SARDINAS A LA TEJA (O A LA MORUNA)
“Una vez que has viajado, la travesía nunca termina,
sino que es recreada una y otra vez a partir de vitrinas con recuerdos. La
mente nunca puede desprenderse del viaje”. Pat Conroy
A lo largo de mi vida he tenido
la suerte de viajar por muchísimos países, he podido ver, descubrir y disfrutar
de lugares idílicos, de paisajes maravillosos, he admirado la
arquitectura, monumentos y museos de cada lugar; he llegado a conocer la
gastronomía de cada sitio que he visitado y llego a la conclusión una y otra
vez que vivimos en un mundo maravilloso, lleno de belleza, que cada pueblo
tiene una historia única, irrepetible y fascinante de la que sentirse orgulloso.
Comenzar a viajar supuso para mí un cambio en mi idea, en
mis creencias, en mi forma de vida, ver el mundo, descubrir otros lugares,
otras vivencias ha dejado una huella en mi forma de ser profunda y permanente,
incluso casi sin darme cuenta, en mis afinidades gastronómicas.
La cocina, la comida tradicional de un pueblo le identifica como tal,
es un arte popular tan importante quizás como su patrimonio paisajístico,
cultural, monumental o arquitectónico: ¡¡ comemos historia !! Sin lugar a dudas, y cada país que he visitado
tiene la suya, cada lugar del mundo posee la suya en cuanto a gastronomía se
refiere.
De hecho, nuestras recetas, las de cada región, de cada ciudad, de cada
zona es parte de nuestro patrimonio y como tal, la valoro y reconozco la
gastronomía como un arte, que procuro dentro de mis posibilidades conservarla
tal y como me la enseñaron e intentar redescubrir la de mi tierra, la de la
cocina española, pero sobre todo la cocina andaluza, la que alimentó a mis
mayores.
Seguimos comiendo los productos que consigo trajeron y los guisos que
cocinaban los pueblos que la conquistaron, sin olvidar por supuesto a los
autóctonos prehistóricos de quienes aún conservamos recetas aunque parezca
increíble. Influencias en nuestros
platos de íberos, fenicios, griegos, romanos….y por supuesto sin dejar atrás
los ocho siglos de dominación musulmana, esenciales para entender la cocina
andaluza que aún hoy en día conservamos en nuestro acervo culinario, intacto,
tal y como lo hacían nuestros ancestros.
Uno de ésos platos es ésta receta, la de las sardinas a la teja (también
conocida como sardinas a la moruna), que hoy por hoy se suele realizar en un
recipiente de barro. El por qué del
nombre “la teja”…. Cuentan que era lo que usaban para cocinarlas: una teja de
barro.
Sardinas a la teja son las que se
preparan en un recipiente de barro y en horno, antiguamente si no tenían
cazuelitas de barro y a mano una teja de barro, era en ella donde cocinaban
éste delicioso plato marengo. Por ello
el nombre de “sardinas a la teja” siendo prácticamente, menos en ése detalle,
el recipiente, que las sardinas a la moruna.
Unas veces con una base de patata,
otras sin ella, y en muchísimas ocasiones,
haciendo honor también al nombre “a la moruna”, añadiéndole comino y pimentón
dulce, dándole aún más si cabe un toque de sabor “moruno” más acentuado.
Este plato es típico y muy
tradicional de la zona este de costa gaditana y de la zona oeste de la costa malagueña,
y yo me pregunto ¿Quién pone la frontera entre las playas de Cadiz y Málaga?....yo
no las veo, ni las percibo.
Diferencio en mi cocina la receta de sardinas a
la teja (o a la moruna) con la malagueña receta que solemos denominar "moraga" de sardinas (receta que publiqué hace años)….
Ambas, a la teja y a la moruna,
se preparan igualmente en un recipiente con tapadera….
¿Cómo la hice?
Ingredientes:
Una patata mediana, sardinas,
media cebolla (blanca dulce, tipo cebolleta), un pimiento verde, un tomate
mediano, dos dientes de ajo, una cucharada pequeña de orégano, medio vaso pequeño de vino blanco, medio vaso pequeño de agua, seis
cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra (a ser posible malagueño),
sal y un pellizco de azafrán.
Los pasos a seguir:
Dejar las sardinas enteras, sin
quitarles la cabeza.
Pelar y cortar la patata en
rodajas, picar el pimiento y la cebolla cortados en juliana (trozos alargados y
finos), el tomate en rodajas y los ajos en trocitos pequeños.
En una cazuela echar el aceite y
una vez caliente pochar las patatas a fuego lento, dándoles la vuelta para que
se hagan por ambos lados, con cuidado de que no se quemen.
Colocar encima las sardinas unas
al lado de otras, echar encima los trozos de cebolla y de pimientos.
Agregar el vino y dejar un minuto
que evapore el alcohol.
Poner sobre las sardinas los
tomates y los ajos, cubriendo el resto de los ingredientes, añadiendo a continuación
el agua, el orégano y el azafrán. Salar al gusto y tapar la cacerola.
Basta con que estén haciéndose
durante cuatro o cinco minutos, a fuego medio en el fuego; lo único que hay que
estar pendiente y tener en cuenta que la salsa tiene que quedar casi sin
liquido.
Retirar del fuego y dejarla
tapadas unos minutos, con el calor residual terminarán de cocer las sardinas y
las verduras.
¡¡ Buen provecho !!
10 comentarios
No las he comido nunca así pero tienen una pinta estuupenda
ResponderEliminarun beesote
no conocia esta forma de preparar las sardinas pero tiene que estar buenisima! no hay mas que ver esas fotos, estan que se salen bicos
ResponderEliminarNunca las he comidoa si, pero menuda pinta tienen, seguro estan de rechupete, besos
ResponderEliminarHa de quedar deliciosa esta receta. Hay diferentes maneras de cocinar las sardinas, pero yo suelo hacerlas a la plancha, aquí varío poco.
ResponderEliminarBesos.
Pues así no las probé nunca y la verdad que creo que me van a encantar, me han dado muchas ganas de hacerlas así,besitos
ResponderEliminarbueno por favor que maravilla!! el nombre " a la teja" me encanta, y la historia de su origen mucho más, es una receta sensacional y una forma de cocinar sardinas estupenda, yo que siempre las hago a la plancha, me la anoto ya mismo
ResponderEliminarEn una teja recuerdo habérselas visto hacer a mi abuela cuando yo era muy chiquitina. Y fíjate que hace poco he visto hacerlas en la televisión, salía un actor de cine preparándolas en la teja y que pintaza, reina. Eso si, estas no se quedan atrás y ya sabes de sobra que de buena gana me sentaba a tu vera a disfrutarlas.
ResponderEliminarBesinessss
Me encantan las sardinas ya te lo dije el otro dia y asi no las he comido tampoco ,por que no puedo que si no metia la mano y me llevaba unas cuantas uummmmmmm tienen que estar de muerte relenta.
ResponderEliminarSiempre es un placer venir a vistarte y leerte no hay dia que no me vaya sin aprender algo nuevo como el origen de esta receta ,de la cual he tomado nota para no variar pues no hay cosa que te vea y nos e me antoje ,que pena no estemos mas cerca me encantaria poder quedar contigo un dia para tomar un cafe y disfrutar de tu compañia sabes que te tengo mucho cariño .
Bicos mil potita mia.
Una pregunta, las sardinas comentas que se ponen enteras, pero mi duda es sin abrirlas?, gracias de antemano por tu ayuda.
ResponderEliminarBuenos dias, ante todo pedirle disculpas por no haberle contestado antes, de vez en cuando me alejo de los caminos virtuales......y darle las gracias por visitar Mi Cocina, que seguro es "Su Cocina".
EliminarLe cuento: efectivamente, las sardinas se ponen enteras, sin abrirlas, sin quitarles absolutamente nada...en Málaga, tenemos ésa costumbre incluso al asarlas o al freirlas, los jugos interiores le dan un sabor exquisito, no amargan como les suele ocurrir a otro tipo de pescados como los boquerones por ejemplo...sino que al contrario aportan sabor.
Un cordial saludo y espero las disfrute. Por cierto, éso sí es importante, deben estar muy frescas...y cuanto más pequeñas mejor.
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.