CURRY DE BUEY AL COCO
Todo viaje a Thailandia debería comenzar en Ayutthaya (nombre completo: Phra Nakhon Si Ayutthaya, significa “Ciudad impenetrable), la capital del antiguo reino de Siam (nombre de la actual Thailandia), es una isla en tierra al estar completamente rodeada por tres rios, fundada en 1350 por el rey U-Thong que llegó a ser una de las principales ciudades de Asia por su esplendor.
Incendiada y saqueada por los Birmanos en el siglo XVIII quedó en ruinas, esas ruinas que dan testimonio de su antigua grandeza, es hoy en día Patrimonio de la Humanidad.
La visitamos por primera vez un día de finales del 94, recorrimos sus majestuosos templos, sus impresionantes Budas nos transmitieron ese misticismo innato, disfrutamos cada rincón de tan irresistible ciudad “la más sagrada y divina de las ciudades” envueltos en una tranquilidad espiritual e impresionados con el lugar en el que nos encontrábamos.
Esa noche no pudimos descansar exhaustos de tanta belleza y por la gran tormenta que descargó sobre Bangkok, acompañada de truenos y relampagos que me permitían tener desde la altura de mi habitación y a través del gran ventanal, una vista espectacular de la ciudad iluminada por los rayos y desdibujada al mismo tiempo por las gotas de la incesante y fuerte lluvia.
Amaneció no obstante un espléndido día, con un calor sofocante y húmedo, navegamos en un pequeño barco a través de los canales o klongs del Menam como se conoce popularmente al caudaloso rio Chao Phraya; canales turbios, bordeados de miles de casas de madera y bambú que parecían surgir de las mismas aguas de tonos verdosos, cobrizos junto con los matices grises y ocres de las maderas henchidas de humedad , de vez en cuando entre esos matices de colores apagados surgían resplandecientes templos con techos multicolores , imponentes pagodas con sus paredes inmaculadamente blancas con techos dorados y siempre un Buda. No podía salir de mi asombro ante tanto estallido de colores, paisajes y riqueza espiritual.
Entramos en un templo, cerrado al turismo gracias a un amigo thailandés, donde un monje saludandonos con un wai (juntar las manos y subirlas hacia el mentón) nos invitó a arrodillarnos para poder estar a su altura, interesándose por nuestro lugar de origen (al decirle España, abrió sus pequeños ojos en señal de admiración y exclamó con júvilo: Barcelona), charlamos durante un tiempo y en ése transcurso preguntó mi nombre. Fue toda una grata experiencia hablar con él.
Pasado unos meses volvimos a viajar a Thailandia, quisimos visitar el mismo templo y al entrar vimos y reconocimos al monje que sentado bendecía a todas aquellas personas que se acercaban esperando pacientemente poder acercarse a él, me puse en la cola y tras unos minutos me miró, me llamó por mi nombre. Tuve la suerte de que mi hijo grabó la escena y aún hoy en día me emociona.
Thailandia, su gente, sus paisajes, su arquitectura, su cultura, su misticismo, su gastronomía.........es para disfrutarla, como espero que disfruten ésta receta thailandesa.
¿Como la hice?
Mezclar una cucharada de cilantro molido, una cucharada de comino en polvo, tres cucharadas de pasta de curry mussaman (es un curry tailandés, lo encuentro en un supermercado oriental en Torremolinos, en su defecto pueden usar cualquier tipo de curry en polvo), cuatro o cinco cucharadas soperas de coco rallado.
Echar dos vasos de agua en una cacerola junto con la mezcla anterior, remover, añadir las especias y llevar a ebullición a fuego lento durante un minuto.
Echar la carne cortada en trocitos y cocer durante diez minutos.
Agregar un bote de leche de coco, una cucharada de cacahuetes sin sal molidos, dos cucharadas de salsa de pescado (en venta igualmente en las grandes superficies, yo suelo adquirirla en el mismo supermercado oriental en Torremolinos) y una cucharada de azúcar moreno.
Dejarlo hervir unos veinte minutos, hasta que la carne esté tierna y haya reducido la salsa al gusto.
Probar de sal y si gustan (como en éste caso) picar un poco de pimiento chile picante.
Acompañar con arroz tipo thai cocido (siguiendo las instrucciones del fabricante) o como en ésta ocasión con un arroz thai tres delicias (receta china que pueden ver pinchando en recetas chinas o en el buscador del blog)
¡¡ Buen provecho !!
Incendiada y saqueada por los Birmanos en el siglo XVIII quedó en ruinas, esas ruinas que dan testimonio de su antigua grandeza, es hoy en día Patrimonio de la Humanidad.
La visitamos por primera vez un día de finales del 94, recorrimos sus majestuosos templos, sus impresionantes Budas nos transmitieron ese misticismo innato, disfrutamos cada rincón de tan irresistible ciudad “la más sagrada y divina de las ciudades” envueltos en una tranquilidad espiritual e impresionados con el lugar en el que nos encontrábamos.
Esa noche no pudimos descansar exhaustos de tanta belleza y por la gran tormenta que descargó sobre Bangkok, acompañada de truenos y relampagos que me permitían tener desde la altura de mi habitación y a través del gran ventanal, una vista espectacular de la ciudad iluminada por los rayos y desdibujada al mismo tiempo por las gotas de la incesante y fuerte lluvia.
Amaneció no obstante un espléndido día, con un calor sofocante y húmedo, navegamos en un pequeño barco a través de los canales o klongs del Menam como se conoce popularmente al caudaloso rio Chao Phraya; canales turbios, bordeados de miles de casas de madera y bambú que parecían surgir de las mismas aguas de tonos verdosos, cobrizos junto con los matices grises y ocres de las maderas henchidas de humedad , de vez en cuando entre esos matices de colores apagados surgían resplandecientes templos con techos multicolores , imponentes pagodas con sus paredes inmaculadamente blancas con techos dorados y siempre un Buda. No podía salir de mi asombro ante tanto estallido de colores, paisajes y riqueza espiritual.
Entramos en un templo, cerrado al turismo gracias a un amigo thailandés, donde un monje saludandonos con un wai (juntar las manos y subirlas hacia el mentón) nos invitó a arrodillarnos para poder estar a su altura, interesándose por nuestro lugar de origen (al decirle España, abrió sus pequeños ojos en señal de admiración y exclamó con júvilo: Barcelona), charlamos durante un tiempo y en ése transcurso preguntó mi nombre. Fue toda una grata experiencia hablar con él.
Pasado unos meses volvimos a viajar a Thailandia, quisimos visitar el mismo templo y al entrar vimos y reconocimos al monje que sentado bendecía a todas aquellas personas que se acercaban esperando pacientemente poder acercarse a él, me puse en la cola y tras unos minutos me miró, me llamó por mi nombre. Tuve la suerte de que mi hijo grabó la escena y aún hoy en día me emociona.
Thailandia, su gente, sus paisajes, su arquitectura, su cultura, su misticismo, su gastronomía.........es para disfrutarla, como espero que disfruten ésta receta thailandesa.
¿Como la hice?
Mezclar una cucharada de cilantro molido, una cucharada de comino en polvo, tres cucharadas de pasta de curry mussaman (es un curry tailandés, lo encuentro en un supermercado oriental en Torremolinos, en su defecto pueden usar cualquier tipo de curry en polvo), cuatro o cinco cucharadas soperas de coco rallado.
Echar dos vasos de agua en una cacerola junto con la mezcla anterior, remover, añadir las especias y llevar a ebullición a fuego lento durante un minuto.
Echar la carne cortada en trocitos y cocer durante diez minutos.
Agregar un bote de leche de coco, una cucharada de cacahuetes sin sal molidos, dos cucharadas de salsa de pescado (en venta igualmente en las grandes superficies, yo suelo adquirirla en el mismo supermercado oriental en Torremolinos) y una cucharada de azúcar moreno.
Dejarlo hervir unos veinte minutos, hasta que la carne esté tierna y haya reducido la salsa al gusto.
Probar de sal y si gustan (como en éste caso) picar un poco de pimiento chile picante.
Acompañar con arroz tipo thai cocido (siguiendo las instrucciones del fabricante) o como en ésta ocasión con un arroz thai tres delicias (receta china que pueden ver pinchando en recetas chinas o en el buscador del blog)
¡¡ Buen provecho !!
6 comentarios
Hola Carmen Rosa! al verte por el blog de Orquidea 59, me ha llamado la atención tú nombre, pues el mio es Gloria del Carmen y he venido a verte!
ResponderEliminarMe ha encantado y emocionado, tu entrada de las papas con pintarroja, un pescado que no he comido nunca, tienen una pinta...Éste curri de buey al coco, tampoco está nada mal! La entrada estupenda!
Un saludo.
Siempre quise ir a Thailandia, me llama muchísimo ese país. A ver si me toca la loto y me doy el capricho ;)
ResponderEliminarMientras me conformo deleitándome con esta receta thailandesa que nos dejas. La cúal, dejame decirte tiene que estar deliciosa, entre el curry y el comino a mi personalmente me ha conquistado.
besines
Que rico el buey. Me la apunto...
ResponderEliminarSaludos
Seguro que el plato está delicioso. Pero tu relato me gustó un montón!!! Es super emocionante. Si me pasa a mí lo del monje, me quedó helada... Cuánta sabiduría!!! Gracias, besinos.
ResponderEliminarComo no puedo ir a Thailandia me conformaré con tu curry de buey al coco que tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarbesos
Se ve una receta deliciosa con una salsita muy rica para mojar.
ResponderEliminarUn besín.
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.