BERENJENAS FRITAS CON MIEL DE CAÑA DE LA AXARQUIA MALAGUEÑA (Y UN SURTIDO DE RECETAS DE BERENJENAS)
Con enaguas de encaje almidonadas y zapatitos de charol.
Aquellos zapatos negros brillantes quedaron marcados en mi memoria, tan negros y tan brillantes como las cuatro golondrinas de porcelana que colgaban encima del aparador del comedor de mi madre. Del mismo color que aquel alquitrán de madera que usaban los marengos para calafatear el casco de las jábegas varadas en el rebalaje y que se nos pegaba en los pies a la chiquillería cuando jugábamos en la orilla de la mar; tan oscura y brillante como la arropía, aquel caramelo que pacientemente preparaba mi abuela con la miel de caña y que según me contaba servía para poder chupar y así endulzar la boca mientras bebía aquel oscuro brebaje hecho con “cebá” (cebada tostada) a falta del sabroso café.
Quedó grabado en mi mente el brillo y el negro color de los zapatos de charol, que aún hoy en dia calzo, el alquitrán que me solía quitar mi madre con aceite cuando venía de la playa, aquellas golondrinas que ya no volverán, el sabor y el color del azúcar de caña de la Axarquía malagueña que siempre acompaña a una negra y brillante berenjena.
Aquellos zapatos negros brillantes quedaron marcados en mi memoria, tan negros y tan brillantes como las cuatro golondrinas de porcelana que colgaban encima del aparador del comedor de mi madre. Del mismo color que aquel alquitrán de madera que usaban los marengos para calafatear el casco de las jábegas varadas en el rebalaje y que se nos pegaba en los pies a la chiquillería cuando jugábamos en la orilla de la mar; tan oscura y brillante como la arropía, aquel caramelo que pacientemente preparaba mi abuela con la miel de caña y que según me contaba servía para poder chupar y así endulzar la boca mientras bebía aquel oscuro brebaje hecho con “cebá” (cebada tostada) a falta del sabroso café.
Quedó grabado en mi mente el brillo y el negro color de los zapatos de charol, que aún hoy en dia calzo, el alquitrán que me solía quitar mi madre con aceite cuando venía de la playa, aquellas golondrinas que ya no volverán, el sabor y el color del azúcar de caña de la Axarquía malagueña que siempre acompaña a una negra y brillante berenjena.
Esta miel de caña con la que se preparaba la rica ARROPIA
Berenjenas que me recuerdan a mi niñez.
Aunque hoy en día, ésta hortaliza originaria de la India, las podemos encontrar de todas las formas y de todos los colores (verde, rosa, blanco, amarillo, violeta, etc.), existen alrededor de 1700 especias conocidas. Aunque la que yo recuerdo y sigo comprando, la que siempre consumíamos (que yo recuerde) en el Sur de nuestra península, era negra y brillante.
Su introducción en Europa data de la Edad Media, cuando los árabes la trajeron a España.
Uno de los platos más típicos malagueños a la hora de consumir la berenjena es frita, enharinada previamente y regada con miel de caña.
Esta es una de las primeras recetas que publiqué en Mi cocina, tuvo lugar hace ya casi cuatro años, la hice el 29 de Abril del 2009, (ESTE ES EL ENLACE A LA ENTRADA) por lo que he querido rememorar ésta receta dando unos consejos a la hora de cocinarlas.
Curiosamente, ésta hortaliza se ha de consumir cocinada, nunca cruda, a fin de eliminar las sustancias tóxicas que contiene.
Si es para freir, deben cortarlas lo más finita posible.
Si tienen que cortarla previamente déjenla reposar en agua con un chorreón de limón durante quince o veinte minutos, así eliminarán el amargor propio de dicha hortaliza, escurriéndolas bien, secándolas con papel de cocina y hacerlas lo antes posible.
Debe salarse antes de su preparación a fin de eliminar su contenido en jugos amargos, reducir su humedad y conseguir que la carne esté más densa y así absorberá menos aceite, sobre todo si se va a freir (deben tener en cuenta que absorben una importante cantidad de aceite en la fritura).
Enharinar una vez que estén bien secas, en harina de trigo y pasar posteriormente por un cedazo para eliminar el exceso de harina.
Freir en aceite de oliva muy caliente, escurriéndolas bien y posteriormente colocándolas en papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Berenjenas que me recuerdan a mi niñez.
Aunque hoy en día, ésta hortaliza originaria de la India, las podemos encontrar de todas las formas y de todos los colores (verde, rosa, blanco, amarillo, violeta, etc.), existen alrededor de 1700 especias conocidas. Aunque la que yo recuerdo y sigo comprando, la que siempre consumíamos (que yo recuerde) en el Sur de nuestra península, era negra y brillante.
Su introducción en Europa data de la Edad Media, cuando los árabes la trajeron a España.
Uno de los platos más típicos malagueños a la hora de consumir la berenjena es frita, enharinada previamente y regada con miel de caña.
Esta es una de las primeras recetas que publiqué en Mi cocina, tuvo lugar hace ya casi cuatro años, la hice el 29 de Abril del 2009, (ESTE ES EL ENLACE A LA ENTRADA) por lo que he querido rememorar ésta receta dando unos consejos a la hora de cocinarlas.
Curiosamente, ésta hortaliza se ha de consumir cocinada, nunca cruda, a fin de eliminar las sustancias tóxicas que contiene.
Si es para freir, deben cortarlas lo más finita posible.
Si tienen que cortarla previamente déjenla reposar en agua con un chorreón de limón durante quince o veinte minutos, así eliminarán el amargor propio de dicha hortaliza, escurriéndolas bien, secándolas con papel de cocina y hacerlas lo antes posible.
Debe salarse antes de su preparación a fin de eliminar su contenido en jugos amargos, reducir su humedad y conseguir que la carne esté más densa y así absorberá menos aceite, sobre todo si se va a freir (deben tener en cuenta que absorben una importante cantidad de aceite en la fritura).
Enharinar una vez que estén bien secas, en harina de trigo y pasar posteriormente por un cedazo para eliminar el exceso de harina.
Freir en aceite de oliva muy caliente, escurriéndolas bien y posteriormente colocándolas en papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Pero no dejen de pasar éstas ricas formas de prepararlas y disfrutarlas:
El pisto malagueño, un pisto malagueño sin berenjenas…no es un pisto.Pinchando AQUI tienen la receta.
o freírlas alargadas, como si fuesen patatas fritas, un ideal acompañamiento para cualquier plato.
o rellenas a la "turca" (pinchando aqui tienen la receta)
o rellenas a la "malagueña" con mucha verdurita (pinchen aqui)
o al más puro estilo hindú, un guiso de berenjenas con curry (pinchen en éste enlace, llegarán hasta la receta) ideal para vegetarianos.
y a la plancha, con otras verduras y un toque de vino de Málaga, un moscatel de mi tierra...
Una verdura que no les dejará indiferente…como a mi los zapatos de charol.
Buen provecho, buen comienzo de semana y recuerden disfruten de Málaga, de su gastronomía, de la mar…..
El pisto malagueño, un pisto malagueño sin berenjenas…no es un pisto.Pinchando AQUI tienen la receta.
o freírlas alargadas, como si fuesen patatas fritas, un ideal acompañamiento para cualquier plato.
o rellenas a la "turca" (pinchando aqui tienen la receta)
o rellenas a la "malagueña" con mucha verdurita (pinchen aqui)
o al más puro estilo hindú, un guiso de berenjenas con curry (pinchen en éste enlace, llegarán hasta la receta) ideal para vegetarianos.
y a la plancha, con otras verduras y un toque de vino de Málaga, un moscatel de mi tierra...
Una verdura que no les dejará indiferente…como a mi los zapatos de charol.
Buen provecho, buen comienzo de semana y recuerden disfruten de Málaga, de su gastronomía, de la mar…..
14 comentarios
Este es un aperitivo que nos encanta.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas y feliz semana.
Me encantan con miel, me encantan con salmorejo, me encantan rellenas y por supuesto no concibo un pisto sin unas berenjenas!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Pilar
Tienen una pinta fantástica y para mi, así es como más me gustan.
ResponderEliminarDel resto de recetas, todas estupendas, no te digo nada, porque me gustan todas.
Viendo el enlace del año 2009, se nota una evolución fotográfica evidente y espectacular.
Y hablando de berenjenas, ya casi tengo la receta original de "berenjenas con queso a la rondeña" que andaba buscando y que surgió a través de un poema del sevillano Baltasar del Alcázar que la mencionaba.
Saludos
Jorge.
Qué bonitos los zapatitos de charol, yo también los restregaba en los calcetines de perlé para que brillaran.. tanto como la deliciosa miel de Frigiliana sobre esas berenjenas que conquistan a todo el mundo.. enamoran, como todas tus recetas..Besitos!!
ResponderEliminarAyer compré berenjenas para ponerlas con miel de caña, un plato fantástico que gusta a todos. Y me alegro de que hayas puesto varios enlaces porque me vendrán muy bien!. ¡Me encantan también rellenas de carne picada! Besitos y buena semana Pepa.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe encantan las berenjenas, tal como nos las presentas con miel, se pusieron de moda en Sevilla hace un par de años y en cualquier bar podias comerte una buena tapa con una vervecita bien fría. Me quedo con la entrada entera porque las demás elaboraciones me encantan igualmente. Besos
ResponderEliminarCon esto me autoinvito, me comía una fuente solo.
ResponderEliminarSaludos
No sé cual de las recetas me gustan más. La verdad es que me encantan las berenjenas de cualquier manera.
ResponderEliminarBesos
que ricas,y con esa miel por dios!, yo me quedo con todas las recetas, por que las berenjenas me gustan mucho,como siempre,muy bonito tu relato, por que eso no es una entrada es un relato corto..besitos
ResponderEliminarSoy fan de las berenjenas, me pasa con ellas como con las alcachofas, me gustan en cualquier receta.
ResponderEliminarEnharinadas, fritas y ese chorreón de miel, es una delicia, tan fascinantes como tus zapatitos de charol y tus bonitos recuerdos.
Besos.
Todas deliciosas, aunque conmigo lo tienes fácil ya que me encantan las berenjenas.
ResponderEliminarPara mi simplemente fritas a rodajitas son un manjar
Un saludo
Hola, te cojo recetas pero es la primera vez que comento. Soy boquerona y al leerte me recuerdas mis escenas con mi madre, igualitas, igualitas a las tuyas.Gracias por todo lo que aportas. Una ayuda: No consigo que me queden las berenjenas fritas como las de La Cueva, o El tintero, crujientes y blancas, porque a mi me salen aceitosas ,lacias y renegrías
ResponderEliminarBuenas tardes, ante todo muchisimas gracias por seguir "Mi Cocina"....es tu cocina; la gastronomía no sólo son recetas, son emociones, sentimientos, recuerdos, a veces añoranzas....y gracias por tus amables palabras, son los detalles que hacen que merezca la pena publicar un blog.
EliminarAnte todo, una vez, conforme las vayas cortando, ponlas en agua con el zumo de medio limón. Fríelas en freidora, yo tengo una pequeña, para las frituras, pon el aceite al máximo (190º C), procura que el aceite esté muy caliente. Cuando las vayas a freir, escurres las berenjenas (algunas veces le doy la forma alargadas, como si fuesen patatas, es como más le gusta a mi marido), pásalas por harina, sacúdelas en un cedazo (como el que se usa para el pescado) y las echas en el aceite en tandas no de mucha cantidad, déjalas que se frian bien, que estén doraditas. Sácalas y ponlas sobre un papel de cocina para que éste absorva todo el aceite sobrante y entonces la pasas al plato donde las vayas a servir.....
Seguro que te quedarán mejores que en los restaurantes......Un abrazo.
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.