FILETES DE RODABALLO AL CAVA RELLENOS DE GAMBAS

La fotografía, como sabemos, no es algo verdadero. Es una ilusión de la realidad con la cual creamos nuestro propio mundo privado. Arnold Newman.

La historia de la fotografía comienza en Francia en el año 1839, a partir de experiencias previas inéditas de Niépce, y desarrollada y perfeccionada su técnica por Daguerre. Aunque en definitiva la fotografía es simplemente la impresión de la realidad con el uso de la tecnología, cada vez más avanzada por cierto, es todo un arte.

Con las fotos se produce una transmisión de sentimientos entre quien la realiza y quienes las contemplan, de forma que pueda sentir éstos, lo que sintió quien la hizo.

Como cualquier otro arte, el arte de fotografiar requiere paciencia, conocimiento, experiencia y buen gusto. Yo admiro enormemente a los que tienen ese don y los requisitos necesarios para tan difícil trabajo.

Fotografiar los platos que comemos y compartirlo se ha convertido en un fenómeno social y cultural, a través de los caminos que nos brinda internet, en las redes sociales, foros de cocina, y sobre todo nuestros blogs; en definitiva es una forma de honrar lo que preparamos, y sobre todo aquellas personas que nos gusta cocinar, también disfrutamos compartiendo nuestros platos y recetas con los demás y algo vital es la fotografía de los mismos, es la forma que tenemos de invita a sentarse en nuestra mesa a todo el mundo que nos visita en nuestras cocinas virtuales

Lo que es cierto, es que el acto de comer involucra todos los sentidos: la vista, el olfato, el tacto, el gusto, y el oído y todos estos sentidos hoy por hoy es imposible transmitirlos en una foto, aunque hay verdaderos artistas fotógraf@s-cociner@s que casi lo consiguen.

Yo personalmente, aunque pongo empeño, no consigo muy buenos resultados que se diga, en la gran mayoría de los casos.

Suelo hacer muchísimas tomas a cada plato, siempre y cuando “mis comensales”, mis nervios, las prisas, la luz ambiental y el vapor que emanan, me lo permitan; cambiando la posición del plato una y otra vez, mi cámara hace lo que puede y me consta que no le saco mucho provecho a sus cualidades técnicas (la electrónica no es mi fuerte), los resultados no son muy halagueños en lineas generales, no son perfectas, algunas desenfocadas, pero sí que intento transmitir todas las sensaciones de lo que cocino no solo con la fotografía, sino con lo que escribo que puedo asegurar que lo hago con corazón.

En ésta ocasión, muy a mi pesar no sólo no me satisface el resultado técnico, sino el estético; me queda mucho por aprender en cuanto a la presentación de los ingredientes, pero sí puedo asegurar que el resultado de ésta receta al paladar es realmente exquisito.

No se dejan guiar por la foto final del mismo, ni por como lo decoro, animo a que lo prueben, estoy segura de que lo disfrutaran tanto como lo hemos disfrutado en “Mi cocina”

¿Cómo lo hice?

Sacar los filetes (cuatro) del rodaballo y reservar la cabeza y la espina (me lo hace el pescadero).

Cocer la cabeza y las espinas en agua con un poco de sal durante unos veinte minutos, espumerear cuando hierva y hacer un caldo, colar y reservar.

En un vaso poner un poco de caldo, ya frio, y diluir una cucharada pequeña de maizena y reservar igualmente.

Pelar las gambas (usé gambas frescas de Málaga) y reservar la carne.

Salar al gusto los filetes del rodaballo y enrollarlos sujetándolos con un palillo de madera.

Poner en una cacerola plana un vaso del caldo preparado y otro de cava, llevar a ebullición unos minutos y retirar del fuego.

Colocar en la cacerola el pescado y echar dentro de cada filete las gambas peladas.

Dejar cocer unos diez minutos (dependiendo del grosor de los filetes).

(En esta ocasión agregué unas cigalitas pequeñas de Málaga, son exquisitas)

Añadir un chorreón de nata ( uso President, ligera especial para cocinar), dar un hervor y retirar el pescado y las gambas de la cacerola .

Espesar la salsa añadiendo la maizena disuelta, removiendo hasta conseguir la textura deseada.

Al emplatar colocar los filetes con las gambas en su interior y salsear al gusto.

Acompañar con patatas a lo pobre (en el buscador pueden localizar varias formas de prepararlas).

¡¡ Buen provecho !!