CARRILLERAS EN SALSA AL AROMA DE VAINILLA


























Me gustan las flores, pero si tengo que decir cuales son mis preferidas, sin lugar a dudas diría: las orquideas, tienen un significado muy especial para mi y tambien para mi hija.

Tenía mi hija seis meses, era un día especial en su vida y le encargué a mi floristería que le prepararan una corona de orquídeas blancas enanas y con las orquideas le hice honor a su nombre Estefanía, nombre que viene del griego “Stephanós”: “corona, laureada, victoriosa, coronada de laureles”; etimológicamente significa “coronada de luz”, coronada con orquideas.

Ella huele siempre a unas orquideas, la más olorosa: la vainilla. Su aroma envolvente, me hace respirar profundamente, ese olor que me atrae, sutil y penetrante, pero a la vez cálido, dulce, así huele mi hija, ése es su perfume, el olor de una princesa.

La vainilla es la vaina de una orquídea trepadora “Vanilla planifolia”, y la única orquidea que produce un fruto, sus flores bastante grandes y atractivas, la mayoría con una dulce fragancia, los colores de éstos pasan por el blanco, verde, verdoso, amarillo, amarillo pálido o crema.

Vainilla, es un diminutivo de vaina. Su origen es mexicano, los aztecas y antes los mayas, ya la consumían.

Según la leyenda totonaca, la planta de la vainilla nació de la sangre de la princesa Tzacopontziza («Estrella de la Mañana») en el lugar donde ella y el príncipe Zkatan-Oxga («Venado Joven»), que la había secuestrado por amor, fueron capturados y decapitados por los sacerdotes de Tonoacayohua, diosa de las cosechas. El príncipe se reencarnó en un vigoroso arbusto y la princesa se convirtió en una delicada liana de orquídea que abrazaba dulcemente a su amante. Desde entonces, y aún hoy también, los totonacas llaman a la vainilla caxixanath, que significa «flor cazada», sumixanat, o de manera más breve, xanat.

El descubrimiento decisivo de la vainilla está relacionado con la llegada de los españoles a Tenochtitlan, el actual México, y con el encuentro, en 1519 de Hernán Cortés con el emperador azteca Moctezuma II, quien tenía entre sus costumbres aromatizar su chocolate con vainilla.

A finales del siglo XVI, llegó a Europa la vainilla, la cual se hizo muy popular en España, donde pronto se creó una industria del chocolate, y se empezó a utilizar la vainilla como aromatizante.

Ese ároma que llegó a “Mi cocina” en un plato salado, gracias al blog Cocinaconana.com al que llegué gracias a google, buscando recetas con vainilla (ya saben mi lema, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, siempre suelo decir de donde suelo aprender las recetas).

Ayer, siguiendo la costumbre andaluza, celebramos el santo de mi hija: San Esteban, con éste plato se inundó “Mi cocina” de su aroma, de su olor, del olor de mi niña: Vainilla.

¿CÓMO LO HICE?

INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS:

8 carrilleras de cerdo (enteras), un puerro grande (sólo la parte blanca), una cebolla (la receta original no llevaba), dos zanahorias, 100 gramos de calabaza, un vaso de vino tinto (usé Ribera del Duero), un vaso de vino moscatel malagueño (o un Pedro Ximenez), dos vasos de caldo de puchero (pueden ver mi receta en primeros platos, o un caldo de carne), una vaina de vainilla, sal, pimienta recién molida, harina para rebozar y aceite de oliva virgen extra (malagueño a ser posible).

Preparación:

Poner el vaso de vino tinto y de vino dulce en un bol e introducir la carne, dejándola macerar una hora aproximadamente.

Hacer una incisión a la vaina de vainilla con un cuchillo afilado, desde arriba hacia abajo por la parte más plana.

Sacar la carne y escurrirla. Salpimentándola y enharinándola (sacudir bien la harina).

En una cacerola echar un fondo de aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente, dorar los trozos de carrilleras, sacarlos y reservarlos.

En el mismo aceite pochar la verdura cortada en trozos pequeños, a fuego lento, salándola previamente.

Una vez pochadas las verduras, añadir la vaina de vainilla (El mejor modo de obtener el autentico aroma de la vainilla, es usar la vaina hervida en el liquido a aromatizar) , el vino, la carne, el caldo y dejar cocer a fuego medio unos cuarenta minutos aproximadamente.

Sacar los trozos de la carne y pasar la salsa por la minipimer y por un colador a fin de que quede lo más fina posible.

Acompañar como guarnición con patatas pequeñas cocidas o en puré.

No, no són orquideas, son nardos y era la flor preferida de mi madre; por ello le pedí a mi suegro que me pintara éste cuadro “Dos nardos”, cada día disfrutamos de él y nos imaginamos también el olor de mi madre. Nardos y vainilla, mi madre, mi hija.

9 comentarios

  1. Que cosa mas deliciosa de plato, de lujo.Felicidades

    ResponderEliminar
  2. ummm pues si que tiene que estar rica las carrilleras así

    ResponderEliminar
  3. En casa nos encantan las carrilleras y a mi hija le gusta mucho también la vainilla asi que si no te importa me las copio y cualquier día compro unas buenas carrilleras ibericas para hacerlas.
    Besos y Feliz Año Nuevo

    ResponderEliminar
  4. Me ha encantado tu lección magistral sobre la vainilla, y lo que cuentas del aroma de tu hija me ha recordado a los relatos de Isabel Allende...
    Me alegro mucho de que te haya gustado mi receta..otro día que tengas ocasión la pruebas con rabo de toro, así es como la he hecho siempre, y sin embargo nunca lo he publicado...

    Un saludo y buenas fiestas!!!

    ResponderEliminar
  5. Se ven de lo mas estas carrilleras. Me la anoto con tu permiso. Un besazo.

    ResponderEliminar
  6. Una entrada muy bonita, y la receta se ve muy rica felicidades por el santo de tu hija besos

    ResponderEliminar
  7. Me gustan mucho las carrilleras, tengo que probarlas con vainilla se ven exquisitas.
    Aprovecho para desearte unas Felices Navidades y una buena entrada de año a ti y a toda tu familia.
    Besos guapa

    ResponderEliminar
  8. Un post precioso wapa seguro que a tu hija le habra encantado igual que las carrilleras se ven de lujo y con esa salsa seguro son una deliciaaaa.
    Te deseo todo lo mejor del mundo y que todos tus sueños se cumplan.
    Bicos mil pesiosa.

    ResponderEliminar
  9. A estas horas de la mañana, cuando todo está casi en calma, la gente sigue durmiendo (eso es lo que trae las fiestas, que se acuestan tarde y se levantan tarde). aún no trabajo, la casa recogida, la cocina medio-limpia, y a punto de preparar comida para hoy... que aún no sé qué voy a hacer para comer.
    Y me he asomado a tu ventana, de tu cocina, a ver si me da ideas. pero me enredo en tus palabras, en tus historias, en tus cuadros, y vuelo, y vuelo... y se me van las horas...
    ...Espera.... revuelo.... viene mi sobrina... a por Laura para ir a comprar ropa.. y se levanta el chico..y el grande, y se apuntan, y se van todos. Y me quedo sola...¡bien, yupiiii!
    pues eso, que me ha encantado,q ue he disfrutado una vez más, y que voy a seguir mirando poruqe no tengo ni idea qué hacer para comer..y encima, tengo que salir a comprar que no hay nadie, nada más uqe la gata y yo.

    ResponderEliminar

Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.