costa tropical andaluza”, Granada y Málaga, escenario natural privilegiado para la producción de frutas tropicales único en Europa. Desde el año 2002, la chirimoya de la costa granadina y malagueña, tiene Denominación de Origen. 

Esta dulce y exquisita fruta ideal en éstas fechas es conveniente que madure naturalmente, si se compra aún dura, debe dejarse fuera del frigorífico y siempre a temperatura ambiente. 

Mi madre me enseñó a distinguir cuando eran aptas y observando la piel comprar las que menos huesos tienen en su interior (cuanto más grande el dibujo menos huesos y más carnosas); llegan a pesar hasta un kilo.

Comer chirimoyas era un juego que nos proponía mi madre a mi hermano y a mi; la partía por la mitad, nos sentaba uno frente al otro cucharilla y chirimoya en mano y un platito delante de cada uno. Cucharada de chirimoya y a adivinar cuantos huesos tenía cada uno en la boca, ir contándolos y ganaba el que mayor número de huesos sacaba en cada cucharada.

No había en aquel entonces televisión, no sonaba él teléfono, ni ningún artilugio electrónico lograba distraer a unos crios sentados a la hora de la comida, sólo una madre que al mismo tiempo que nos alimentaba conseguía que estuviésemos pendientes de nuestro postre y comerlos con avidez y ganas. ¡¡ Aquellos dulces momentos !!

Aún cuento las semillas y procuré seguír inculcándole a mis hijos de pequeños, que para comer chirimoyas hay que contar sus huesos, pero hay que reconocer que es mucho más cómodo saborear tan riquísimo fruto tal y como lo he preparado en ésta ocasión, recordándo un postre de uno de los mejores restaurantes malagueños, El Cobertizo, donde sus propietarios Aurora y Juan, como buenos granadinos, bordan el mousse y el flan de ésta riquisima fruta de la Costa Granadina y Malagueña. 

¿CÓMO LO HICE? 

Sacar la pulpa de la chirimoya retirando las pipas.

Colocarla en un recipiente y agregar una cucharada sopera de miel de caña (malagueña) y remover.

Disolver gelatina neutra en agua caliente (siguiendo las instrucciones del fabricante).

Echar la chirimoya junto con la gelatina en el vaso de la batidora y batir ligeramente a fin de que se integren bien los ingredientes.

Montar nata (es importante que la nata esté bien montada).

Pasar el puré de la chirimoya a un bol y dejar cuajar un poco mientras se monta la nata.

Incorporar la nata montada al bol y mezclar con cuidado.

Pasar la mousse a copas individuales y dejarla cuajar en la nevera aproximadamente una hora y media.

¡¡ Buen provecho, disfruten de un dulce y buen fin de semana !!

21 comentarios

  1. En encanta la chirimoya... y dices que a tamaño más grande del dibujo, menos pepitas?. Tomo nota.
    En cuanto a la mousse está diciendo cómeme.
    Muy rica y fácil de hacer.
    Besazos

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  2. Las teclas del pc. Quise decir me encanta.
    Más besazos

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  3. Hoy hemos comido en casa de mis suegros, unas ricas migas de sémola con pescado frito, y de postre una chirimoya. Ahora está en pleno auge en árbol de mi suegro, y la piel de las chirimoyas muestran los dibujos muchos más grandes que las primeras que cogimos. Me he traído dos piezas para casa, así que a lo mejor me animo con tu mousse, tan original y con productos tan típicos de nuestra tierra (aunque no has puesto cantidades). Besos.

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  4. Es una gran receta y seguro que muy rica.
    A mi me encantan, pero contar la muya ya no me gusta tanto.
    Saludos
    Jorge.

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  5. Buenas tardes.
    Como siempre agradecer vuestras visitas, el tiempo (algo tan precioso) que dedican a leer las entradas de "Mi cocina" y por supuesto los comentarios que me encuentro y que me animan a continuar cada dia con ilusión mi tarea blogueril.
    Lidia, indicas que no pongo cantidades, efectivamente en la gran mayoría de las recetas (suelo poner cantidades cuando tiene que ser exactas, como los bizcochos por ejemplo)no suelo indicarlas. En éste caso creo que tiene que ir a ojo practicamente, pero he de decir que la chirimoya era mediana (unos 400 gramos más o menos), de miel puse dos cucharadas (hay que tener en cuena que la miel de caña es muy oscura y muchisimo más dulce), usé dos hojas de gelatina (del Mercadona) neutra, y de nata (una botella pequeña de la marca....no recuerdo) especial para montar..
    Hice dos copas como la que se ve en la foto, son grandecitas.
    Pero insisto, la cocina es experimentar, depende tambien del gusto del consumidor y lógicamente del tamaño de los ingredientes (en cuanto a verduras, frutas, etc......
    Si la preparas espero (estoy segura)te resultará perfecto y riquisimo, sobre todo con la posibilidad de tener ese árbol de chirimoyo en casa.
    Nuevamente gracias.

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  6. Gracias por tu rápida respuesta Carmen Rosa, la verdad es que se que estas recetas se hacen así a ojo, pero dudadaba por el tema de la gelatina y por el peso de la chirimoya. Besos.

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  7. Me encantan las chirimoyas! Durante mis embarazos tenía antojo de ellas, y ya ves a mi pobre marido buscandolas a todas horas! jajaja

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  8. Yo llevo viendo unos días la chirimoya en mi tienda y no la cojo porque no se que hacer con ella, ni tampoco se su sabor, pero ahora me lo has explicado muy bien.Se ve mu rico el postre.
    Un besín.

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  9. A mi madre le encanta la chirimoya. Yo no puedo con ella pero me acabas de dar una idea estupenda para sorprenderla.
    Muchos saluditos y besotes.
    ;-D

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  10. Para mí "el chirimoyo" es mi fruta preferida, así que me encanta esta receta, pero tengo un problema... tendré paciencia para quitar todos los huesos ??? jajajja
    Saluditosssssssssss

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  11. Una mousse de un sabor muy peculiar y me va a encantar estoy segura, me la guardo para hacer, Besos

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  12. Como me gustan las chirimoyas y esta receta¡¡ con tu permiso, me la llevo
    Besos guapa

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  13. Ummmmmmmmmmm seguro esta de vicio me gustan las xirimoyas es una pena que este a dieta porque este año no podre catarlas y esta mousse se ve deliciosaaaaaaa.
    Bicos mil y feli finde wapa.

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  14. Ummmmmmmmmmmmmm... Las mousses me encantan y de chirimoya... jejejejeje. Has captado mi atención, Carmen Rosa.
    Un besoteeeeeeee

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  15. Tendré que dar una oportunidad a las chirimoyas, es que en casa no gustan, pero igual así sin huesos la cosa cambia.
    Besos.

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  16. te voy a decir dos cosas sobre las chirimoyas...
    A mi me traen recuerdos maravillosos, como son de este tiempo, mi padre las compraba para las fiestas de navidad, y usábamos los huesos para marcar los números en el juego del bingo que jugábamos toda la familia , que buenos recuerdos...
    Y te diré algo más... tu sabías que el árbol de la chirimoya no da fruto si está el solo en el huerto?', necesita al menos un compañero para hacer fruto,:)
    Me ha encantado esa copaza, la tengo que probar para estas fiestas ! :)

    besitos

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  17. Carmen Rosa, te puedes creer que yo en mi vida he probado la chirimoya?????? Mira, me guardo tu receta que en cuanto vuelva a la frutería me las compro y la preparo. Gracias por compartir.
    Bicos.

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  18. ¡me cachis, qué bueno tiene que estar esto! Me encanta la chirimoya, y con la miel de málaga tiene que estar bien rica.
    ¡qué recuerdos más bonitos tienes de estos momentos!
    Es bonito no olvidarte de ellos e intentar recuperarlos.
    Y la información, como nos tienes acostumbrados, muy interesante.

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  19. Gracias por participar en el concurso gastronómico bloguero de #Almuñecar! mucha suerte!

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    1. Gracias Helena, me ha hecho ilusión, porque la Costa Tropical se lo merece, la chirimoya de nuestra tierra hay que promocionarla y por qué no reconocerlo, pasar dos días alli y conocerte personalmente sería maravilloso.

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Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
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