LOMO DE CERDO ADOBADO
Ya desde la antigüedad una de las preocupaciones del hombre ha sido la conservación de alimentos, de aquí fueron surgiendo los ahumados, las salazones, los escabechados... y los adobos. En un primer momento, las especias se utilizaban, más que para alargar la vida de los alimentos, para disimular el estado del producto, dándole un sabor especial, ayudaban a disimular el sabor de los alimentos además de modificar y mejorar su aspecto y su olor, Sin embargo, ninguna de las técnicas empleadas antiguamente como conservante han dejado de emplearse, puesto que cada una de ellas también aporta un sabor especial que nos recuerda las técnicas de preparación de alimentos tradicionales.
Hay olores y sabores que inevitablemente me trasladan a mi niñez, a la cocina de ésa magnifica cocinera que fue mi madre, ya que ella al igual que mis abuelas eran verdaderas maestras a la hora de utilizar tanto para el pescado como para las carnes los escabeches y sobre todo los adobos.
Cierro los ojos con el olor que sale de mi horno y me veo en aquella cocina donde las ristras de chorizo y las morcillas de Alhaurin con su manteca “colorá” colgaban y siempre estaban a mano, donde la orza de lomo en manteca hecha de barro rojo siempre la encontraba en el poyete, la ristra de ajo y el manojo de cebollas junto con la rama de laurel, tomillo, romero y manzanilla perfumaban el ambiente.
No faltaba el saco de patatas, la orza de aceitunas “partías” y “aliñás” por mi padre justo al lado de la damajuana de vino de Montilla con el que aderezaba mi madre sus guisos, un cántaro lleno de agua y en la mesa el frutero lleno con limones, naranjas y frutas del tiempo, del terreno y un botijo blanco con agua fresca.
En la pared colgaba cucharones y cucharas de madera junto con los cazos y ollas de color rojo, justo encima del escurreplatos donde los de “duralex” blancos y verdes brillaban con la cálida luz del sol que pintaba de dorada la blanca cocina; al lado como si fuera una custodia, incrustado en un molde de madera, el almirez de bronce que aún conservo en “Mi cocina” que mi madre hacía repicar en sus cantos navideños.
Detrás de la puerta colgado de una alcayata un calendario con una estampa de la Virgen del Carmen, que ofrece el escapulario con la mano (la patrona del Mar), tapado en parte con la talega del pan, bordada primorosamente por ella.
Hoy olía mi cocina, mientras horneaba ésta carne, a la cocina de mi madre, a la de mis abuelas, a las cocinas de antaño, sencillas, humildes pero cálidas y llenas de amor.
¿CÓMO LO HICE?
En un fuente no metálica (de cristal a ser posible, especial para hornear) preparar el lomo con el adobo siguiente:
Dos cucharadas soperas de pimentón de La Vera, un vaso pequeño de aceite de oliva virgen extra (sigo usando de momento de Riogordo, malagueño), una cabeza de ajos con la piel, desgranados haciéndoles un pequeño corte y sal al gusto, procurando que se impregne la carne por todos lados con el pimiento molido y el aceite.
Con éste adobo dejar en el frigorífico durante una noche.
Precalentar el horno a 180º C.
Meter la fuente en el horno, añadiendo previamente unn vaso de vino blanco (uso un fino de Montilla-Moriles) y una cucharada de manteca de cerdo blanca (en su defecto un poco de panceta cortada en trocitos pequeños), dos hojas de laurel y un chorreoncito pequeño de agua.
Dejar en el horno durante una hora aproximadamente, dependiéndo del grosor del lomo, dándole la vuelta de vez en cuando con el jugo y regándolo con su jugo.
Cortar en lonchas una vez frio y consumir bañando los filetes con la salsa.
Se puede comer en frio o calentándolos en el microondas, en bocadillo, cortado en trozos en ensalada.
Ideal para acompañar con unas patatas, pimiento verde fritos y huevos fritos.
Un vinito moscatel malagueño, de Cómpeta.
Quizás mi suegro pintó éste plato de “duralex” con los membrillos viéndolos en su cocina, para no olvidar las vajillas que se pusieron tan de moda en los años 60.
¡¡ Disfruten de la carne, del cuadro y de un buen fin de semana !!
15 comentarios
Delicioso, que manjar. Un beso
ResponderEliminarHola Carmen Rosa, hasta la cocina de mi abuela y de mi madre me has llevado de la mano, las tinajas de aceitunas, el botijo que en mi casa se llama pipote, el calendario de la Virgen de Guaditoca patrona de Guadalcanal y hasta la talega del pan bordada por mi madre.
ResponderEliminarEsta vez me has hecho llorar y no es broma, me olia a mi madre a la que perdi hace 12 años y que lloro a diario, sus comidas simples pero maravillosas, a ella, toda alegria...En fin que la carne es magnifica pero casi que se me han quitado las ganas de comer. Lo que me han entrado son ganas de salir corriendo a mi pueblo y respirar el aire que ella respiraba y luego cuando me entre hambre me paso por tu cocina y me invitas a un trocito, que me va a saber a gloria.
Gracias Carmen por este paseo por las cocinas de nuestras madres, ha sido precioso, Besitos
Un plato de lujo! Un saludo
ResponderEliminarQue delicia, me entran ganas de meter la mano y llevarme el plato, bueno mejor dicho. los platos el tuyo y el de tu suegro.
ResponderEliminarBesitosssss wapy
I love pork loin - this looks delicious.
ResponderEliminaruuuy como me gusta esta receta!!!..
ResponderEliminarpor que a mis hijos les encanta el lomo en todas sus versiones..
y casi todas las semanas compro una pieza..
asi que esta receta cae..no lo dudes....
gracias ..besitos!!
Que carne más rica..Tiene que saber a gloria...Ahora me la estoy imaginando fría cortada en filetitos finos en un mollete de Antequera calentito...uhmmmmm!
ResponderEliminarBesos!
Mujer, que da ganas de darle un mordiscón, que ricura!!!!
ResponderEliminarBesos
Que rico se ve este lomo que ganas de probarlo besitos
ResponderEliminarPero si has descrito la cocina de mi abuela, si pudieramos volver atrás sólo unos minutos....
ResponderEliminarEl lomo tiene que estar de escándalo, no te quepa duda de que lo voy a probar.
Besos
Aún recuerdo algún que otro sábado que esperaba a que mi madre fuese al mercado para ir corriendo a la cocina y rebañar con pan la manteca colorá del lomo de la orza o pegarle un tajo al bacalaó que esteba colgado. Es bonito como has descrito la cocina de tanto hogares humildes y nos has hecho recordar nuestra infancia. La receta la tengo que hacer en cuanto pueda porque debe saber riquísimo. Saludos
ResponderEliminarUysssssssssss que yo también he estado en una cocina como esa. Un lujo de receta. Besossssssss
ResponderEliminarLindo homenaje y recuerdos de la cocina de tu abuela,la que sin duda estaba ambientada con mucho carácter.La receta me parece deliciosa.
ResponderEliminarSaludos desde Chile
Estimada Carmen Rosa: No puedo por menos que emocionarme con tu publicación porque me traen los recuerdos de la niñez, de mi madre y de mi abuela, y la expresión de tus sentimientos me hacen sentirme añorante de aquellos tiempos en los que miraba de reojo para ver lo que las dos se traían entre manos. Tu blog me parece una maravilla y cada vez que puedo hablo de él porque tus recetas son una gran ayuda para todas "las cocinillas" que aunque a veces no tengamos demasiado tiempo para los fogones nos encanta viajar con la imaginación por el arte culinario. La receta de hoy me parece estupenda y quiero realizarla un día de estos. Saludos y buena semana. Felicidades. Pepa.
ResponderEliminarMagnífica descripcion de tu cocina , he cerrado los ojos y la he imaginado y pensando en la añoranza de mi madre me han caido unas lagrimas, describes y tienes un lenguaje que transporta. Tu sensibilidad se hace complice con la mia. Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.