COSTILLAS DE CERDO AL AJILLO



Las mejores sardinas, los chanquetitos fritos y los manojitos de boquerones que he comido en mi vida son los que mi madre preparaba y comíamos en casa; las mejores naranjas o las mandarinas, aquellas que ella me daba para merendar, con pan y chocolate, que saboreaba mientras jugaba en la calle, a mordiscos, a sorbos mientras su jugosos zumos chorreaban por mis dedos.       Lo recuerdo con cariño y con la nostalgia, siendo señal inequívoca de que disfrutamos, más de una vez, comiendo con los dedos.   

¿Como disfrutar de unas almejas salteadas, de ésas chupitiras malagueñas….chupar hasta dejar seca las cabezas de las gambas, o de un pellizco de un trozo de pan recién horneado, la exquisitez de una lasquita de jamón, sentir su untuosidad en los dedos mientras llega al paladar, sin usar los dedos?.   

Durante miles de años, el ser humano ha comido con las manos, sólo comenzó a dejar de hacerlo por motivos de higiene y también por el deseo de las clases altas de distinguirse del pueblo llano.

Los cubiertos juegan un rol importantísimo en nuestra vida, en nuestra cocina; comemos con cuchillo, tenedor y cuchara; los usamos todos los días.     

Y como es habitual en mi, suelo preguntarme ¿Cuál es el origen de éstos instrumentos?

¿Sabían Vds. que la cuchara es el utensilio más antiguo del planeta que se han utilizado para comer?  Su origen se remonta a tiempos paleolíticos.  La palabra “cuchara” proviene del latin “cochlea” que significa “caracol” o “concha de molusco”……el mar, siempre la mar unida al hombre.

Conchas de mar o piedras con forma conveniente fueron los comienzos que dieron pie al desarrollo del objeto que hoy conocemos como cuchara; aunque una vez más la arqueología demuestra que las cucharas propiamente dichas, con mango, tal y como las conocemos hoy en día, ya fueron utilizadas para fines religiosos en Egipto hace más de 3000 años.

Igualmente ocurría con el tenedor, las primeras apariciones de éste utensilio con "dientes" fueron en el Antiguo Egipto, donde constaba de un mango con dos horquillas bastante grandes, que principalmente se usaban para cocinar y servir los alimentos.

 Y por último, el cuchillo; de piedra, cuerno, marfil, metal o cerámica, los cuchillos han sido un elemento clave en la historia del planeta, desde el principio de los tiempos ha estado tan presente como la comida en nuestras vidas.  

Aunque no hay que olvidar que tanto cuchillo como tenedor originariamente eran armas, por lo que su uso en la mesa era realmente peligroso.

Una vez que se empezaron a usar los tenedores, ya no era necesario usar su punta afilada para comer, por lo que el rey Luis XIV en Francia, decretó que se redondearan las puntas, tando de los cuchillos como de tenedores para reducir la violencia. 
No obstante, cada sociedad aún en nuestros días, tiene sus costumbres; cuando se viaja o se conoce a personas de otros países y culturas, hay que respetar y comprender respetuosamente sus costumbres a la hora de sentarse a la mesa.     Y si es posible hay que poner en práctica el dicho: “ Donde fueres, haz lo que vieres “

En gran parte de Asia, China, Corea, Japón…es habitual comer con palillos (como dato curioso, ya en china los utilizaban hace 5000 años).


En Thailandia la cuchara es la que manda, de hecho el cuchillo siempre ha estado asociado con lucha y muerte, por lo que tradicionalmente no se usa en la mesa.


En África y Medio oriente, por lo general se usan las manos para la mayor parte de la comida (no usando jamás la mano izquierda, destinada para el baño).


 En India igualmente, se come con las manos porque se cree que es la manera más directa (y menos violenta) de relacionarse con la comida, pues ésta no solo nutre el cuerpo, sino también la mente, el intelecto y sobre todo el espíritu.


En definitiva, usar los dedos, las manos para comer, es una conducta que nos lleva a lo primitivo, es un comportamiento simple, pero a la vez mágico, parece que lo que comemos sin cubiertos sabe mejor; quizás el tacto multiplique nuestras primitivas sensaciones y aunque esté mal visto en nuestra sociedad actual, hay ocasiones donde es difícil no caer en la tentación.

¿Cómo podrían resistirse a coger con los dedos una de éstas costillitas y mordisquearlas hasta dejarlas totalmente “peladas”? ¿Y arrancar un trozo de pan y rebañar ésa deliciosa salsa, incluso ir recogiendo con los dedos ayudándose de la miga del pan los tiernos y sabrosos ajitos?

Les animo pues, a lavarse bien las manos, a preparar el pan, hacer éste delicioso plato...y chuparse los dedos.

¿Cómo lo hice?

Ingredientes para dos personas:

Medio kilo de “corbata” de cerdo (pueden servir costillas), una cabeza de ajos, dos hojas de laurel, diez granos de pimienta negra, un vaso de vino blanco (suelo usar un fino Montilla-Moriles), un vaso de caldo de carne o de pollo (uso siempre caldo de puchero malagueño), sal, medio vaso pequeño de aceite de oliva virgen extra.

Los pasos a seguir:

Cortar la carne en unidades guiándose por el hueso.

Desmenuzar la cabeza de ajos y hacerle a cada diente una incisión por la zona más gruesa.

Cubrir el fondo de una  cacerola pequeña con aceite, una vez caliente echar los trozos de corbata (o de costillas) salar al gusto y dejar freir durante unos minutos, que vayan quedando doraditas.

Añadir la pimienta negra, los ajos y el laurel, de forma que queden bien integrados, removiendo durante dos o tres minutos, hasta que estén doraditos.

Agregar el vino, dejar que hierva durante un minuto a fin de que se evapore el alcohol y echar el caldo.   Bajar el fuego, tapar la cacerola y dejar cocer unos veinte minutos aproximadamente (si fuese necesario añadir un poco más de caldo), hasta que se compruebe que la carne esté tierna y haya reducido la salsa al gusto.

Acompañar con patatas fritas….o arroz blanco.

¡¡ Buen provecho….!!   Y buen fin de semana.        

11 comentarios

  1. Qué ricas! Literalmente para chuparse los dedos! Qué envidia de fotos!

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  2. Pues la pinta desde luego es para relamerse los dedos, hay que preparar una barra de pan, porque lo mejor es esa salsita que esta de muerte, mi madre lo hacia asi y le añadia 1 cucharadita de harina, aqui en Cadiz se llama salsa sobrehusa, esta buenisima, un besito

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  3. Aunque nos guste ser finos y comer con cuchillo y tenedor, la verdad es que hay platos que como se disfrutan es con las manos, parece que no saben igual de otro modo.
    Las costillitas se ven deliciosas y cómo no mojar un buen pan con la salsa!!
    Besos.

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  4. Pintazaaaaaaaaaa tienen esas costillas madre por que no puedo que si no le incaba el diente seguro estan de rexupete como todo lo que sale de tu cocina , te han quedado de relujo.
    Como siempre es un placer venir a visitarte ,ultimamente ando escasa de tiempo para pasarme mas amenudo la de cosas que me estoy perdiendo .
    Bicos mil y feliz finde wapa.

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  5. Menuda pintaza que tienen estas costillas, pa gastar media barra de pan en el moje, vamos!!! ;)
    Besos y buen fin de semana!!!

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  6. Madre mia que pinta.....si si esto se come con las manos.....jjajajaja

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  7. Como resistirse a estas costillas!!!

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  8. Que buena pinta, para chuparse los dedos rebañar todo el plato.
    Estas guapisima en las fotos, es una gran suerte haber viajado por todo el mundo.
    Besos guapa

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  9. Cuanta razón llevas !!!! comer con los dedos es uno de los placeres de la vida, igual que tus viajes, cuanta envidia me das !!!!!!
    Hoy precisamente hago mención en mi entrada de lo que es sentir la comida en las manos mientras le estas preparando, me encanta sentir lo que hago !!!!
    La receta una de mis preferidas, las costillas para mi entran en muchos sitios, pero en salsa son un plato muy habitual en mi mesa, yo debí nacer para perro, si vieras los huesos como los dejo lo comprenderías jajajaja. Un beso Toñi ;-)

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  10. Ahora, ahora mismito, en tiempo real, tengo en el fuego está receta tuya. No le he cambiado ni una coma, incluso he contado los granos de pimienta. La única diferencia es que la estoy haciendo en la olla rápida. No veas cómo huele la cocina! Ya te contaré. Un beso y gracias anticipadas, van a estar de escándalo, seguro.

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    1. Belen...no sabes cuanto, cuanto agradezco comentarios como éste tuyo!!!!! Muchisimas gracias. Este es el motivo por el que merece la pena publicar lo que cocino.
      Segurisima que la bordas.....
      Un abrazo.....

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