ARROZ JAZMIN CON PIÑA Y LANGOSTINOS
Aunque todo era un bullicio de idas y venidas de barcazas, de grandes barcos de cargas, de barcos de recreo llenos de pasajeros, de pequeños que surcan las aguas a golpe de remo cuyos sonidos se ahogan por el rítmico y cansino “chof chof chof” de los pequeños motores que impulsan las canoas, las llamadas “long tail boat”, las barcas de cola larga, que recorren el grandioso rio Chao Phraya, con sus características salpicaduras de agua transportando turistas, haciendo de taxis o tiendas en los famosos mercados flotantes.
La siempre vibrante Bangkok, la Ciudad de los Angeles, se mira en un espejo, el famoso rio también llamado Me Nam, Rio de los Reyes, cuyas aguas alimentan sus riberas, bañan y dan vida a sus habitantes desde hace milenios. Aguas de color café con leche, que busca el mar entre curvas sinuosas y mil y un canales.
Durante un día completo navegamos por sus tranquilas aguas en un hermoso barco. A sus pies, en las dos orillas se levantan templos, edificios desafiantes, puentes, abundante vegetación y se refugian en sus humildes y endebles casas de madera millones de habitantes.
Hubo momentos en los que sentada en la proa, bajo el sol de una sombrilla, respiraba una paz infinita, era feliz, muy feliz……mientras esperaba la llegada del atardecer.
Poco a poco, el ardiente sol que nos acompañó durante todo el trayecto, reflejaba sus rayos acariciando sus aguas, mientras nos decía adiós, un adiós lleno de color, de melancolía y regalándonos un espectáculo bellísimo.
A la mañana siguiente, allí estábamos de nuevo, expectante, viendo salir de nuevo al astro rey iluminando nuevamente las aguas del Chao Phraya, buscando ésa atmósfera pacífica en medio de la bulliciosa Bangkok navegando y descubriendo sus canales, los llamados Klongs.
Por éstos canales de aguas mansas, Bangkok se ha ganado el nombre de “Venecia del Este”.
Ávida de descubrir sus poblados, sus paisajes, donde es habitual ver a los niños bañándose en los canales, a las mujeres lavar la ropa y atender sus casas, preparar la comida, a los hombres pescar e incluso encontrar ésos mercados flotantes llenos de aromas, frutas, flores e incluso cocinando y vendiendo comida.
Gentes amigables y tremendamente simpáticas, el pais de las sonrisas.
Muchas, muchísimas fueron las imágenes que quedaron grabadas en mi retina, en mi memoria, en aquel primer viaje a Thailandia en el año 1.994 (Volví a revivir la experiencia una segunda vez y espero, deseo volver algún día); pero sin duda, navegar por las aguas de los ríos thailandeses fue una de las experiencias más maravillosas de mi vida.
Quienes me conocen personalmente, saben que Thailandia (La Tierra de los hombres libres) quedó grabada en mi corazón…..Principio sin fin de la gran aventura de mi vida.
No sólo las vivencias, los paisajes, la historia, la cultura…..también su gastronomía me apasiona. Su cocina, la gastronomía Thai, aunque hoy por hoy casi todos los productos se pueden encontrar, no es tan fácil poder comprar todos los ingredientes que suelen ser la base de sus platos, son muy diferentes a los nuestros, pero tenemos algo en común: el arroz.
El arroz en Thailandia es un producto básico; así como el pan para nosotros, la pasta para los italianos, el roti en India….el tailandés no puede vivir sin arroz, que acompaña a todos los platos tradicionales.
Y más concretamente el que consumen es el arroz Thai o arroz Jazmin. El más preciado en Thailandia es el arroz Thai Hom Mali, una variedad de grano largo, muy aromático y perfumado.
Hoy por hoy, el arroz jazmin o arroz thai lo podemos comprar en cualquier supermercado y les aseguro que nunca falta en “Mi Cocina”. Con él, he preparado ésta receta, que se puede preparar con antelación, ideal para éstos días veraniegos, para compartir, para disfrutar….para soñar.
¿CÓMO LO HICE?
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
200 grms. de arroz jazmin (arroz thai), 1 piña madura, 8 langostinos, 2 huevos, una zanahoria, 50 grms de guisantes, 100 grms. de jamón cocido, sal, una cucharada pequeña de azúcar, una ramita de cilantro fresco, aceite de oliva.
LOS PASOS A SEGUIR:
Lavar el arroz dos o tres veces con agua fría, hasta quitarle el almidón, se sabrá cuando el agua salga clara.
En una cacerola, echar agua fría, la misma proporción de agua que de arroz y cuando comience a hervir taparlo. Cocer a fuego lento durante quince minutos aproximadamente (no obstante siempre aconsejo seguir las instrucciones del fabricante).
Apartar del fuego y escurrir el arroz, removiéndolo a fin de que quede suelto. Echarlo en un recipiente y guardarlo en el frigorífico (éste paso se puede realizar incluso un dia antes. Se consigue con ello que los granos sean más fuertes y estén listos para soportar el calor de la sartén).
Comenzar cortando la piña por la mitad y vaciando su contenido con cuidado de no romper la corteza.
Trocear la carne de la piña, la pulpa en dados pequeños y reservamos la corteza.
Cortar el jamón cocido en trozos pequeños y reservar.
Mientras pelar la zanahoria y cortarla en trozos pequeños. Desgranar los guisantes si son naturales y pelar los langostinos.
En un recipiente poner a cocer la zanahoria en agua con un poco de sal, durante cinco o seis minutos, añadir los guisantes y dejarlos cocer cinco minutos más; pasado ése tiempo añadir los langostinos darle un hervor, retirar del fuego y escurrir bien.
En un plato batir los huevos, salar al gusto.
Poner una sartén al fuego con un chorreón de aceite de oliva y una vez caliente, echar los huevos batidos y hacer una tortilla francesa.
Con cuidado de que no se llegue a quemar, sólo que cuaje.
Sacarla de la sartén y cortarla en trocitos pequeños. Reservarla con todos los ingredientes.
En la misma sartén echar el arroz cocido, la zanahoria, los guisantes, los langostinos y la piña y saltear unos segundos. Incorporar el jamón cocido y el huevo, salar al gusto, echar el azúcar, remover bien, agregar el cilantro picado y servir dentro de la corteza de la piña.
¡¡ Buen provecho….buen fin de semana y recuerden, sigan soñando. La vida es un sueño !!
5 comentarios
Un rico plato, me encanta la presentación dentro de la cáscara de la piña, queda muy bonita y también con más sabor. Estos ingredientes son fáciles de encontrar.
ResponderEliminarHay que ver lo que se aprende viajando, nos enseña más que cualquier libro y nos ayuda a tener la mente más abierta.
Besos.
Uummmmmmmmmmmmmm seguro que esta de muerte relentisima las fotos son de lo mas tentadoras.
ResponderEliminarTe ha quedado un plato con una presentacion de relujo no lo siguiente, me encanta la idea de poner el arroz en la piña.
Siempre que te leo me das una envidia sana al ver en todos los sitios que has estado como siempre es un placer venir a visitarte y disfrutar de tus post y tu cocina.
Bicos mil y feliz finde wapisimaaaaa.
Toñi, qué bonito viaje, ojalá muy pronto se cumpla tú deseo de volver. El arroz muy bueno, tan apetecible como bonito, me encanta.
ResponderEliminarBesos, Carmina.
Querida Toñi: Qué plato tan fantástico y refrescante para el veranillo. Me ha encantado y aunque nunca he estado en Thailandia siempre he soñado con ir allí. Espero algún día poder ir a conocer este hermoso país que tu nos has descrito tan bien. Felicidades como siempre y buena semana. :)
ResponderEliminarQué rico arroz, la combinación con piña me encanta. Gracias por compartir este viaje tan bonito con nosotros!!un beso
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.