FLAN DE CHOCOLATE CON FRESAS Y PURÉ DE KIWI CON AROMA DE ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA



Era uno de los muchos regalos que nos hacía mi hija éstas navidades, éste en especial era para mi marido: un libro.  Le había pedido al librero que fuera de las últimas novedades y eligió el de un afamado escritor que nos encanta, con tan mala fortuna que cuando llegó a sus manos, ya lo teníamos en nuestra biblioteca.  

Le habían vendido la cuarta edición…sí, quizás era novedad en ésa librería, a la que volvimos para, lógicamente cambiarlo por otro, rebuscando vimos un libro que mi marido con la generosidad que le caracteriza escogió, yo tenía ganas de ver la película, lo decía una y otra vez cuando la anunciaban en televisión o veía algún reportaje, y así llegó a mis manos: Palmeras en la Nieve.

 Comencé a leer el libro y aún no lo había terminado, cuando mi hija nos sorprendió una tarde indicándonos que teníamos las entradas en taquilla.  ¿Y vamos a ver la pelicula cuando aún voy por la mitad del libro?  Sí, no me importó, vimos el film que me encantó…pero más me cautivó la historia cada vez que me sumergía entre las líneas de su autora, hasta el extremo de que a pesar de tantas páginas, me supo a poco....no quería que terminara.   

Luz Gabás, la autora de tan fantástica historia, me ha permitido descubrir una parte de nuestra historia que no conocía…gracias a Palmeras en la nieve, he aprendido que Fernando Poo no es el lugar a donde enviabas a las amigas cuando nos enfadábamos de pequeña, que los habitantes y oriundos de una parte de África llamada Guinea eran o son españoles.   


He descubierto un mundo lleno de contrastes, de las características de la sociedad y de la política sobre todo de unos años en los que yo ya vivía y de los que no llegué a tener constancia.    

Ciertamente, Luz Gabás me hizo viajar a los paisajes guineanos, cuando reconstruye el mundo colonial con una descripción tal que no puedo más que recordar aquel anuncio del Cola Cao de mi infancia que veía con toda la inocencia del mundo y que canturreaba sin darme cuenta de lo que escondía detrás, aquella cancióncilla: “yo soy aquel negrito del Africa tropical…..” y a intentar saber más sobre la planta que nos "regala" el chocolate...

Minuciosas descripciones de aquella isla, de sus gentes, de la bulliciosa Santa Isabel, capital de la isla, de la convivencia entre españoles peninsulares y nativos, de los cacaotales y el cultivo y elaboración del cacao, aquel manjar de color oscuro, alimento de los dioses de la mitología azteca que Moctezuma bebía en copas de oro..  los aztecas pensaban que las semillas de las que obtenían el chocolate no eran sino la materialización de Quetzalcoatl, dios de la sabiduría.

Hernán Cortes dijo: «Cuando uno lo sorbe, puede viajar toda una jornada sin cansarse y sin tener necesidad de alimentarse».   Y fue él, quien a través de Fray Jeronimo de Aguilar, monje Cister que lo acompañó en su aventura por México, envió el primer saco de semillas de cacao, junto con la receta del chocolate, al abad del Monasterio de Piedra, Don Antonio de álvaro, encargado junto al resto de monjes del cenobio de fabricar el manjar.     

No fue hasta 1534 cuando el cacao llegó a España y fue en la localidad zaragozana de Nuévalos donde se fabricó chocolate por primera vez en el continente europeo.

No obstante, este alimento no se difundió tan rápidamente como se cree por Europa y mientras aquí era considerado un producto selecto y de gran valor, en otros países no era tan valorado.  De hecho, tuvieron que pasar varios cientos de años hasta que en el siglo XVI y XIX empezó a popularizarse como remedio digestivo y estimulante.

Se procuró desde los inicios plantar el cacao en la Peninsula Ibérica y el resultado fue del todo infructuoso, comprobándose que el árbol sólo crece en latitudes comprendidas entre los 20° Norte y los 20° Sur.  La expansión y la necesidad de buscar climas propicios para el cultivo del nuevo alimento hace que los árboles de cacao prosperen en Fernando Poo (en la Guinea Española) y a partir de ahí se difundiría por todo el continente africano. (En 1968 España concedió la independencia adoptando oficialmente el nombre de Guinea Ecuatorial).

A todos nos gusta el chocolate. ¿A quien no? Pocas personas se resisten a una buena taza de chocolate caliente, a unos bombones, a un pedazo de pan con chocolate, a un pastel o por que no a una carne guisada con el manjar de los dioses aztecas.. ….que a los españoles parece que nos ha acompañado toda la vida. 

¿Sabian que el chocolate encabeza la lista de las “confort food” o alimentos confortables, aquellos en los que se piensa cuando uno quiere sentirse bien? Sobre él pesan muchos mitos que se originan en las sustancias psicoactivas que contiene el cacao, un potente aintioxidante que contribuye a reducir el estrés y la depresión, la “feniletilamina” y la “serotonina”, e incluso el “salsolinol” interviene en la sensación de placer que provoca el chocolate, al que he de reconocer que somos adictos en “Mi Cocina”.

En ésta ocasión no he podido resistirme a introducirlo en los flanes de huevo…acompañados con fruta.

¿Cómo lo hice?

Ingredientes para cuatro flanes:
250 ml. de leche entera, media tableta de chocolate negro, 30 grm. de azúcar, 3 huevos grandes, caramelo liquido para untar los moldes (en ésta ocasión he usado ya preparado que lo podemos encontrar en cualquier supermercado), 8 fresas, 2 kiwis y 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra (a ser posible malagueño).

Los pasos a seguir:  

En un cazo calentar al fuego la leche junto con el azúcar y el chocolate troceado, removiendo en todo momento; cuando esté todo integrado y deshecho perfectamente, retirar del fuego y dejar enfriar.

Batir los huevos.

Una vez fría la leche chocolateada, añadir los huevos batidos y remover hasta que quede una crema uniforme (suelo hacerlo en la minipimer).

Untar las flaneras con caramelo, tanto la base como los laterales, dejando una cantidad suficiente para que cuando se desmolde quede caramelo en el plato.

Rellenar las flaneras sin llegar hasta el final, hasta el borde.

Colocarlas en una fuente especial para hornear llena de agua y meterlas en el horno previamente calentado a 180º C, dejándolas hacer unos 25 minutos aproximadamente o hasta que metiendo un palillo éste salga completamente limpio.

Sacar del horno y dejar enfriar.

A la hora de servirlo (para que tenga cuerpo, suelo hacerlos con un dia de antelación), desmoldarlos con cuidado.

Machacar medio kiwi por comensal, mezclándolo con aceite de oliva.  Cortar las fresas en láminas, en forma de abanico.

Acompañar el flan con una rodaje y el pure de kiwi, las fresas y el caramelo que queda en el interior del molde.

¡¡ Sean felices…..todos los días del año, pero dicen que el día 14 es especial para los enamorados, así que les animo a preparar éste delicioso flan de chocolate, con el verde de la esperanza y el rojo pasión de las fresas !!

7 comentarios

  1. Que rico Toñi, yo tambien soy aficionada al chocolate, y tengo uno editado pero hace mucho tiempo y tendre que reeditarlo para que las fotos sean mas bonitas, al principio del blog no tenia ni idea de como funcionaba esto, el tuyo con esa decoracion es una preciosidad y una tentancion, un beso guapa

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  2. Que deliciaaa, se me hace la boca agua.... besos

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  3. Tratándose de un flan ya sabes que tengo que probarlos todos, Toñi. Así que guardado queda en mi carpeta a la espera de ser preparado y catado. !! Me encanta !!...y eso aún sin probarlo, pero es que la pinta es fabulosa,hija mía.

    Besinesss

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  4. Muy bueno este flan, con chocolate me encanta.
    Besos
    Cocinando con Montse

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  5. Qué mejor manera para comer la fruta que acompañada de chocolate, quien se va a resistir a este flan tan rico?
    Habrá que leer este libro y luego ver la película, seguro que es muy interesante.
    Besos.

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  6. Bonita historia y buenísimo flan


    Abrazos

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  7. Qué fantástica historia la de hoy Toñi, como siempre me ha encantado. Yo todavía no he visto la peli pero también he sentido que debía verla. Y el libro seguro que es super interesante. La curiosidad mueve nuestras vidas, y eso es algo muy motivador.

    Sobre el flan tiene una pinta fantástica. Y como siempre felicidades porque eres insuperableeeee!!!!.

    Feliz semana wapa.

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