APIANE



Ciro Bayo y Segurola, genial escritor madrileño, en su libro: “El lazarillo español”, narra lo siguiente:

¡Qué uvas las malagueñas! Las vi blancas y negras y de tantas clases, que yo, como Virgilio, protesto no poderlas numerar; desde las tempranas, que nuestro Plinio llama forenses, porque madurando antes se venden mejor en las plazas, hasta las moscateles, cuyo olor y sabor es como el almizcle o mosqueta, de lo que les pudo venir el nombre en castellano. Apianas les llama también Plinio, por ser las abejas muy golosas de ellas; son uvas gordas, perladas de forma y de color, hollejo muy recio, pero de comer muy dulce, con lo que dicho se está que ellas fueron mis predilectas.”.
Apiane: El Sol de Málaga y el dulzor de su tierra guardados en una botella.

En Málaga, el astro rey y la madre tierra se funden a lo largo de su historia con la tradición vitivinícola.

Con la llegada de los fenicios a las costas malagueñas, en el siglo VIII a.de C., se inició en la antigua Malaka el cultivo de la vid, ayudados por los íberos, el pueblo autóctono de la zona, introduciendo vides procedentes del Mediterráneo oriental; comerciaron con los vinos, considerándolos una mercancía de gran valor.    

Desde ése momento, el arte del vino se ha ido enriqueciendo consecutivamente con cada imperio reinante en las tierras malagueñas (griegos, romanos, árabes…).

En aquella época, tanto griegos como romanos, utilizaban técnicas muy rudimentarias, el primer mosto que obtenían al pisar y aplastar las uvas servía para preparar el mustum, que se mezclaba con miel y se dejaba envejecer; mosto que solían servir como aperitivo en las comidas de gala.

El resto se fermentaba en grandes tinajas, después se filtraba en cestos cónicos de mimbre y se clarificaba con ceniza, arcilla, agua de mar, etc.  para posteriormente dejarlos “reposar” en ánforas de barro, con un tapón de yeso guardandolos en el lugar más cálido de la casa hasta que adquiría la consistencia de un jarabe.

De esta forma, el vino toma una gran importancia en la Malaga romana y tiene una influencia cultural enorme, siendo los vinos malagueños exportados a todo el Imperio Romano.  

Existía la creencia de que los dioses del vino, Dionisos y Baco, sólo entregaban sus dones a los que los merecían.

En las tierras malagueñas de Al andalus se siguió cultivando la viña para producir vino y pasas. El vino llamado xarab al malaquí se siguió consumiendo, fue muy famoso y cantado por los más destacados poetas.

La vitivinicultura fue ganando experiencia con el paso de los siglos  influenciada por distintas culturas, experiencia que han ido sumándose para la producción de lo que hoy conocemos como los exquisitos vinos de la provincia de Málaga.

En el siglo V ya se conocían distintas variedades de uvas; de la uva llamada “aminta” se obtenía el vino blanco. Al vino tinto se lo llamaba “roseum”, al blanco “amineum” y al obtenido con las uvas pasas “passum”, de la “syriaca” el vino dulce y de la uva “apiana” el vino dulce…..

Y de todos ésos nombres…..hoy, me quedo con “apiana”, ése nombre es el que los romanos daban al tipo de vid que plantaban en la zona del norte de la provincia de Málaga…..en la Comarca malagueña de Antequera.

Y es en el Norte de la provincia de Málaga, en el interior de la comarca de Antequera, es donde se encuentra Mollina, un pueblo tranquilo y próspero, cuyos principales recursos son estas Tierras.     

Tierras de vinos y aceites… Unas Tierras secas, pero ricas en esencias y matices, las cuales son cultivadas con mimo durante todo el año, donde las verdes vides de cepas recias y robustas se enrocan en la tierra rojiza con la fortaleza de saberse centenarias.   

Sus frutos, cada septiembre, dan lugar a  una fiesta donde los colores y olores del vino son los protagonistas,obteniendo propia Denominación de Origen.

Hoy, uno de ellos es el “protagonista” de Mi Cocina….”Apiane” de las bodegas Tierras de Mollina….

"Apiane" evoca a los vinos de antaño, un moscatel espumoso, recogidas las uvas a mano, con fermentación natural, siguiendo fielmente la milenaria tradición de los vinos malagueños.   

Su color, amarillo pajizo, dorado, fiel reflejo de ése Sol malagueño que le dio calor a las uvas.   Un vino con aromas a azahar, quizás también a jazmines, a naranjas y limones de ésta Málaga que enamora, a frutas del terreno….con el sabor de ésta tierra: suave, dulce, sedoso, ligero….

Sus burbujas le dan la elegancia que merecen los dioses……aunque son los dioses los que nos regalaron las vides y sus frutos, el vino.

Para los griegos, el vino era un regalo de Dionisos.  Los sumerios tenían a la diosa Gestín, que significa 'madre cepa'.  En Egipto hace 5.000 años, la revelación del proceso de elaboración del vino se atribuye al dios del vino, Osiris, y el fruto de la uva eran las 'lágrimas de Horus'  . Los romanos ofrecían vino a Vesta en el fuego de su hogar y libaciones a Baco.

A Mi Cocina….llegó “Apiane”, regalo de sus productores, Tierra de Mollina…..que producen junto con otros vinos.
 
Me pidieron que hablara de él, de Apiane e indicara con qué lo maridaría en mi cocina….

Sé que el maridaje es la acción de combinar de forma armónica los alimentos con los vinos y que el objetivo de todo maridaje es conseguir que se combinen bien los alimentos y bebidas, de forma que se logre un buen equilibrio de sabores y armonía entre ambos.

“Apiane” es perfecto para acompañar a aperitivos salados, patés y como no, para los postres….. Pero yo me pregunto: ¿Por qué un vino tan especial, un vino de dioses voy a maridarlo con comida? ¿Qué mejor que disfrutarlo sólo, bien frio y con las personas que quiero?…..con mis dioses: mi marido y mis hijos.   

¿Hay mejor maridaje que unir un buen vino con el cariño, la amistad y los momentos felices que nos regala la vida? 

Pero si ésos momentos hay que preparar una buena comida….les aconsejo miren en el blog cualquier aperitivo salado (184 recetas encontrarán en ESTE enlace)... 
¡¡ Para ir haciendo boca...!!
 



Si lo quieren maridar con patés..... (AQUI tienen varias recetas)


Y como es ideal para postres, en Mi Cocina, encontrarán 217 recetas dulces y deliciosas...pero me quedo con éste en especial, el más famoso de Antequera: BIENMESABE


Por todo ello, una vez más, aunque parezca que me mueve la pasión por mi tierra.....aconsejo: ¡¡ disfruten de Málaga, de sus paisajes, de sus pueblos blancos, de los valles, bosques y sierras, de su Sol, de su historia, de su cultura, de la riquisima gastronomía, del mar....siempre la mar y por supuesto de sus buenos vinos !!   Entre ellos: Apiane.... 

2 comentarios

  1. Guapa, que bonita entrada, ya me apetece tomarme una copita, para probarlo. Muy buena como siempre. Besoss

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  2. Seguro que todos ellos son maridajes deliciosos ya que no solo queda bien con dulce, también es muy combinable con recetas saladas.
    Besos.

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