CREMA DE ESPARRAGOS BLANCOS Y JAMON SERRANO
Ésta entrada de hoy en el blog, será la número 1.201 y entre
tantas y tantas recetas, he de reconocer que las cremas y purés casi brillan
por su ausencia.
Aunque cualquiera de los primeros platos que preparo, desde un
puchero, un potaje o una cazuela pueden llegar a ser ésa deliciosa crema o
puré, adaptándola a cada necesidad e inclusive dándole un “toque” sofisticado y
elegante a la hora de emplatar, puede llegar a ser un plato de fiesta.
No es necesario que sus ingredientes sean los más caros o
los más sofisticados del mercado, para conseguir un plato delicioso, rico en
propiedades nutritivas e incluso “resultón” en la mesa.
Un claro ejemplo es la receta de hoy, con un producto que no
falta en la despensa de Mi cocina, los espárragos blancos en conserva, bien
para ensaladas (donde es casi indispensable), para aperitivos (como los famosos
"ANDRESITOS" ” malagueños)
o por qué no, en una sopa vegetal….
Y nuevamente, mi curiosidad gastronómica me lleva a querer
saber un poco más sobre el producto que cocino, hoy el espárrago blanco...ya
que mis mayores, sólo conocían el espárrago triguero, el espárrago verde que se
recolectaba nada más que caían las primeras lluvias en la provincia malagueña.
He podido leer que no fue hasta alrededor del 1500 cuando se
descubrió el espárrago blanco, ya que en origen solo se conocía el espárrago
verde; fue gracias a un monje que tuvo que recogerlo extrayéndolo del terreno,
descubriendo así su exquisitez y sus métodos de cultivo. Ocurrió en Francia.
Llegando al ápice de la popularidad cien años más tarde, en la
corte del Rey Sol, Luis XIV
quién inició el cultivo del espárrago; se cuenta que fue el célebre
jardinero La Quintinye, quien logró hacer gustar los deliciosos espárragos
blancos al insigne monarca.
Una vez más, me sorprendo al saber que es un producto que nos llega desde Asia,
probablemente de Mesopotamia; de hecho su nombre deriva del persa, de la
palabra “sperega” cuyo significado literal es “botón”, sucesivamente los
griegos adoptaron el término “asparagos” que significa “lleno de savia”.
Hay constancia de que desde el antiguo Egipto se difundió
hacia la cuenca del Mediterráneo.
Los primeros documentos literarios se le atribuyen al griego
Teofrasto, que escribió la “Historia de las plantas”, 300 años antes de nuestra
Era; incluso en la Edad Media sólo se recogían y consumían prioritariamente por
sus cualidades medicinales y terapéuticas.
Así pues, llego a la conclusión de que la introducción del
espárrago y de las cremas, se la debemos a la cocina de la corte francesa, la de Versalles, que en definitiva marcó la pauta de todas las
otras cocinas reales europeas.
Es un momento donde hay muchos cambios y aparece un nuevo ritual. Se valora
la pulcritud y la manera de comer, masticar era un signo soez.
Se pusieron de moda los platos cremosos, las mousses y los purés, donde las
verduras formaran parte de los menús regios, guisantes, coliflor y espárragos
entran en los banquetes….
Deliciosa y exquisita costumbre nacida en Versalles…
Versailles, qué
preciosidad, qué maravilloso lugar, no sólo por la imponente
arquitectura y sus interminables y cuidados jardines, sino porque constituye
una parte importante de la historia de Francia. ¡ Algún día volveré !
Mientras, en Mi cocina, rememoro con mis recuerdos, ésa parte de la historia gastronómica: la
crema de espárragos blancos.
¿Cómo la hice?
Ingredientes para dos personas:
Un bote de yemas de espárragos blancos, un puerro, una patata, una cebolla
blanca dulce, tres cuartos de litro de caldo de pollo (sencillamente se puede hacer con las carcasas de pollo), jamón serrano, sal, cuatro
cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra (a ser posible malagueño, en
ésta ocasión de Ardales)...
Los pasos a seguir:
Pelar y picar en trozos pequeños la cebolla, la patata y el puerro. (Reservar
algunos trozos del puerro, la parte más tierna para decorar y dar un toque
crujiente a la receta)
En una cacerola pochar a fuego lento la cebolla junto con el puerro salando
previamente hasta que empiecen a dorar (cuidado de que no se quemen).
En ése momento añadir el caldo de pollo, el caldo del bote de los
espárragos y las patatas llevando a ebullición, aproximadamente unos quince
minutos (hasta que la patata esté blanda), agregar los espárragos (dejando
algunas yemas para decorar); dejar cocer uno o dos minutos (hay que tener en
cuenta que ya vienen cocidos). Probar de
sal y rectificar si fuese necesario.
Pasar por la minipimer y triturar todos los ingredientes de forma que quede
la crema lo más fina posible.
Emplatar, adornar con algunas yemas de espárragos, taquitos de jamón serrano,
puerro troceadito y algunas gotas de aceite de oliva virgen extra.
¡¡ Bon apétit !!
5 comentarios
Que rico y como dices un plato resultón.
ResponderEliminarBesos
Esta cremita se e deliciosa.
ResponderEliminarQué rico sabor el de esta crema, suave y es que a mi los espárragos me gustan tanto que sería capaz de comerme el bote entero.
ResponderEliminarBesos.
Ummmmmmmm que crema mas rica a las fotos e ingredeintes me remito de buena gana daba cuenta de un platito te ha quedado divinisimo.
ResponderEliminarYa mismo me voy a ver la receta de los Andresitos que tienen una pinta fantastica.
Como siempre es un placer venir a visitarte y disfrutar con tus preciosos post ,me encanta ver tus fotos de viajes Versalles es una preciosidad, yo tambien tengo ganas de volver algun dia, me encanto lo poco que visite de Francia .
Bicos mil y feliz finde wapisimaaaaa.
Toñi, me encanta tu receta. Debe de estar buenísima con ese toque de jamón serrano y el aceite de oliva. Un plato muy exquisito. Y además fácil de hacer. Y la historia del esparrago blanco muy pedagógica e interesante. Felicidades. Buen fin de semana.
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.