"BULLI" DE PIJOTAS


Decían los hombres de la mar, los antiguos marengos del Palo, que el “pescao” tiene sus días, en Enero y Febrero viene arribando la jibia y pulpo a desovar; en Enero, Febrero y Marzo, también llegan a nuestra Bahia las crías de las sardinillas y en Agosto el boquerón. “Tó” tiene su tiempo. 
Los jureles se pescaban en Abril, los boqueroncitos en Junio, las sardinas en Mayo, Junio, Julio y Agosto y en el mes de la Pascua el boquerón gordo, con sus huevas….y el resto de los meses, se cogía toda clase de “pescao” sin perjudicar el medio ambiente.

Así transcurría los días, los meses, los años……padres e hijos, generación tras generación, buscándose la vida, luchando con la mar para mantener su medio de vida: la pesca.

A finales de la década de los cuarenta, las barcas, las jábegas, los sardinales en las playas malagueñas comenzaron su declive, empezaron a ir desapareciendo; quizás el agotamiento de los caladeros, la restricciones legales y nuevas normativas pesqueras e incluso el avance de los barcos con motor (principalmente las traíñas), por lo que los hombres atados al mar y al salitre, buscaron embarcarse en las bacas, en la pesca de altura. 

Patrón de uno de ésos barcos que surcaban los mares, luchando con tempestades hasta las costas africanas, bacas donde se enrolaban aquellos marinos que incluso no sabían nadar, pero que toda su vida estaba unida al mar, mi tio Antonio y con él su hermano mi tio Pepe (enrolado como marinero), hijos del "bichucho" y de "La Rosilla" del Palo. 

La mayor parte de los armadores de las bacas eran de Levante, principalmente valencianos y en los largos periodos de travesía eran como familia…..contaba uno de aquellos marineros llamado “Gorrión” en un reportaje de la Revista Rebalaje:

Yo me embarqué en un barco, estuve tres años, el Maria León (aquel cuyo Patrón era mi tio Antonio y que los marineros llamaban “el submarino”), comía fideos o arroz, lo hacían “mú” bien ¿en? “mú” sabroso (solía cocinar mi tio Antonio….), eso por la mañana. Por la tarde comíamos bulli, el bulli es emblanco de pijotas.

Era la primera vez que yo leía el nombre de ésta receta: bulli…..por lo que vuelve a mi, ésa pasión por saber el origen de los nombres de las recetas, el por qué y de donde. Intentando y ante no encontrar nada al respecto llego a la conclusión de que seguramente proviene de la palabra del catalán y valenciano: “bullit” que viene a significar “hervido”.

Pienso que igual algún marinero valenciano o de las costas levantina, quien sabe igual el armador probaría el emblanco de pijotas y diría: es un billit de peix (hervido de pez). La costumbre o la forma de hablar de los malagueños, “comiéndonos” la mayoría de las terminaciones de las palabras, daría lugar a “bulli”. Y ahí quedó el nombre en boca de los marineros para hablar sobre un “hervido de pescado” o “emblanco” como diríamos los malagueños, gente de la mar: billi de pijotas.

Éste delicioso pez, mejor dicho pescado (ya está fuera del mar) de la familia de los gádidos, de cuerpo alargado, casi cilíndrico, éste pescado blanco, tan malagueño, tan estimado, de poca grasa, de color gris plata como la mar, de aspecto serio, con mirada penetrante y cara de pocos amigos, cuyo nombre científico es “Merluccius merluccius”, se le conoce como pijota cuando es pequeña, pescadilla cuando es mediana y pescada o merluza cuando es de grandes proporciones, pasando los dos kilos de peso. 

Con unas “pijotitas”, he preparado éste bulli paleño….como lo harían la gente de la mar. Y dejando volar la imaginación pensé en que no sería verano, época de tomates, así qué…. 

¿CÓMO LA HICE?

INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS: 

Cuatro pijotas, un pimiento verde, una cebolla blanca, dos hojas de laurel, 2 litros de agua, dos dientes de ajo, una patata gorda, medio vaso de aceite de oliva virgen extra (a ser posible malagueño), sal y un limón.

LOS PASOS A SEGUIR:

Limpiar las pijotas cortándole todas las aletas y sacándoles la parte de la tripa, pero dejándolas entera. Enjuagarlas bien y reservar.

Lavar el pimiento, sacar las pepitas y partir por la mitad, pelar la cebolla e igualmente cortarla en dos mitades.

Pelar los ajos y reservarlos enteros.

En una cacerola echar el agua, el aceite, el pimiento y la cebolla llevando a ebullición dejando cocer a fuego fuerte hasta que la cebolla blanquee. Añadir las rodajas de patata y dejar cocer a fuego lento.

Una vez que las patatas estén blandas, retirar el pimiento y la cebolla, echar las pijotas enteras, el laurel y salar al gusto. Dependiendo del tamaño del pescado, dejar hacer unos cinco minutos.

Apartar del fuego que repose unos minutos.

Al emplatar, echar un generoso chorreón de limón.

¡¡ Buen provecho !!

Y del mar y para la gente de la mar, CUADERNOS DEL REBALAJE una fuente de sabiduria popular, paleña, marenga, malagueña que publican los amantes del mar....siempre la mar.

10 comentarios

  1. Hola guapetona!!, espero que ya vayas mejor de esa gripe que te ha tenido alejada de nosotras y si no es así, me avisas que voy y la caneo jajajajaja. Este guiso que nos traes me recuerda tanto a uno que hacía mi abuela, que ni te lo imaginas. Mi abuelo, como ya te comenté en otra ocasión era pescador y por lo tanto, gran consumidor de pescado. Mi abuela lo preparaba tooooodos los días, o bien al almuerzo o a la cena y algo así preparaba muchas veces y lo acompañaba con un buen trozo de pan y vino (gallegos, como no jajajaja). Es una receta sencilla pero llena de sabor Toñi. Un plato de mar, con sabor a mar y en tu caso, malagueño :)

    Besines preciosa,ponte buena pronto eh

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  2. Hola Toñi, he leído con atención tu receta y el preámbulo que le precede. La verdad es que yo no sabía (o no recuerdo) que al emblanco hecho con pescadillas le llamaran así. Por lo demás, yo he conocido toda la vida al Gorrión, y siempre le aprecié de una manera entrañable aunque nunca llegué navegar o pescar con él. Para mí,el barco que yo he conocido apodado como "el submarino" era el 'Mari Feli Feriche', donde, como sabes bien, coincidí con tus dos tíos precisamente cuando tu tío Antonio vivía a cinco metros de mi casa. Por lo tanto, además de navegando, nos veíamos con frecuencia cuando estábamos en casa. Ah, que yo recuerde, en mis tiempos le llamábamos pijotas a las pescadillas más grandes. Espero no haberme equivocado escribiendo este comentario, pues acabo de llegar del oculista de hacerme una prueba y tengo las pupilas tan dilatadas que estoy escribiendo casi sin poder ver. Un cordial y afectuoso saludo.

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    1. Todo un honor para Mi Cocina que tan insigne escritor y poeta paleño escriba en Mi Cocina, máxime habiendo sido compañero de fatiga de mis tios, allende los mares. Gracias por tu comentario y por tu rectificación, efectivamente era el "Mari Feli Feriche" donde navegastes con ellos y que como bien me hicistes saber, le llamabais "El submarino" por su bravía. La historia, la contó "Gorrión" en los cuadernos del Rebalaje, así comenzó ésta receta a "hervir" en "Mi Cocina".
      Con tu permiso, ya que ha salido doble, quizás por lo de tu vista, el comentario, voy a "eliminar" el siguiente que se ha publicado.
      Un fuerte abrazo.....

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  4. Mi pescado favorito, las pijotas, pescadillas, y mi emblanco preferido, el hecho con este pescado, mi madre, las pijotitas, las fríe mordiéndose la cola, uhmm hace tiempo que no las como, mañana mismo le pongo remedio.
    Como siempre se aprende mucho viniendo a tu cocina, besos.

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  5. Ummm, un emblanco calentito!!! Cómo apetece!!!

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  6. Seguramente el nombre vendría de bullit, o sea un hervido que ha tomado nombre propio, bulli. Lo importante es que es un plato sencillo, pero rico de los que sientan al estómago de maravilla, que a veces nos hace falta tomar cosas más simples.
    Besos.

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  7. Qué buen caldo y qué pescado tan exquisito!!un beso

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  8. Bulli viene de bullir que en castellano significa hervir

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