RISOTTO DE SETAS
"Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre" (Mahatma Gandhi)
Caía la tarde en aquel último día de Septiembre, bajo un cielo casi plomizo que anunciaba el tan esperado Otoño, la mar de color gris marengo se movía al compás de las olas plateadas, adornadas por la blanca espuma, rompían suavemente en aquel rebalaje de piedras redondeadas por el ir y venir del agua. Nos encontrábamos en aquella calita que tan bien conocemos, en aquella playa casi escondida, rodeada de negros y oscuros acantilados que se elevan desde la misma orilla.
Se ajustó su chaleco calor de neopreno, se puso sus gafas de buceo y se calzó las aletas con calma. Con ésa elegancia que le caracteriza buceando fue adentrándose en el mar, sumergiéndose de vez en cuando muy suavemente. En unos minutos, sorteando los laberintos de rocas incrustadas de algas, de erizos y anémonas, deslizándose mar adentro, me daba cuenta que seguía la linea de lengua rocosa que tan bien conocemos, caminos tapizados de vegetales, iba dejando atrás los ciclopeos bloques de piedras que nacen desde las profundidades; lugares donde encuentran refugio centenares de peces: serranos, sargos, doncellas, centollos, pulpos.....
Llegó por fin a ése punto donde él quería llegar, una gran distancia desde donde yo me encontraba que aún desde mi perspectiva me parecía aún más lejos que cuando le acompaño en ésas excursiones marinas que tanto nos apasiona. El tiempo que transcurrió me pareció eterno, le veía como un puntito lejano movido por el viento de levante.
No tardó en volver, la vuelta fue más rápida que la ida y allí, en la misma orillita yo le esperaba con su toalla, salió del mar y al mirarle a los ojos comprobé que le resplandecían con un brillo especial, de resistencia, de ganas de vivir.
Dicen que el tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido....y en éso consiste la vida, en procurar por lo menos disfrutar de pequeños y quizás fugaces momentos, intentando siempre aprender como si fueras a vivir para siempre, haciéndolo como si fuéramos a morir mañana.
Así siento la vida hoy por hoy, así necesito sentirla cada día, vivir intensamente como cuando buceamos, cuando estamos juntos, incluso cuando cocino. Aunque cocinar sea una obligación diaria, los convierto en momentos maravillosos, a veces únicos, desde el principio, desde ir a la compra, pasear por los mercados, mirar los productos expuestos de la tierra y de la mar; intento disfrutar al máximo en la tranquilidad de mi cocina, preparar la comida con calma, escuchando una de mis músicas preferidas de fondo y sobre todo ver como se deleitan con mis platos. ¡¡ Éso es vivir !!
En ésta ocasión, lo hice preparando un delicioso risotto, donde el delicado, agradecido, manejable, popular, suculento y cotidiano arroz es el protagonista junto con las otoñales setas que tanto me gustan.
Por cierto ¿saben que el arroz se instaló en España traido por los árabes hace casi tres siglos? Nos llegó desde el delta del Ganges, pasando por el Nilo hasta la Albufera valenciana. El mismo camino, de rio en rio, pero en sentido opuesto llevó el arroz hasta el delta del Mekong, hacia China y el archipiélago japonés.
Un movimiento casi paralelo pero sin embargo tomó gastronomicamente rumbos distintos. en Oriente, el arroz se convirtió en el alimento principal y básico, siendo el compañero obligado en cada plato; en cambio en Europa encontró más resistencia debido al consumo del trigo, que no se dejó desbancar por el nuevo cereal, llegando en la cocina mediterránea a tener un papel diferente, abriéndose nuevos caminos, siendo el verdadero protagonista de cientos y cientos de guisos, adoptando el arroz en cada uno de ellos sabores y texturas diversos.
Un ejemplo es éste plato que hoy les animo a probar: el risotto de setas.
¿CÓMO LO HICE?
INGREDIENTES PARA UNA PERSONA (En el supuesto caso de que sean más comensales es tan fácil como realizar una simple regla de tres)
100 grms. de arroz tipo árboreo (se puede comprar en cualquier supermercado o gran superficie. En su defecto pueden usar cualquier arroz de grano redondo, que son los que más contenido de almidón tienen), un litro de caldo de verdura (pueden realizarlo y utilizar todas las verduras que prefieran o gusten), media cebolla pequeña morada (pueden usar cebolla blanca), un diente de ajo, un trozo de puerro (la parte blanca), 40 grms. de mantequilla, cinco granos de pimienta negra molida, sal, 1/4 de vaso de vino blanco, dos cucharadas soperas bien colmadas de queso rallado (usé grana padano, italiano), perejil o cebollino picado (opcional) y 100 grms. de setas (surtidas o individuales).
LOS PASOS A SEGUIR:
Preparar el caldo, para ello echar agua en un cazo con las verduras lavadas y troceadas (puse zanahoria, cebolla, pimiento, patata, puerro y tomate),
salar al gusto, incorporando el vino blanco y llevar a ebullición dejando cocer durante media hora aproximadamente. Mantener caliente.
Mientras, picar la cebolla, el puerro y el ajo en trozos pequeños.
En una cacerola o sarten de fondo grueso echar un poco más de la mitadad de la mantequilla y una vez fundida, incorporar la cebolla, el puerro y el ajo.
Sofreir a fuego lento hasta que se transparente, cuidando que no se lleguen a quemar, salpimentando al gusto.
Agregar las setas y a continuación el arroz,
rehogando todo el conjunto durante dos o tres minutos, removiendo con frecuencia.
Rociar con dos cucharones de caldo muy caliente (colando a fin de que no caiga ninguna semilla de la verdura cocida), llevando a ebullición y dejando cocer a fuego suave, removiendo de vez en cuando (siempre con cuchara de madera. Es necesario remover el arroz para romper el grano y que así pierda el almidón, es así como se ligará el guiso).
Ir añadiendo más caldo, poco a poco, según se vaya consumiendo el de la cazuela, tantas veces sea necesario hasta que se compruebe que el arroz esté a punto.
Retirar del fuego, echar la mantequilla restante sobre el guiso.
Añadir el queso rallado
y remover con una espátula de madera para que el calor lo funda y acabe de ligar bien todos los ingredientes.
A la hora de servir espolvorear con perejil o el cebollino picado.
¡¡ Buon appetito, como dirían los italianos !!
12 comentarios
Qué bien te expresas cuando escribes Toñi y por si fuera poco, cocinas como los ángeles, ahora que pienso, no sé si los ángeles cocinan, pero tú lo haces de fábula.
ResponderEliminarEl arroz es un ingredientes muy combinable y este risotto con las setas es una delicia.
Besos.
Muchisimas gracias Ana....eres un encanto. Ése cariño (que es mutuo) que me tienes, tus comentarios, tus visitas son indispensables para seguir publicando. ¿Que los Angeles no cocinan? Claro que sí...tu eres el mejor ejemplo.
EliminarUn abrazo.
Que bonito Toñi ,siempre es un placer venir a visitarte no solo por las deliciosas recetas que nos traes siempre si no por las cosas tan bonitas que nos cuentas ,me ha encantado tu relato de uno de esos muchos dias que tu costillo y tu os vais a bucear , precioso no lo siguiente como no va a ser eso junto con tu pasion de cocinar Vivir !.
ResponderEliminarMe encantan los risottos sean de lo que sean y este tuyo te ha quedado para ponerle un piso u dos.
Te ha quedado de relujo no lo siguiente ademas de estar de rexupete.
Bicos mil wapisimaaaaaaa.
Gracias Chus....eres especial, al igual que Ana (La Cocinera de Betulo). Éste blog no sería igual, le faltaría algo sin vuestra presencia, sin vuestro cariño y vuestros comentarios.
EliminarEl risotto (no tengo abuela) aunque parezca mentira me salió como tu dices de "rexupete" riquisimo y sinceramente no será el último que publique....¡¡ preparaos pués !! Besitos.
Hola Toñi, tienes una buena forma de vivir, sentirlo todo y disfrutar cada momento aunque sean de los más sencillos pues yo también he aprendido que sólo nosotros podemos hacer que lo cotidiano lo convirtamos en lo más grande.
ResponderEliminarEste arroz es una delicia, con setas que aporta sabores y aromas inigualables dignos de las mejores mesas que son las nuestras de cada día. Un beso!!
Hay que vivir cada momento con intensidad y disfrutar de la vida....
EliminarA mi también me sorprendió ése sabor que aporta las setas al risotto, era la primera vez que lo preparaba, se convertirá en un clásico de mi cocina. Gracias por estar aqui....besos
Querida Toñi: Me ha encantado como siempre tanto tu receta como tu experiencia como buceadora y gran conocedora del mar. Cuando nos relatas tus vivencias marítimas me encantan pues a mi también me encanta bucear y ver los fondos marinos. Es como si me encontrara en otro mundo, lleno de vida y de quietud a la vez. es un sentimiento que me hace ver lo ínfimos que somos comparados con nuestros mares, nuestros peces.
ResponderEliminarMe ha encantado tu receta y que nos hayas enseñado de donde viene el arroz.
Como siempre felicidades y mechas gracias por enseñarnos tantas cosas guapaaa Qué tengas una buena semana!!!!
El mar, siempre la mar....y nuestra querida tierra, ésta Málaga que D. Arturo cantaba y contaba y que le apasionaba tanto como a mi.
EliminarUn fuerte abrazo.
Como siempre rozando la excelencia en tus presentaciones. Por tus imagenes pareces una persona perfeccionista y muy organizada. La limpieza y delicadeza de tus platos se traslada a tu cocina. A ver, si es posible que nos puedas adelantar algunas recetas de cocinas en Sevilla de las de la abuela con tu toque fantástico, ¡necesito impresionar a mis suegros!
ResponderEliminarMuchisimas gracias por sus amables palabras. La cocina Andaluza tiene mucho en común ¿quién puso las fronteras a nuestra tierra? A veces siento que la idiosincrasia de los andaluces, nuestra cultura y por ende nuestra gastronomía es toda una....sin delimitaciones. No obstante me anima Vd. a estudiar y a investigar la gastronomía de la provincia de Sevilla.....Un cordial saludo
EliminarI love risotto and yours looks delicious!
ResponderEliminarThank you so much Pam!!!!!
EliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.