SALCHICHAS FRESCAS EN SALSA AL VINO MONTILLA MORILES
Estaba embarazada de mi hija, de tres meses escasos, era
el mes de Abril del año 1990 y tuve que viajar a Suiza; era el primero de los
más de diez viajes que cada més de Abril de cada año tuve que realizar al país de
Guillermo Tell y del queso gruyere. Un
país de altas montañas alpinas, uno de los países más montañosos de Europa, de
una gran riqueza floral ubicado entre Alemania, Austria, Liechtenstein, Italia
y Francia (en Suiza hay cuatro comunidades lingüísticas: romanche,
alemán, italiano y francés).
Cada año pernoctaba en Zurich y me desplazaba en tren cada
día hasta Bassel (Basilea), una hora de trayecto, en la que disfrutaba de los maravillosos
paisajes, del verdor de sus campos, un
recorrido por la bella naturaleza helvética con unos paisajes de ensueño.
En un punto donde confluye Alemania, Francia y Suiza,
abrazando las orillas del Rio Rin, se encuentra Bassel, una de las ciudades más
interesantes del país, su calidad cultural, sus calles limpias, llenas de
flores, sus elegantes edificios y lo más importante para mi: Sede de ferias
desde el medievo…..éste éra el motivo de mis viajes anuales, asistir a la Feria
Internacional más importante del mundo, del gremio en el que trabajaba.
Pero Zurich, me cautivó, es una ciudad llena de encanto,
medieval y a la vez cosmopolita, vibrante, con uno de los cascos antiguos más
hermosos que he conocido en Europa; ciudad por la que discurre el rio Linmat,
donde los patos y cisnes acompañan a quienes pasean por sus orillas y que
desemboca en un hermoso lago en el centro de la ciudad, rodeada de frondosas
colinas de los majestuosos Alpes Suizos.
Fue en el año 2002 cuando más disfruté de la gastronomía helvética, un maravilloso viaje que pude realizar con mi marido, sobre todo en Zurich, donde por la proximidad la influencia de Alemania se nota sobremanera.
Quiero
recordar que en ésa ocasión, estuvimos en varias ocasiones en un increíble restaurante
que descubrimos en nuestros paseos, RESTAURANT ZEUGHAUSKELLER, un precioso edificio del siglo XV, que en su
día fue un gran arsenal donde además de los cañones, también se guardaban los
estandartes capturados al enemigo, incluso se puede ver el arma de Guillermo
Tell, como atestigua el inventario del arsenal que se realizó en el año 1644
Sentados en grandes mesas, la primera vez compartimos cena y
risas con una encantadora pareja de Estadounidenses, sobre todo cuando
descubrimos una de sus especialidades, salchichas al metro, grandes
salchichas (würstel) heredadas de la tradición alemana, servidas siempre
con chucrut (col agria fermentada) y litros y litros de cerveza, acompañados
por los rösti, una especie de tortillas sin huevo elaboradas a base de patata.
No voy a preparar salchichas suizas….todo se andará….pero sí
he preparado salchichas malagueñas. ¿Qué malagueño no recuerda éstas salchichas en los bares malagueños, una de las tapas más tipicas?
Estas en concreto las hacen artesanalmente en el puesto de carne donde compro habitualmente en el mercado Central malagueño, Mercado de Atarazanas y preparado con vinito de nuestra tierra.
Estas en concreto las hacen artesanalmente en el puesto de carne donde compro habitualmente en el mercado Central malagueño, Mercado de Atarazanas y preparado con vinito de nuestra tierra.
¿Cómo lo hice?
En una cacerola plana echar aceite de oliva virgen extra (estoy
usando de Riogordo, malagueño, que por supuesto por la calidad de los aceites de
nuestra provincia suelo aconsejar) de forma que cubra el fondo.
Cortar una cebolla en trozos pequeños, alargados (como
gusten) y dos o tres dientes de ajo en rodajas
Echarlos en la cacerola, salar al gusto y pochar a fuego lento
hasta que se ponga transparente, con cuidado de que no se quemen.
Agregar las salchichas frescas y rehogar un minuto.
Añadir un vaso de vino blanco (uso un fino Montilla-Moriles)
y un vaso de caldo de puchero (en su defecto caldo de pollo), cuatro o cinco granos
de pimienta negra y dos hojas de laurel.
Dejar cocer durante quince minutos aproximadamente (depende
del grosor de las salchichas) de forma que la salsa reduzca al gusto.
Acompañar con patatas fritas, al vapor, en puré….pero con
una buena copa de cerveza bien fría.
¡¡ Que aproveche !!
16 comentarios
Es que con ese vino tan oloroso ya me lo figuro como estará de rico.Besos
ResponderEliminarMalagueñas de toda la vida, vamos que cuando mi madre se daba la vuelta abría la nevera y ya estando frías, sacaba una y salía corriendo para que no me pillara. O como hacía otras veces revueltas con papas fritas o en un bocata con la salsita chorreando ja,ja,ja. Lo mejor el final....la cervecita. Saludos
ResponderEliminarmadre mia, ayer en Japón hoy en Suiza, me tienes agotada viajando de punta a punta, ja, ja. me encanta y las salchichas divinas.. en casa las suelo hacer asi y de guarnición le pongo repollo en su jugo y puré de patata, son para chuparse los dedos...Un beso!!
ResponderEliminarEsto es para mojar salsita y tiene que estar de lujo, me encanta. Mis hijas con esto te hacen la ola.
ResponderEliminarSaludos
Suiza es un país de bonitos y verdes paisajes, ricos quesos y también chocolate.
ResponderEliminarPero ahora mismo tus salchichas con ese vino son más apetitosas y el sabor me gusta.
Besos.
Me encantan las salchichas, la pena que al resto de la familia no les hace mucha gracia. El toque del Moriles tienen que ser definitivo.
ResponderEliminarBesitos
Hago algo muy muy parecido.. y están TAN BUENAS :)
ResponderEliminarMe encantan este plato, de hecho hoy toca estas salchichas, yo suelo echarle en vez de ajo puerros, y el vino el que tenga en ese momento en casa, y que lujo el aceite de Riogordo, besitos paisana
ResponderEliminar¡Qué ricas! me encantan estas salchichas, yo las hago practicamente igual y quedan de rechupete. Un abrazo.
ResponderEliminarToñi, que siempre aciertas con tus recetas y las descripciones tan amenas que haces de todo... me encanta!
ResponderEliminarYo frío las salchichas antes que la cebolla y el ajo, manías de cada una jaja.
Besitos, amiga.
Yo también utilizo para cocinar el Montilla-Moriles, es que a todo lo que se le echa le da un gustito impresionante.
ResponderEliminarBesitos
Me encantan estas salchichas y las hago muy a menudo con el mismo tipo de vino que tu has utilizado, que buenas están!
ResponderEliminarMe encantan tus historias, y lo bien que describes los sitios en los que has estado.
Besos.
Una receta clásica de la cocina malagueña, que me trae muchos recuerdos pues mi madre las hacía igual que tú y es que el boca a boca es el mejor libro de cocina. Un plato para tiempos de crisis y muy interesante para tod@s aquell@s que a veces no tenemos demasiado tiempo para dedicar a la cocina. Hace mucho tiempo que nos las hago pero pienso incorporarla a mis menús para la próxima semana. Saludos Carmen Rosa y buen finde
ResponderEliminarHoy estoy con esta receta, por ahora, huele fenomenal
ResponderEliminarHa salido buenísima!!!, a mi, como a Pepa, también me recuerda a la cocina de mi madre, pero me faltaba la memoria y hoy mi cocina olía a la de mi madre. El olfato y el gusto son grandes portadores de recuerdos. Gracias artista.
ResponderEliminarTeresa Galdón...¡¡¡¡ Muchas, muchisimas gracias !!!! No sabes cuanto agradezco tu comentario, que compartas conmigo tu experiencia en la cocina y no te imaginas como disfruto cuando, como tu, alguien me indica que alguna de las recetas que publico le hace recordar momentos maravillosos.
ResponderEliminarUn cordial saludo desde "Tu cocina". Y nuevamente muchas gracias.
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.