GULAS FRITAS CON ENSALADILLA DE PIMIENTOS "ASAOS"




























Si alguna vez en mi vida he de rezar, he de dirigir mi mirada a una imagen de Cristo, ésa ha de ser “El Cautivo” malagueño, un Lunes Santo, mecido a hombros de 252 hombres, trinitarios vestidos con túnicas blancas, con un paso marengo al compás de las olas, “cautivada” por la emoción que me embarga, viendo “andar” al Señor de Málaga por el puente de la Aurora.

La imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo, mira al suelo, con las manos atadas delante del cuerpo, camina preso y viste túnica blanca, ancha, vaporosa, de un tejido ligero que se mueve con la brisa marina, dando la impresión de que va caminando. 
Colgado lleva un escapulario de la Orden Trinitaria, como redentor de cautivos, cautivos por la vida, por el sufrimiento, por enfermedad, cautivos de y por Él. En sus pies un monte de claveles rojos, detrás muchos miles de penitentes con fervorosa devoción le siguen por todo su recorrido por las calles malagueñas, con los cirios en la mano, cumpliendo promesas, descalzos muchos de rodillas o con los ojos vendados, otros aplaudiéndole, llorando, rezándole cantando saetas y la música militar de fondo al unísono con la campana del trono, vítores y piropos. 

 La noche estrellada, el viento de levante besando los rostros secando las lágrimas de los devotos, el olor del incienso, de la cera quemada y del azahar, a lo lejos entre la multitud, la blanca figura por La Trinidad, el popular barrio malagueño que en estos días es una fiesta de fervor, unidos católicos y no católicos en una explosión de pasión por El Cautivo.

Es difícil explicarlo y lo hace como nadie la voz inconfundible, la más semanasantera de Málaga, mi gran amigo Antonio Guadamuro, quien lleva más de cuarenta años retransmitiendo la Semana Santa malagueña en la radio malagueña, aún después de haberse jubilado.

Estos sentimientos se los “contagié” a mi amiga, compañera profesional y ”comadre” Ana de Madrid. Era el año 1995, hizo la promesa de ir detrás del Cautivo, llegó en avión a medio dia y volvía a Madrid, a primera hora del dia siguiente.

Hablé con el Hermano Mayor de la Cofradia, y él a su vez, a pesar de tan complicado empeño, nos “colocó” justo, justo detrás del Trono, delante del cuerpo de regulares que desfilan delante de los penitentes, aunque parezca increíble, así ocurrió. Las dos detrás del Cautivo, delante de los soldados y ante la mirada atónita de miles de personas; he de confesar que nunca sentí tanto “apuro” y vergüenza, pero conseguí que mi querida amiga, cumpliese su promesa de una forma casi imposible, siguiendo la estela del Señor de la túnica blanca, El Cautivo malagueño.

Fechas éstas muy especiales en La Costa del Sol, a la que acuden miles de personas, no sólo buscando las procesiones, el sol y la gastronomía es otro de los atractivos.

Uno de los productos más añorados en nuestras mesas, en los chiringuitos y restaurantes, son los chanquetes, los auténticos chanquetitos de la bahía malagueña, totalmente prohibida su captura; por lo que en ocasiones hay que “echar mano” de la imaginación para recuperar o recordar viejos sabores y he de reconocer que a mi no me falta. En ésta ocasión uno de los platos más exquisitos en la cocina de mi madre, cuando había excedente de chanquetes y había que freírlos, la mejor forma de conservarlos era mezclándolos con una ensaladilla de pimientos “asaos”, y ya que “a falta de pan, buena son tortas”, freí en vez de chanquetes: gulas, que mezclándolos con la ensaladilla, cerrando los ojos, me trasladaron a los platos de antaño, que por desgracia son difíciles de recuperar.

¿Cómo lo hice?

Para preparar la ensaladilla: asar al fuego directamente (en su defecto se puede hacer en el horno) un pimiento rojo bien grande y dos tomates. Una vez asados, quitarles la piel, procurando que no quede ningún resto de la piel quemada, quitar las semillas y trocear en tiras alargadas el pimiento y en trozos pequeños los tomates.
Picar en trozos muy pequeños, un trocito de cebolla dulce, blanca.
Emplatar, mezclando el pimiento, el tomate y la cebolla, salar al gusto, añadir un chorreoncito de vinagre vino blanco y aceite de oliva virgen extra. Mezclar bien y reservar.
Sacar las gulas y salar al gusto, enharinar, pasar por el cedazo a fin de quitar el excedente de harina y freir en aceite muy caliente (uso y aconsejo freidora).
Colocar las gulas fritas sobre la ensaladilla….mezclar e imaginar que son chanquetitos malagueños.

¡¡ Buen provecho!! Y disfruten de Málaga.

9 comentarios

  1. Feliz Semana Santa preciosa, este truquito lo pienso poner en practica ya mismo jajaja, porque normalmente tengo gulas en casa, y quedan muy bien asi presentadas.
    Deseo que no os llueva por Malaga, mis niños no podrian salir a ver los pasos, y tanta gente que se desplaza a todos los puntos de España, es una pena tantos meses sin llover y llueve estos dias, bueno guapa, espero que no os mojeis, besitos

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  2. Que gran manera de sustituir a nuestros añorados chanquetitos. Todavía me acuerdo cuando pasaba Miguel con sus dos cubos de chanquetes y se los vendía a mi madre en la puerta de la casa. Con esta alternativa me has llegao tela. Por cierto espero que vuestro cautivo os pueda saludar desde la calle, ya que se lo que significa para los Malagueños
    Un saludo

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  3. Buenísimo, vamos solo les faltan los ojitos rojos y como los mejores chanquetes. Como tú dices a falta de pan buenas son tortas. Este es uno de los placeres culinarios de nuestra costa que se ha perdido. Me acuerdo también que mi madre los hacía revueltos con huevo. Oh que rabia, en vez de criar doradas podrían criar chanquetes!!!!

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  4. Esta entrada se la paso a mi hija que le encantan las gulas, a mi no.

    Me encantan tus explicaciones,siempre aprendemos contigo.

    Que tengas una semana expléndida.

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  5. Eso es imaginación, si señora. Y gracias a Dios ha salido vuestro Cautivo, que he estado yo pendiente de canal sur para enterarme. Ea.
    Lo de las gulas a modo de chanquetes tengo que probarlo yo, conste.
    Besazos y feliz semana santa.

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  6. Me acuerdo de todo lo que has contado, y de mucho mas, para ti fue una experiencia única, pero ten en cuenta de que yó era la primera vez que iba en una procesión, el sentir a los regulares detras nuestra, que casi nos daban con la punta de los zapatos cuando nuestro paso se atrasaba un poquito, la devoción de los penitentes, unos con cadenas, otros con los ojos tapados, del brazo de algun acompañante, otros con cruces de madera y cadenas, la mayoría descalzos. Pero sobre todo lo que mas me impresionó, fue que despues de dejar la procesión nos adelantamos como pudimos para llegar antes que El al puente de la Aurora y le vimos avanzar andando sobre las cabezas de los miles de devotos que ivan a su lado ( al menos eso me parecion a mí). Por mucho tiempo que pase esa experiencia no se me olvidará, gracias por proporcionarmela, te quiero.

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    1. Una gran alegría poder leerte y verte por "Mi cocina" virtual, la real es "Tu cocina" de verdad y aunque hace tiempo que no la visitas, muchos son los dias y los momentos que me acuerdo de vosotros mientras cocino. Cierto que fue una experiencia que pocos malagueños pueden vivir, seguir al Cautivo casi tocándole....
      Muchas son las vivencias que podemos contar gracias a nuestra amistad y cariño.
      Os quiero......

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  7. Madre mía, debe estar deliciosa!!!

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Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.