ROSADA A LA MARINERA CON ALMEJAS MALAGUEÑAS Y LANGOSTINOS
Hay fotos que al igual que las
recetas tradicionales malagueñas, nos hacen viajar a épocas pasadas vividas por
nuestros mayores.... Y allí me traslada mi imaginación y mi memoria a mi más
tierna infancia, porque aún guardo en mi recuerdo, las manos de mi abuelo
"El bichucho" remendando redes…..el olor a pescado seco, a salitre, a
alquitrán que desprendían las playas del Palo.
Me viene el olor y el sabor de los manojitos de boquerones, pegándose la
harina en las manos de mi madre, se llamaba Francisca, familiarmente Paca la hija de Carmen "La Rosilla",
aquella dulce mujer que después del colegio, desde muy temprana edad iba a trabajar al “fridó”, a las
conserveras de pescado, cuando no tenía que ayudar en la costura a su madre, mi
abuela Carmen “La Rosilla”, costurera y pantalonera, aquella que con arte confeccionaba las blancas chaquetas de los camareros del mítico restaurante Casa Pedro.
La imagen de los rostros curtidos por
el sol de Pepe y Antonio sus hermanos, hombres de la mar, antiguos marengos.
Añoro el ver de sacar el copo, en
el mismo rebalaje, en la orillita del mar de aquellas playas de mi niñez, de
negra arena y chinorros.
Como siempre dice Carmelo "der Palo", un gran estudioso de la historia paleña, que escribe y mantiene vivo el recuerdo mediante sus relatos y fotos en las redes sociales, que no
era barriada: El Palo es un barrio malagueño que surgió de la leyenda, una
leyenda que forjaron aquellas mujeres y hombres que se aferraron a la vida con
lo poco que daba el monte y la mar.
De aquellos hombres y mujeres de
antaño, los paleños conservamos en nuestro carácter la arrogancia propia de los
íberos primigenios que nos hace sentirnos orgullosos con nuestra propia cultura
e idiosincrasia, ya que nuestros antepasados crearon y vivieron su propia
historia, con una independencia cultural propia de un lugar aislado
geográficamente, casi inaccesible por el terreno y no por la mar. Una historia tan antigua y a la vez paralela
de la misma capital malagueña.
Sí, aunque no vivo en El Palo
desde los siete años….me siento del Palo, pero de aquella barriada malagueña
donde decíamos: voy a Málaga; de aquel lugar que olía a mar, a pescado, por la
que pasaba el tren, la cohcinita, bajo las sombras de grandes eucaliptos, de
aquella barriada marinera donde aún las barcas estaban varadas en la misma
orilla y caminábamos al compás del sonido de las olas rompiendo en el rebalaje,
del frescor de la espuma de los temporales, de aquellas calles sin asfaltar, de
casitas blancas…..de mi gente, mi familia…., de los que aprendí a cocinar.
Ellos me inculcaron valorar
nuestras raíces, las raíces marineras, sentir pasión por la mar y por su
gastronomía. ¿Comprenden por qué hay
en Mi Cocina, en el blog 385 recetas que contienen pescado y mariscos?
Hoy, comparto un delicioso plato
con almejas de Málaga, langostinos que no pueden faltar en mi frigorífico y
rosada (que compro “fresca” en el Mercado de Huelin, no envasada y congelada,
de hecho sus espinas me sirven para hacer caldo de pescado tan útil en tantas y
tantas recetas, incluso aprovechar la parte de carne que se quedan adheridas al
sacar los filetes. No se tira nada).
¿Cómo lo hice?
Ingredientes para dos personas:
400 grms. de filetes de rosada (limpios y sin espinas, me lo suele preparar mi pescadero), seis langostinos grandes, la mitad del cuarto de almejas, media cebolla (fresca, tipo cebolleta, blanca y dulce), dos dientes de ajo, medio vaso pequeño de aceite de oliva virgen extra, medio vaso pequeño de caldo de pescado, medio vaso de vino blanco (usé un fino Montilla Moriles), un huevo, 4 puntas de espárragos gruesos blancos, una ramita de perejil, sal.
Los pasos a seguir:
Poner las almejas en un plato
cubriéndolas con agua ligeramente salada a fin de que suelten la posible arena
que puedan traer en su interior, dejarlas sobre media hora.
Mientras cocer el huevo, picar la
cebolla en trozos pequeños, el ajo pelado y fileteado y el perejil picado en trocitos.
En una cazuela plana o sartén,
echar el aceite y a fuego suave pochar la cebolla junto con el ajo durante dos
minutos procurando que no se doren, que quede la cebolla transparente e
inmediatamente añadir el vino dejando evaporar el alcohol durante un minuto.
Agregar el caldo del pescado, las
almejas y los langostinos llevando a ebullición a fuego suave.
Una vez abiertas las almejas,
echar el pescado, los trozos de rosada, en la cacerola y dejar cocer unos cinco
o seis minutos.
Espolvorear el perejil, salar al gusto y colocar las puntas
de espárragos, los huevos cocidos, pelados lógicamente y cortados en
trozos. Rectificar de sal.
Apartar del fuego y dejar reposar. Servir caliente.
En especial a mis mayores: "los bichuchos", "los rosillas", los del "Nivel"....y con cariño para tod@s mis prim@s....que recuerden de donde venimos y quienes somos, con el orgullo de nuestros origenes paleños.
8 comentarios
Cuando has mencionado las manos de tu abuelo remendando las redes, me ha llegado a la cabeza la misma imagen del mío. Ahora ya no me acuerdo pero en su día me enseñó a hacerlo y alguna que otra vez le tengo ayudado.!! Madre mía que de tiempo ha pasado ya!!. Para lo que no pasa el tiempo es para un plato tan suculento como el que nos traes, entra bien ahora, dentro de un mes, de un año y de veinte. Con sabor a mar al cien por cien y por los cuatros costados, Toñi. Una auténtica delicia.
ResponderEliminarBesines guapa
Que platazo Toñi, desde que entro en tu cocina, he aprendido a respetar mucho más los alimentos que nos regala el mar, a pesar de ser de secano, no me puede gustar más un plato como el que nos traes hoy, muy rico !!!! Besos
ResponderEliminarFantásticos recuerdos y fabulosa esa rosada con las almejas y los langostinos y con el huevo ya mmm sensacional hacen el plato mucho más completo,
ResponderEliminarQué bonitas fotos antiguas y llenas de buenos recuerdos. Eres tu de pequeña la de la foto?
ResponderEliminarEste plato me gusta con otros pescados también como el rape o la merluza, queda muy suave y es fácil de digerir.
Besos.
Buenas tardes Ana.....Sí, soy yo, con dos años, en la orilla de la mar, en El Palo. A mi también me gusta con la merluza y por supuestisimo el rape, de hecho, más o menos con merluza la tengo publicada e incluso añadiéndole alcachofas, siete años dan para mucho y se suele repetir la base de la receta.
EliminarUn abrazo.
Olá Toñi!!
ResponderEliminarUm prato com o melhor que o mar nos oferece!!
Beijos mil e um ótimo final de semana pra ti! =)
www.deliciasdavodeo.com.br
No hay cosa más bonita que un plato te recuerde a tu niñez, qué fotos tan bonitas y llenas de historias y recuerdos, y el plato de 10. 1 besote gordo y feliz fin de semana!
ResponderEliminarQuerida Toñi: te escribo con lágrimas en los ojos porque aunque no soy paleña de nacimiento sí lo soy de adopción. Mi familia paleña es muy amplia, y todos son inigualables. porque la gente der Palo es especial... Qué decirte, que me ha encantado tu publicación porque me remueves muchos recuerdos. Mi suegro trabajó en Casa Pedro y probablemente llevaba la chaqueta cosida por tu abuela Rosa. Ellos también tuvieron un fridó junto a la playa, y el abuelo de Pedro era guarda marina, aquella persona que controlaba en las playas del palo que la pesca fuera sostenida. La receta me ha encantado y la verdad es que es muy fácil.
ResponderEliminarUn besazo guapa. Pasa buena semana.
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.