GAZPACHO CREMOSO DE MELON CON JAMON
¿Quién no recuerda aquellos “puestos” de melones y sandías,
donde cientos de ellos se vendían apilados unos sobre otros formando enormes montañas, a pie de las carreteras, incluso en cualquier esquina de las
calles de nuestras ciudades?
Esos puestos hechos con palos y cañas, resguardados del
implacable sol veraniego andaluz por un techado de hojas secas, con los blancos
botijos colgados, donde nada más acercarse te llegaba el olor dulzón de su
mercancía, dulces melones amarillos, verdes oscuros (los riquísimos melones
llamados piel de sapo) y las hermosas sandías verde oscuras por fuera y de un
intenso color rojo con sus semillas cual lunares negros, fiel reflejo para un
traje de gitana andaluz.
¿Se lo calo?....preguntaba el vendedor, de piel morena,
tostada por los rayos del sol a pesar de su sombrero de paja…. Y a continuación
hacía una pequeña cuña, triangular y la daba a probar…con la seguridad, de que
una vez “calado” el cliente lo compraría.
Esa era la costumbre, puro “marketing” ancestral.
De aquella costumbre el refrán tan español: ¡ Te tengo
“calao” como a los melones ¡
Mi padre era un experto en reconocer tan exquisita fruta, él
y mi madre, me enseñaros a distinguir con dos o tres toques, dándoles unas
palmaditas consiguiendo con ése sonido a hueco que te dice si está maduro el
fruto, a pegar la nariz en el sitio preciso (en los bordes), saber si está en
su punto y en ése mismo punto con la punta de los dedos apretando y comprobando
así su “dureza” o madurez. Pequeños trucos de antaño.
Aunque no llegué a aprender como maduraba los verde, con que
arte con una cuerda, procurando que no tuvieran ningún golpe, los ataba y
colgaba en verano y los colgaba del techo para que maduraran de forma natural,
teniendo así la oportunidad de consumirlos en la época navideña, cuando solía
regalarlos a los amigos, como un producto excepcional, algo único fuera de
temporada (de estos hechos ya hace más de 40 años).
¿Qué niña no secábamos las pipas de los melones sobre papel
de estraza al sol y una vez secos, echándoles sal, comer tan rica semillas? ¿Qué
malagueño no ha enfriado su sandía o el melón enterrándolo en la arena, en el
rebalaje de la playa?
Ahora hay en nuestras cocinas melones todo el año, aunque sean traídos de vaya Vd a saber donde, aunque sean de invernaderos o “conservados” meses y meses en cámaras frigoríficas, melones a los llamarles “melón” debería ser un pecado. Pero es lo que hay, quizás hemos tenido que sacrificar la calidad, el sabor de los productos de temporada, de los productos del “lugar”…..yo sigo buscando los sabores de antaño, los de toda la vida, los de mi niñez……procurando conservarlos en “Mi cocina” y consumiéndolos en su época y de la zona….
Hace tiempo que se puso de moda en los mejores restaurantes,
un snobismo en aquellos entonces, una combinación de origen italiano: el melón
con jamón, el 'prosciutto con melone', realmente una riquísima mezcla de
sabores, muy simple de hacer, presentaban rodajas de melón con jamón por
encima.
Últimamente quienes visitan “Mi cocina” habrán observado mi
tendencia personal por las sopas frías, porra antequerana, llámenla salmorejo
si lo prefieren o gazpachos que prefiero dejar más espesos y comerlos con
cuchara…..añadiendo mango, aguacate o bien un simple zoque de maduros tomates;
pero es que las calores aprietan en éste Sur andaluz, por éstas tierras
malagueñas donde el “terrá” nos invita a deleitarnos con productos de nuestra
tierra.
En ésta ocasión se me ocurrió preparar un “gazpacho” de
melón con jamón. Un rico melón piel de
sapo, unos trozos de jamón “granaino” y a disfrutar….
¿Cómo lo hice?
Cortar el jamón en trozos pequeños y reservar.
Cortar algunos trocitos del melón, incluso con su piel, para
adornar.
En el vaso de la minipimer echar trozos de melón sin piel ni
semillas, una rebanada de pan, sal al gusto, un chorreoncito de vinagre de vino
blanco, un chorreón de aceite de oliva virgen extra (en ésta ocasión de
Periana, malagueño) y una cucharadita pequeña de nuez moscada en polvo y a
potencia máxima hacer una crema. Probar
y si es necesario rectificar en ése momento alguno de los ingredientes.
Emplatar, colocar los trozos de melón y jamón, unas gotas de
aceite de oliva….para adornar.
Si gustan dejar en el frigorífico unos minutos para que
refresque, pero aconsejo tomar a temperatura ambiente a fin de saborearla en su
plenitud de naturalidad.
¡¡ Buen provecho !!
10 comentarios
no lo habia oido nunca y la verdad es q tiene muy buena pinta
ResponderEliminarun saludo
Hola, Carmen Rosa, gracias por tu amable comentario, lo que me ha permitido conocer tu cocina y las recetas tan ricas que tienes. No me las perderé.
ResponderEliminarCompruebo gratamente que te gusta como a mi, ampliar el concepto "gazpacho" y hacer otras versiones. De melón aún no lo he probado, pero seguro que en breve lo hago.
Un beso
Ay Carmen Rosa. siempre me traes buenos recuerdos y eso que creo que soy mayor que tu.
ResponderEliminarEn Alcoy, de donde soy, los melones y sandías los vendían en una especie de barracas de madera normalmente pintadas de verde oscuro. El frontal de la barraca se componía de una parte baja que usaban como mostrador y donde tenían la balanza y la parte superior servía para cerrar el puesto. ¡Que recuerdos!. Mi padre era el melonero como yo lo llamaba de la casa. No podía volver a casa sin comprar melones o sandías, pero sobre todo melones. Los que él sabía que estaban más verdes tambien los ataba y colgaba en el patio del piso donde vivíamos. Esos como tu dices eran para Navidad.
Ahora que él ya no está y tengo que elegir un buen melón tardo una eternidad, recordando como los elegía él.
Enfin... recuerdos, nostalgias de tiempos pasados.
Y esa cremita de jamón tiene que estar deliciosa con el toque de nuez moscada. No se me hubiera ocurrido. Lo probaré, ya que en casa gusta mucho el jamón con melón. Pero así en crema no lo he hecho nunca. Así es que a probarlo tocan!
Besazos
El melón me trae muchos recuerdos de niños, no faltaba en casa nuca y sí como tú recuerdo los puestos de melones de la carretera.
ResponderEliminarEstupenda la receta
No lo he probado nunca pero intuyo que debe estar buenísimo. Bs. De Oli de ENTREBARRANCOS
ResponderEliminarUn gazpacho como este lo hice en un curso de cocina y nos encantó pero ese toquecito de la nuez moscada que le has dado me parece un truqui estupendo!. Me lo apunto..
ResponderEliminarUna manera curiosa de madurar los melones, siempre se aprende algo nuevo visitándote.
ResponderEliminarUn gazpacho rico y refrescante que es lo que apetece y el toque de la nuez moscada me tiene intrigada.
Besos.
Que rico!!! Un buen melón de Almería y ese jamoncito Alpujarreño es la combinación perfecta para este maravilloso gazpacho. Y ahora ya sabes porqué me vine a vivir a Chilches, aquí el terrá no se nota, no hemos pasado de 29º. Saludos
ResponderEliminarYo recuerdo esos puestos de melones y sandías cuando cruzaba Almendralejos camino de la playa, imagino que con la construcción de la autovía habrán desaparecido. También conozco lo de colgar melones en las celdillas para que se conserven durante meses a la espera de disfrutarlos con unas buenas migas en época de matanza... Una pena que nuestras frutas y verduras no sepan como hace años, pero...
ResponderEliminarTu plato de lujo, el toque de la nuez moscada tiene que quedar superior!! Aprovechando que he estado por mi pueblo y he traído algunos melones prepararé la receta, eso sí, con tu permiso yo lo haré con jamón extremeño, que también me traje...
Un beso.
Pilar
La sopita de melón es genial en cuanto empieza el calor (mira mi receta Toñi que te va a gustar). Por cierto (me lo cuenta mi marido), recuerdas cuando después de unas lluvias bajaban por el arroyo de El Palo los melones y las sandías??? Jajaja!! Un beso preciosa.
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.