TOSTA DE QUESO DE CABRA CON MERMELADA DE ACEITUNAS ALOREÑAS Y AJONJOLI



Cocinar es una oportunidad para vivir con intensidad.

La vida se ha ido convirtiendo en una carrera, en un día a día cada vez más ajetreado, en un sin parar y por desgracia para muchos en un “sin vivir”; cada vez el ser humano con menos tiempo para hacer aquello que nos gusta, bien por falta de tiempo y en los últimos años, por lo menos en nuestro país, con menos poder adquisitivo para hacer aquello que nos gusta y mucho menos de disfrutarlo.

Se vive de forma automática y mecanizada, sin quizás pararnos a pensar en ello, en lo que representa y ni tan siquiera en lo que debemos transmitir  con ello.  

Una de ésas tareas que hacemos a diario, o qué “tenemos” y “debemos” hacer a diario, es cocinar, una labor que para algunas o puede ser que para muchas personas es una labor tediosa, un trabajo obligatorio, una rutina necesaria y no precisamente placentera.

Personalmente, considero que aunque la finalidad de ésta diaria tarea es alimentarnos, hay que procurar darle un sentido lúdico, divertido, mirando el lado positivo, pensar que el sentido de cocinar, no está sólo en la comida misma, sino en todo su proceso, desde la compra en sí, hasta el detalle de que cocinar es generar y transmitir alegría, placer y cariño.

Ése cariño que transforma los alimentos, los perfecciona, un “condimento”, un ingrediente tangible, que se hace notar en los platos, en cada preparación, en cada receta…a veces picante como la pimienta, fuerte con el jengibre, otras con todo el salero del mundo y muchas veces dulce como la miel…..

Desde el mismo momento de entrar en la cocina, hasta la hora de servirlo en la mesa, cocinar debe ser sinónimo de disfrutar, disfrutar de la comida con las personas para las que lo has hecho, siendo consciente de que sólo alimentamos el cuerpo quienes cocinamos, sino que en esos alimentos añadimos amor y cariño para nuestra alma y la de quienes se sientan en la mesa….

El cariño es el principal ingrediente de éste plato…el resto:

Pan “cateto” (así llamamos en Málaga al pan de pueblo), un rulo de queso de cabra de Ronda ( hecho de leche fresca de cabra, con una textura cremosa y suave. El rulo se deja madurar en cuevas donde adquiere una corteza aterciopelada de color blanco y un sabor inconfundible), aceite de oliva virgen extra de Ardales, ajonjolí (semillas de sésamo) y mermelada de aceitunas aloreñas de  Aceitunas Roldan.

 

¿Cómo lo hice?

Tostar las rebanadas de pan (procurando que no se quemen, amargarían…), cortarla en trozos.

Mientras cortar el rulo en porciones.

En una sartén echar un chorreoncito de aceite de oliva y calentar (un segundo por cada lado) los trozos de queso.

Colocarlos sobre las tostadas, encima del queso una buena cucharada de mermelada de aceitunas, espolvorear el ajonjolí y regar con aceite de oliva virgen extra….



Fácil, rápido, delicioso….con todo el SABOR A MALAGA y con todo mi amor para mi marido, mi hijo Alejandro y para su dulce Marta….

5 comentarios

  1. Sencillas y seguro que con mucho sabor, pero sobre todo con ese ingrediente extra que lo hace todo aún más bueno, el cariño.
    Besos.

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  2. Muy rica y novedosa receta,de vanguardia, conjugando sabores muy de Málaga.
    Un beso

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  3. Si es que muchas veces lo más sencillo de preparar suele ser una grata sorpresa para el paladar. Estas tostas son la prueba de ello, me gustan Toñi.

    Besiness

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  4. pues tiene pinta de estar bueníiisimo! :)

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  5. Ummmmmmmmmmmmm que cosa mas facil y rica seguro que esa tosta estaba de rexupete quien pudiera dar buena cuenta de una ahora.
    Como siempre un post fantastico ,es un placer venir a visitarte.
    Bicos mil y feliz semana wapisimaaaaaaaa.

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Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
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