MANOLITAS FRITAS


Siempre me atrajo la mar.   En mi niñez la viví tan cerca que el olor a salitre creo que lo llevo impregnado en mi piel; llevo con orgullo mis raíces marengas, quizás por ello mi enorme atracción por el mar, por el buceo, por los barcos, por la pesca y los productos marinos.

Todo ello se refleja en “Mi cocina”, los platos de pescados y mariscos son los que más se consumen en ella (212 recetas al dia de hoy), sobre todo aquellos tradicionales malagueños.

Los preparo tal y como lo hacían mis antepasados cuando era la mar casi su único sustento, ya que por aquel entonces, las personas que se dedicaban a la pesca, se conformaban con la mercancía sobrante, conocida como “bastina” para el consumo familiar.    Eso le ocurría a mi abuelo, con su jábega Mª del Carmen (actualmente en el Museo Maritimo de Barcelona), lo que pescaban cuando los temporales de levante no azotaban la mar, esa mar a la que temían, respetaban y agradecían; cuando salían a “faenar”, lo poco o lo mucho había que repartir entre todos los marineros.    Muchos días pasaban los barcos en la orilla,  amarrados, remendando redes, muchos días de ayuno en las casas y muchas "fatiguitas" para salir adelante.

El hermano pequeño de mi madre, mi tio Pepe, salía cada noche a pescar, faenaba en los sardinales de las playas del Palo y mi madre, a mediado de los años 40, las arencaba en barriles en las fábricas paleñas en la que trabajaba; así que ha sido un producto muy importante en la dieta familiar.

Llamada el “pescado de los pobres”, las sardinas son y han sido la base de la cocina marenga,  se frie, se asa, se espeta, se guisa, se adoba y se hacen en escabeche.
La sardina tiene su mejor momento en Málaga, durante el verano, dice el refrán “las sardinas de Virgen a Virgen (Desde el 16 de Julio día de la Virgen del Carmen, hasta el 8 de Septiembre día de la Victoria, la patrona malagueña); la sardina malagueña tiene un tamaño mediano y son las ideales para hacer los famosos espetos (sardinas ensartadas en caña y asadas al calor del fuego con leña de olivo), las que son grandes y provienen de otras zonas las llamamos “lachas” que generalmente a los malagueños no suele gustarnos mucho; cuando son pequeñitas, las denominamos “manolitas”, perfectas para freir enteras o abiertas al limón, incluso para hacer como los boquerones al natural o en vinagre. 

Las sardinas forman parte de la vida de los malagueños de nuestra cultura han sido y casi son menospreciadas por su bajo precio (hoy las que he comprado en el Mercado de Huelin, estas frescas y ricas manolitas malagueñas, estaban a 1 Euro el kilo, sí han leído bien “Un euro” un kilo de sardinas malagueñas).    
La sardina uno de los mejores obsequios que nos hace el mar, la protagonista de los espetos, reclamo turístico de nuestra Costa del Sol, patrimonio cultural y gastronómico de nuestra tierra, sustento de los humildes pescadores, también se puede disfrutar en casa, a pesar de su olor característico cuando se asan al fuego o en la plancha, fritas están exquisitas y no “huelen” (si éste es el motivo por el que no la preparan) como las que se asan.  

¿Cómo las preparo?

Desescamar las sardinas, cortar la cabeza con unas tijeras y retirar las tripas insertando un dedo en el vientre.
Salar al gusto.
En una sartén calentar abundante aceite de oliva virgen (estoy usando actualmente de Riogordo, malagueño).
Una vez bien caliente el aceite ir enharinando el pescado en pequeñas cantidades (dependiendo del tamaño de la sartén, generalmente cinco o seis sardinitas a la vez) (siempre lo hago en harina de trigo, uso Gallo, sigo la costumbre de mi abuela y mi madre); pasarlas por el cedazo a fin de que suelte la harina sobrante.
Ir friéndolas durante dos o tres minutos por cada lado.   Sacar y colocar en papel de cocina a fin de que absorba el aceite.
Acompañar con una ensalada de lechuga (a ser posible de la variedad malagueña) y tomate, aderezado con vinagre de vino y aceite de oliva virgen extra.

¡¡ Disfruten de Málaga !!

Para mi tio Pepe, uno de los últimos marengos paleños, en estos días tan dificiles de su vida, con todo mi cariño

10 comentarios

  1. Eres un pozo de sabiduría, fijate tan malagueña yo y no sabía que a las sardinitas eran Manolitas, todos los dias se aprende algo, y contigo no es una novedad.

    En casa también las preparamos fritas o a la moruna que nos encanta, asada a la playa que como saben allí, no saben en ningún sitio.

    Tu tio Pepe estará bien orgulloso de su sobrina.

    Besitosss wapi

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  2. que nombre más curioso, las que se pescan en mi pueblo suelen ser pequeñas,(estas tuyas me habían parecido boquerones ) pero la verdad es que son las más sabrosas, me encantan!! estoy deseando que llegue el verano para empezar a cenar sardinita, con una buena ensalada de tomate y un ajito picao.. y uhmmmmmm que maravilla!!

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  3. Ostras ! pues no que creia yo que te habías puesto a freir manolitas, pero de las de verdad, jjajajjajaja, es broma.
    1€ el kilo????????????????????, madre del amor hermoso! si aquí cuando más económicas están es a 4 y pico €. Me voy para Malaga ahora mismito.
    Que ricas están así enharinadas y fritas, hummmmmmmmmm. En este blog se aprende de todo hija mía.
    Besazos

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  4. cuando he leido este nombre de "manolitas fritas" he dicho ostras!! que es y me ha hecho mucha gracia ver que son sardinas, pero en tu tierra se pueden comer con más gusto, porque por aquí ya son manjar de ricos al precio que van.

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  5. Como siempre lo que nos cuentas es muy bonito y estas sardinas fritas son muy ricas, aunque no sabía que se llamaban Manolitas.
    Besos.

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  6. No tenía idea que se las llamaba así, me gustan mucho, yo cuando son pequeñas suelo hacerlas así como tú, pero luego echarles tomate frito casero y dejar que se enfrien, para las cenas del verano resultan ideales. Besosssssss

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  7. En Madrid, puedes encontrar restaurantes de todo tipo hasta los más extraños, puedes comer carne de canguro, huevos de avestruz o la mejor merluza fresca gallega si quieres, pues..hasta la fecha (que yo tenga noticia) a nadie se le ha ocurrido hacer espetos de sardinas..creo que se hincharían a ganar dinero, recuerdo cuando vivía allí como hechaba de menos ese arte en cocinarlas.

    Esa sardina y boquerón de plata malagueños son algo tan sabroso. y además sano y barato que, no podemos dejar de consumir. Haces muy bien en estar orgullosa de esas raices marineras. Gracias Tio Pepé por haber contribuido a ello.
    Un beso

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  8. No conocía este nombre eso si se llamen como se llamen estan de lujo besitos

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  9. Aisssssssssssss, con lo que me gustan a mi las sardinas, y nunca las he comido fritas. ¡Qué buenas deben estar! Aunque te digo una cosa, se me pone un espeto por delante y no me den otra cosa que no quiero jejeje Ya estoy pensando en esos espetitos de verano en el Rincón con mi picaillo de tomate...

    Un besote, como siempre un placer leerte.

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  10. A 1 Euro¡¡¡¡ Yo las compré a 3 en Torre del Mar el viernes pasado. Estaban exquisitas pero no pude espetarlas porque eran tan pequeñas que se partían. Las puse en la barbacoa con una parrilla especial que tengo. Mi madre las hacía también fritas y a mi encantan pero mi hijo y Lourdes sólo las quieren asadas, así que me comeré las tuyas que tienen una pinta estupenda. Besos

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