CHOPITOS A LA PLANCHA CON "MAJAILLO" DE AJO Y PEREJIL
Para aquellas personas que han dedicado la vida a la
mar y ya no están. A los barrios
marineros que existen y existieron: El Palo, Pedregalejo, El Perchel, El Bulto,
Huelin…para todos los marengos, aquellos malagueños que forjaron nuestra
historia, en especial a mi familia, aquellos marengos del Palo, mi pequeño homenaje.
A primerísima hora de la mañana, dependiendo de lo que
quiero preparar, de qué pescado necesito, bien voy al Mercado de Atarazanas (al
que los malagueños coloquialmente llamamos mercado central), al mercado de
Huelin e incluso a la pescadería de al lado de casa.
Suelo buscar la calidad del pescado malagueño, el fresco,
del día….casi de la mar a Mi cocina.
Y es en el mercado de Huelin donde generalmente suelo
comprar el atún, el pez espada, el marisco y las jibias…
Es allí, cuando mirando al mar, viendo alguna que otra
jábega marenga descansando en su orilla, desde el Paseo Maritimo vuela mi
imaginación, no veo la realidad, creo
ver la Málaga de nuestros mayores, la que veían mis padres, por la que andaban
mis suegros e incluso por qué no, aquella Málaga que conocieron siendo niños.
Una zona de mi ciudad, donde se ubica hoy en día el Mercado
de Huelin, el nuevo Paseo Maritimo de la zona oeste de la capital malagueña;
más allá del Guadalmedina, linde de la Málaga residencial y comercial que la
dividía de la zona obrera e industrial que emergió en el siglo XIX a partir de
la zona marinera de Los Percheles, en una extensa zona de la vega malagueña,
junto al rebalaje, a la misma orilla de la mar.
Allí se alzaron las primeras chimeneas industriales, al
mismo tiempo que se cultivaba la caña de azúcar y el algodón, la metalurgía, el
textil, el tabaco, las harineras y la industria ferroviarias fueron
desarrollando sus actividades.
Al mercado de Huelin y a la zona, le dió nombre un inglés. Fue Eduardo
Huelin Reissig, quien levantó las primeras viviendas para los obreros de su
fábrica, una azucarera cuya chimenea fue una de las primeras que señalaron el
progreso industrial malagueño de aquella época. Quinientas viviendas, el llamado en aquel
entonces “barrio del Palodú” que nació como núcleo urbano entre huertas y fincas de labor, en el año 1870.
Otras chimeneas se levantaron y dibujaron un paisaje que
quedó perfilado por varias chimeneas de distintas fábricas, como La
Constancia de los Heredia o la de Los Guindos que se levantaban cercanas a la mar.
Con el tiempo y a medida que el barrio de Huelin
crecía, esas playas y ésas huertas de entonces, desaparecieron como tales, se fueron uniendo tal y como las conocemos hoy en dia; Los
Percheles, las playas de San Andres (que deben su nombre a una ermita que allí
existió, costeada y construida por los pescadores, que tenían a San Andrés como
patrono), El Bulto, todo el territorio quedó dentro de lo que hoy conocemos
como Huelin….´
Hoy no hay industrias, no hay pescadores, no existen
huertas, aquella Málaga de antaño ha dado lugar a una zona de barrios populares, pero con
mucha historia que marca a los malagueños.
Sí que se puede disfrutar del mar y de su más preciado
tesoro: sus pescados y mariscos, en los puestos de su emblemático mercado, en
Huelin…
En el puesto me atiende el mismo pescadero, un señor de
mediana edad, es
temprano aún, no hay mucha gente en el mercado, casi al mismo tiempo un señor
me pide la “vé” colocándose a mi izquierda y a continuación, a mi derecha una señora que por su aspecto físico creo mayor que yo.
Pido al pescadero seis chopitos (unas jibias de mediano
tamaño, casi de mi puño)…las pesa mientras la señora me pregunta como las
preparo: A la plancha, así tal cual, enteras y sin limpiar, le respondo.
Al escucharme el pescadero comenta: ¡¡ Si mi mujer me las
prepara así, me la como a besos !! Y la buena señora, ni corta ni perezosa, contesta: ¡¡ Quién fuera su mujer !!
Ante mi sorpresa, la miro, vuelvo a mirar al pescadero con
los ojos aún abiertos y con cara de asombro, sonrío…él solo se ríe y subiendo
los hombros, me entrega los "chocos" y me dice: son cuatro Euros….
¿Cómo prepararlas para quién se cocina…disfrute e incluso, a
algunas personas se la coman a besos?
Con sabor a Málaga..por supuesto.
Ingredientes:
Jibias (chocos, chopitos, sepia…..es el mismo cefalópodo con
distinto nombre) de mediano tamaño, aceite de oliva virgen extra (a ser posible
malagueño, que por cierto ha sido nombrado el mejor del mundo…..), un limón,
una ramita de perejil, dos o tres dientes de ajo y sal.
Tengo que indicar que las jibias estaban realmente
fresquísimas, al dejarlas entera en su interior pudimos encontrar en una de
ellas un pequeño jurel casi entero (pudimos ver perfectamente su cabeza y las
raspas); en casi todas tuvimos la suerte de que tenían sus huevas (pequeñitas
pero deliciosas, que se habían cocinado lógicamente en el interior del animal
adquiriendo una textura y un sabor espectacular).
¿Cómo las hago?
En ésta ocasión preparé un “majaillo” que le dio ése toque
de sabor y frescura a las jibias, aunque por sí solas estaban exquisitas.
Para el “majaillo” echar en un mortero los ajos (quitándoles
la parte central), un pellizco de sal y las hojas de perejil procurando que
queden bien machacados, como si se tratase de una “pasta” uniforme.
Agregar aceite de oliva (medio vaso pequeño), remover bien y
añadir el zumo de un limón. Mezclar bien
todo el conjunto de forma que quede emulsionados todos los ingredientes.
Reservar.
Mientras:
En una sartén (o plancha) echar un buen chorreón de aceite
de oliva, cuando esté muy caliente colocar las pequeñas jibias por la parte de
la “barriga” dejándolas hacer durante unos cinco minutos.
Pasado ese tiempo, darles la vuelta y dejarlas otros cuatro
o cinco minutos, volviéndoles a dar la vuelta, retirando con unas pinzas los
“jibiones” que estarán a la vista y casi sueltos debido al calor de la plancha
sobre la piel del animal.
Volverles a dar la vuelta a fin de que retirados los
jibiones se puedan hacer bien por el interior, con dos o tres minutos será
suficiente.
Emplatar y regar con el “majaillo”.
Acompañar con una ensalada de lechuga y tomates o unas
patatas a lo pobre….
Buen provecho y recuerden: disfruten de Málaga.
Fuente de Información y foto de las playas de San Andres, el Bulto o Huelin de Malaga y su historia.
14 comentarios
Este plato me encantan, siempre ha sido de mis preferidos.
ResponderEliminarMe encantan. Un saludo.
ResponderEliminarMás sencillo, sabroso y sano, no puede ser.
ResponderEliminarY la anécdota de la señora que compraba en el puesto de tu pescadero, divertidísima!!! Por cierto, las mesas de pescado del mercado de Huelin, mi barrio de adopción desde hace 17 años, son una alegría para la vista.
Besitos, guapa.
Que maravilla esas mesas de pescao que hay en nuestros mercados, que es imposible pasar y no pararnos a comprar, y ya de paso intercambio de recetas, es un lujo comprar en los mercados.
ResponderEliminarLoa chopitos deliciosos, como todo lo que sale de tus manos.
Besitosss
Yo me cenaba algo así ahora. Este tipo de pescado en casa no gusta mucho, y al final siempre soy la que me quedo sin él por poner el que les gusta a los demás.
ResponderEliminarBesinos
ue ricura !! te quedaron fantasticos, y que ricos a mi me encantan y tu los has preparado deliciosos...Besss
ResponderEliminarFantásticas estas jibias pequeñitas, me chiflan a la plancha con ajo y perejil y es tan nuestro, verdad??
ResponderEliminarAy que ver cómo eran las playas no hace tanto!
Besos
Lo que han cambiado muchas ciudades con el paso de los años! Casi siempre para dar paso a la construcción de grandes edificios. Yo nací en Barcelona, por eso no tengo imágenes antiguas de Badalona, pero cuando veo las fotos de lo que era me quedo sorprendida.
ResponderEliminarQué mejor manera para comer estas jibias que como las has hecho, a mi me encantan así.
Besos.
Que ricos. me encantan los chopitos son mi perdición.
ResponderEliminarBesos de "LA RATITA EN LA COCINA"
Deliciosos, más de una vez los cenamos! Besos!
ResponderEliminarGlo de COCINAR CON AMIGOS
Qué bueno!!! que lo pones a fuego fuerte o medio?
ResponderEliminarSaludos.
Buenos dias, en ésta ocasión los he preparado en sartén con un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra, a fuego fuerte, tapándolos con una tapadera de forma que salga el vapor y así no me salten....en vitrocerámeca. En otras ocasiones directamente en la plancha, quedan exactamentes igual......
EliminarGracias por visitar Mi cocina: "Su" cocina.... un cordial saludo.
Ole
ResponderEliminarAunque soy cordobés adoro malaga sus gentes y su mar.viva Málaga! Málaga de ensueño y Málaga eterna.
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.