BIZCOCHO ESPONJOSO DE CHOCOLATE, NARANJA Y NUECES, CUBIERTO DE CHOCOLATE Y NUECES CARAMELIZADAS AL RON
El aroma del chocolate está comenzando a impregnar mi cocina, ése lugar donde cada día me cobijo, preparando para los míos ésas recetas, ésos platos que no sólo les alimente el cuerpo, también el alma y el espiritu.
Cierro los ojos, respiro hondo mientras su olor despiertan en mí momentos vividos; recuerdos que me mantienen unida a mis mayores, también a seres queridos que no suelen o no pueden estar a mi lado, a mi mundo al que sin querer a veces me unen mis profundas raíces.
Aromas, sabores y olores escondidos, quizás guardados en algún lugar de mi memoria, que van asomando de vez en cuando, que se escapan en momentos fugaces, haciendo que a veces sienta añoranza, otras tristes, melancólica, pero en muchas ocasiones….feliz.
Los aromas, en nuestra vida, dejan huella y despiertan emociones…..rememoro ésos olores evocadores mientras escribo ésta entrada en éste blog, en éste cuaderno de bitácoras en el que se ha ido convirtiendo y no sólo en un recetario de cocina y al mismo tiempo que remuevo el chocolate, voy recordando tantas cosas, tantos sitios, tantos momentos vividos…. y sin querer, casi sin darme cuenta, una vez más dejo volar mi imaginación, dejo volar mi mente y voy enumerando los olores de mi vida.
El amor, mi amor, huele a la mar, a traje de buceo, a un intenso aroma a salitre, repleto de incansables paseos por el rebalaje, por la orilla, pisando la arena y acariciado por la espuma de las olas; la maternidad, mis hijos, huele a limpio, al dulce olor de su piel bañada por el suave olor de la colonia Nenuco. ¡¡ Cuántas veces me he deleitado, embelesada, aspirando el olor de mis niños !!
Rememoro el olor de mi madre, aquel intenso perfume español…”Joya” del que ella se impregnaba, junto con el perfume de los jazmines que guardaba en su pecho o prendía de su pelo; y el olor de mi padre, aquella embriagadora y penetrante colonia que untaba por su cara y su cabello generosamente….con nombre de Dandy.
Pero es en Mi cocina, son los aromas de los alimentos los que me hacen recordar nuevamente mi niñez…..
El olor al despertar por las mañanas, acompasado del crujir de los granos de café molidos suavemente, en el viejo y rojo molinillo que mi madre apoyaba en su barriga; ése café de pucherete que penetraba en mi cuarto junto con el inconfundible olor que desprendían los tejeringos, aún ensartados en un verde junco….. aquellos deliciosos “churros” en los que encontrábamos en su masa aquellas bolillas de estaño que el aceite hirviendo derretía de la propia sartén del churrero.
O del pan “tostao” directamente en el fuego, en cuya negrura restregaba mi madre un diente de ajo y regaba con abundante aceite de Periana.
Vuelvo a contemplar con nitidez aquella cocina encalada que olía a puchero, a “en blanco”, a potajes….aquellos guisos hechos en cazuelas y ollas rojas a fuego lento, que tardaban horas en guisarse que dejaban impregnados sus perfumes, sus suculentas esencias, en toda la casa durante horas.
Me llega el olor a vinagre con el que mi madre conservaba los plateados boquerones, suavizándolo después con el olor de sus ajitos y de su perejil; aquel olor agriado que tantas veces mi madre impregnaba en algodones y me aliviaba cuando me sangraba la nariz.
Pero continúo removiendo el intenso chocolate….y su dulce olor me lleva a la hora de la merienda de aquella niñez junto a mi hermano, a los bocadillos de manteca “colorá” o de chicharrones, mezclado con el de las copitas de aguardiente dulce donde mojar algún que otro tejeringo. Al inconfundible olor de la leche hirviendo en la lumbre, impregnada del dulce olor del chocolate negro derritiéndose sin prisa…..
Se concentra en Mi cocina aquel aroma de las tazas de chocolate, sintiéndome más y más cercana a aquellos días de mi niñez, pequeños recuerdos muchas veces olvidados y cubiertos por la capa de polvo de los años y que resurgen de lo más profundo de mi mente mientras huelo y saboreo el delicioso chocolate caliente….
En ésta ocasión aprovechando el tiempo hice dos pasteles, uno más grande, otro más pequeño.
Horneé el mayor primero y posteriormente el pequeño, más manejable para poder fotografiar.
Usé ésa misma cantidad que distribuí entre los dos moldes….aunque pueden preparar con éstas cantidades uno sólo, el molde de unos 20 cmts. de diámetro.
¿CÓMO LO HICE?
INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:
170 grms. de mantequlla (a temperatura ambiente), 140 grms.de azúcar blanca, 3 huevos grandes, 140 grms. de harina (especial para pastelería), un sobre de levadura en polvo (especial igualmente para pastelería), el zumo de media naranja, un yogur blanco (sin azúcar), ralladura de media naranja, cuatro cucharadas soperas de cacao en polvo, 50 grms.de nueces de california.
INGREDIENTES PARA LA COBERTURA:
Media tableta de chocolate negro especial para repostería, cuatro cucharadas soperas de nata (especial para cocinar), dos cucharadas soperas de ron, dos cucharadas soperas de azúcar glas, 50 grms. de nueces de california.
LOS PASOS A SEGUIR:
Precalentar el horno a 180º C.
Forrar con papel de hornear la base del molde y untar con mantequilla los laterales.
Mientras en un cuenco echar la mantequilla junto con el azúcar y batir hasta que la mezcla blanquee y esté cremosa.
Echar los huevos, uno a uno, sin dejar de batir.
Tamizar (lo hago con un colador) la harina a la que se le ha incorporado la levadura y remover todo el conjunto hasta que esté bien mezclado.
Añadir el zumo de naranja, el yogur y la ralladura de naranja y remover bien.
Incorporar las nueces partidas en trozos pequeños, pasadas previamente por harina (sacudiéndolas bien).
Verter la mezcla en el molde (he usado uno redondo con un hueco en el centro) y hornear durante unos 30 minutos aproximadamente, con cuidado de que no se queme (comprobar si está hecho, pinchando en el centro con un palito de madera, de las brochetas, y si sale seco es que está listo).
Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
Una vez frio, desmoldarlo y dejar el bizcocho sobre una rejilla, dejando debajo un plato o un papel vegetal para que recoja el chocolate que pudiera escurrir.
MIENTRAS PREPARA LA COBERTURA DE CHOCOLATE:
LOS PASOS A SEGUIR:
En una cacerolita echar el chocolate troceado junto con la nata, ir removiendo con una varilla hasta conseguir que se derrita y se mezcle de forma homogénea.
Con una espátula, echar el chocolate derretido sobre el bizcocho generosamente, pasando la espátula por todos su lados.
Reservar mientras:
En otra cacerolita echar el azúcar y el ron, llevar a ebullición dejándolo hervir durante unos minutos, agregar las nueces, remover a fin de que se impregnen bien, dejando reducir hasta que se caramelicen.
Con unas pinzas, ir cogiendo las nueces y colocarlas sobre el chocolate….
Hay ocasiones en el que a la vida hay que añadirle momentos dulces.....disfruten de ella, sean felices
12 comentarios
Qué entrada más entrañable para una receta dulce como los recuerdos de la niñez. Puede que por eso nos guste tanto el chocolate, porque nos devuelve al paraíso perdido...
ResponderEliminarMe encanta cuando hablas de estos temas!
Muchos besitos, guapa
Qué entrada más entrañable para una receta dulce como los recuerdos de la niñez. Puede que por eso nos guste tanto el chocolate, porque nos devuelve al paraíso perdido...
ResponderEliminarMe encanta cuando hablas de estos temas!
Muchos besitos, guapa
No se cual me ha parecido m as tierno y dulce . Si tu entrada o tu preciosa tarta de chocolate Creo que ambas cosas tienen un gran sentido.
ResponderEliminarFelicidades
Madre mía que ricura. Y qué decirte de lo demás, que eres una gran transmisora deárecuerdos y.emociones.
ResponderEliminarUmmmm que delicia¡¡¡¡ besos
ResponderEliminarQué bonitos recuerdos! Me he sentido indentificada cuando te acordabas de esos panes tostados con ajo restregado y aceite, porque mi madre siempre lo preparaba así para merendar cuando éramos pequeños, o cuando visitábamos a mi abuela en Cádiz y que nos preparaba esos bollitos de mantecá colorá...esos sabores se te quedan y te llevan justo a ese momento.
ResponderEliminarPor cierto, vaya bizcocho tan rico que nos traes, qué daría por un trocito!
1 besazo!!
impresionante es quedarse corto!!! la verdad que me has traido mis recuerdos de la infancia. me encanta
ResponderEliminarOlores y aromas que siempre nos acompañan y traen bellos recuerdos.
ResponderEliminarTe ha quedado el chocolate que cubre el bizcocho muy brillante, casi parece un espejo, además rico, rico con esa mezcla del sabor del chocolate y la naranja que tan bien combinan.
Besos.
tiene una pinta increible y seguro que estaba delicioso, esa cobertura nos encanta!!
ResponderEliminarLas dos cosas estan de dulce, ademas de bonitos debe ser pa morirse de bueno, y yo muero con el chocolate, a mi me vino el recuerdo de aquellas pastillas de chocolate que vendian individuales, no se si eran Eureka, pero es lo que recuerdo y que buenos estaban, o sera la nostalgia de aquellos años los que me hacen recordarlos tan ricos, un beso guapa
ResponderEliminarUmmmmmmmmmmm que cosa mas rica por favor mandame un caxin para el postre me encantra el chocolate y con la naranja es lo mas de lo mas babeando me tienes con esas fotos que lo sepas.
ResponderEliminarBicos mil y feliz semana wapisimaaaaa.
Los olores dicen que dejan huella y en ti se ve que dejaron y mucho, es muy entrañable leer esos recuerdos.
ResponderEliminarEl bizcocho impresionante, a dieta que estoy, ver ese brillo del chocolate hace rugir mis tripas jeje...besos
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.