AJOBLANCO DE ALMENDRAS Y PIÑONES CON GRANIZADO DE MANGO
En la Playa de la Malagueta viejo y famoso barrio malagueño, torero y mediterráneo, de bonitos palacetes con aire romántico donde la burguesía local levantaron sus mansiones durante el siglo XIX y principios del XX, éstas se alineaban a lo largo del Paseo de Reding, espléndidas, elegantes y lujosas, estaban rodeadas de pequeñas construcciones donde vivían las familias marengas, en la arena de su rebalaje se extendían las redes, se varaban las barcas y se sacaba el copo, los cenacheros cargaban sus cenachos con jurelitos, chanquetes, sardinitas, boqueroncitos y la “morralliya” y desde alli, voceandolo los vendían por las calles malagueñas.
Aquella Malaga de bodegas, tabernas, salazonerías, una de las más industriales de España y tan marenga, donde la clase pudiente malacitana era asidua de los baños en los balnearios de la zona, como los de Apolo, La Estrella y los Baños del Carmen junto al emblemático y lujoso Hotel Miramar.
A mediados del siglo pasado, a partir de los años 50, haciendo el camino a pie, desde el centro de la ciudad, atravesando el Parque protegidos del sol y de el calor por su frondosidad y exuberante vegetación o bien siguiendo la linea de la verja portuaria, se llegaba a La Malagueta, la playa de los malagueños.
Muy cerquita, en el año 1886 Antonio Martín, abrió una simple caseta de madera, un chambao realmente, su primer merendero “La Coral”, que con el paso del tiempo y la publicidad que obtuvo a nivel nacional por sus reales clientes, los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, a quienes les encantaron los espetos de sardinas y los boquerones fritos, llegó a convertirse en uno de los restaurantes más emblemáticos de la costa malagueña: Restaurante Antonio Martin.
El mismo edificio, el mismo lugar, la misma mar, el mismo sol y la misma esencia de la cocina malagueña, pero de la mano de Dani Garcia (dos estrellas Michelin), sigue el restaurante: La Moraga de Antonio Martín, donde se pueden degustar platos malagueños con nuevas texturas y contrastes, pero sin perder la esencia de la cocina tradicional de nuestra tierra, como éste ajo blanco que he preparado siguiendo su idea, su arte, aunque el original es sólo con almendra, le añadí piñones y dándole mi toque personal.
¿Cómo lo hice?
Triturar mango maduro en la minipimer y meter en el congelador durante una o dos horas..
Poner en el vaso de la minipimer (batidora), un puñado de almendras peladas, un puñadito de piñones, un diente de ajo (quitándole la raiz central), una rebanada de pan, un chorreoncito de vinagre de Jerez, un vaso de agua, sal al gusto y un chorreón de aceite de oliva virgen extra.
Triturar dándole la textura deseada (para comer con cuchara).
En el momento de servir, echar el mango congelado en el vaso de la minipimer y triturar.
Echar el ajoblanco en un vaso lo más ancho posible y colocar encima el granizado de mango.
Como bien dice Dani Garcia: Hay que cocinar con cabeza, paladar y corazón.
Gracias maestro.
¡¡ Disfrútenlo !!
10 comentarios
Ummm me encanta, este verano estoy viendo muchas recetas con mago y me gusta mucho
ResponderEliminarMadre de Dios, vaya mezcla!!!! El mango nos encanta, la haré. Un besote de OLi de ENTREBARRANCOS
ResponderEliminarQuerida Carmen, entrar y visitar tu cocina es un placer y siento no poder visitarla con la frecuencia que a mí me gustaría.
ResponderEliminarEsta entrada en tu blog es hermosa, no sólo por su narrativa sino por este apetitoso plato que nos has preparado.
Tengo que conocer tu hermosa tierra, es otra de mis asignaturas pendientes; ¡ojalá pueda realizar mi deseo muy pronto!.
Un beso con cariño desde mi cocina y gracias por tu agradable visita.
No consigo encontrar mangos buenos... no todos salen al punto pero esta muy de moda el mango, aunque es mejor la manga.
ResponderEliminarUn saludo, Los Caprichos de Jorge
bueno carmencita este vasito yo pensaba que era un postre y resulta que es salado
ResponderEliminartiene muy buena pinta
Ay madre Carmen Rosa...vaya receta.
ResponderEliminarEso lo tengo que probar yo.
Excelente, vaya, como siempre.
Besazos
que bueno Carmen,esta diciendo comeme,un bikiño
ResponderEliminarUmmmmmmmmmmmmmmmmm divino wapa esta diciendome comemeeeee,te ha quedado de lujo.
ResponderEliminarBicos mil.
Mi Carmen rosa, vaya ajoblanco rico rico, oye y con un pañito de piñones tiene que estar tremendo. el toque de granizado de mango, jo, qué categoría. Una idea estupenda de Dani García aplicada a nuestra cocina. Sensacional. Tanto como la introducción tan bonita y acertada de la zona de la Malagueta. Siempre me quedo embobada con los magníficos edificios de la zona, aunque algunos ya no tengan todo su esplendor. Me cuesta pensar que en aquella zona, porque no lo he vivido, los pescadores hacían su labores y sacaban "cosecha del mar", contrastando con los "ricos" recién instalados de la zona.
ResponderEliminarUn besazo guapísima, espero que tengas un buen regreso de tu vacaciones
Qué receta más rica!! No dejo de probarla!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.