RAPE A LA SERRANA DE CASA PEDRO (EL PALO)
Cuando yo nací, en un mes de Abril de 1955, mis padres vivían en El Palo, en Calle Mar, justo en la misma esquina con Calle La Bara, en la planta baja de una casa de dos plantas que la Compañía del tren a vapor Suburbanos cedieron a mis abuelos paternos cuando éstos fueron contratados en las primeras décadas del pasado siglo como “guardarrailes” y controladores del paso a nivel. Así se llamó la vivienda: “el paso a nivel” y toda mi familia paterna, eran apodados “los del nivel”.
Era una casa pequeña, sencilla, repleta de calidez, de armonía y alegría; contaba con un pequeño patio lleno de macetas, donde los geranios y las gitanillas ponían color a la encalada pared que lo circundaba. Al paso a nivel subíamos a través de unos escalones que le daban la altura suficiente para estar al borde de las vías del tren. La puerta de mi casa estaba a ras de la acera que llegaba hasta la misma esquina, nos separaban escasos 300 metros del emblemático y desaparecido Restaurante Casa Pedro.
En aquel pequeño y coqueto hogar se escuchaba el rumor de la mar, el paso del tren a vapor, el susurro de las hojas de los hermosos y orgullosos eucaliptos que se unían a las voces de los niños en el cercano colegio llamado Padre Ciganda.
Hasta mi casa llegaban los aromas de las frituras de “pescaito”, de los espetos de sardinas amoragados en el mismo rebalaje y aquellos guisos que los antiguos empleados preparaban en aquella cocina tan cercana, se fundían sus olores con los aromas de los que mi madre primorosamente preparaba cada día.
Hay recuerdos que no se olvidan, que no quiero olvidar, están marcados en mi memoria y forman parte de mi vida y que en gran medida están cruzados con los recuerdos, muchos de ellos caídos en un total olvido, de los de Casa Pedro. Les cuento:
Mi abuela materna, Maria del Carmen Rosa (por quien toma nombre éste blog) al igual que mi bisabuela eran costureras, pantaloneras, eran en aquella lejana época eran verdaderas artesanas, mi abuela era a quien la mayoría de los camareros les encargaban su uniforme, una chaqueta blanca. Era mi abuela, a quien llamaban Carmen “La Rosilla” quien las confeccionaba.
Uno de los hermanos de mi padre, el más pequeño, llamado Rafael, le apodaban “El Poli”, (diminutivo de policia, por su trabajo y uniforme) toda su vida fue el “guarda coches”, empleado y contratado por Casa Pedro.
Foto de mi tio Rafael, con su uniforme de "guarda coches", con su gorra, junto con alumnos del Colegio Safa-Icet (antiguamente llamado Padre Ciganda) ubicado al lado de Casa Pedro. Su mujer, mi tía Maruja Juye, trabajaba en la cocina casi de sol a sol.
Mi padre y sus hermanos, desde su más tierna juventud eran amigos de los propietarios: Lorenzo y Pedro. Pero ellos no fueron quienes inauguraron el reconocido local.
Perico Martinez Román, padre de Lorenzo y Pedro, en el año 1927, fundaba Casa Pedro, casi sobre los chinorros del rebalaje, sobre la negra arena de la playa, unas mesas de madera, unas sillas en principio de enea que con el tiempo se cambiaron por sillas plegables de madera, un techo cubierto con hojas de palmera y con cañizos, al igual que otras familias de El Palo, como su tío Miguel quien abrió “La Parada”, o sus vecinos “Casa Carrasco” o “Casa Juan Perico”. Ofrecían las capturas de los sardinales ensartados en un espeto o freían en las propias cocinas de sus casas de pescadores, los chanquetes, morralla y “pescaitos” que sacaban en el copo las jábegas paleñas.
(Mi suegro con apenas dos años, sus hermanos y sus padres, abuelos de mi marido. Foto en Casa Pedro, año 1933)
A Casa Pedro acudían los malagueños, durante más de 80 años, para degustar los mejores espetos, las mejores frituras y los platos más sofisticados que con el paso de los años fueron demandandos sus distinguidos clientes, ya que fue hasta el año 1989 todo un referente de la alta gastronomía malagueña.
Famosos sus gazpachuelos, su sopa viña AB, San Jacobos con ensalada, su arroz de marisco “pelao”, el rape a la serrana, su postre estrella “el pijama” y sus helados. Ningún famoso, ninguna celebridad de los años 70, 80 que pasaban por la provincia se iban sin probar los suculentos manjares que ofrecía Casa Pedro. Fue en el año 2009 cuando Casa Pedro cerró una época gastronómica.
Así también me lo recordaba uno de sus vecinos, Paco López de la familia “Los Calafates”:
Muchos de sus platos eran los que cocinaban nuestras familias, gente de la mar. Y Casa Pedro también estaba formada por marengos. Tengo recuerdos muy gratos de tu abuela Carmen “La Rosilla” y de tu tío Poli y tu tía Maruja Juye…no nos olvidemos de nuestros orígenes, hay que rescatar aquella zarzuela de marisco que hacían (pinchando en éste enlace tienen la receta) y que venían desde Madrid a pedirla por “recomendación” y el Rape a la Serrana. Tengo la receta escrita, por lo que recuerdo, se le daba mucha importancia a la crema de ave, venía en polvo, creo que era “estarlux” y los recortes del periódico cuando salió en el Diario Sur (principio de los 90). Te la envío, espero que se lea bien, lo tengo en “mi librillo” de recortes y recetas apuntadas.
De izquierda a derecha: Paco “El Beato”, Juan, la muchacha no la reconozco, Pedrito (hijo de Lorenzo), Melchor “El Maitre), Pepe Luis y Redondo.
Estas son las fotos que guardo del personal de Casa Pedro. En la foto de la cocina:
la tercera por la izquierda es mi madre, Encarnita; la primera de la derecha es Ana Morales, los camareros: Enrique (le llamaban Enriquito, es el de la chaqueta blanca, hecha por tu abuela) y el joven Antonio Mendoza. Delante de Antonio, está tu tía Maruja.
Aunque no están en las fotos, no quiero olvidar a Juan Miguel Negro y a Jose Miguel Garcia, al que llamaban “Pepin” (camareros durante 40 años)
Casa Pedro no sólo fue el lugar junto al que jugaba en el rebalaje, donde acudía con mi familia, mis padres, mis tios, mis primos a disfrutar de unos espetos, de una cena, de un evento familiar……es parte de mi niñez, de las vivencias de mi gente, de una época para recordar y que no puedo olvidar.
Mi madre, mi padre y yo. Foto realizada en Casa Pedro, año 1957
¿CÓMO LA HICE?
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
3 colas de rape medianas, 6 langostinos grandes, 6 lonchas finas de jamón serrano, 8 puntas de espárragos blancos (en conserva), 2 huevos, una cebolla blanca mediana tipo cebolleta), 2 dientes de ajo, 3 champiñones grandes, una pastilla de caldo de pollo, un vaso mediano de vino blanco fino-amontillado, dos vasos medianos de agua, sal, harina de trigo, aceite de oliva virgen extra.
LOS PASOS A SEGUIR:
Quitar la espina central de las colas de rape, procurar retirar cualquier espina que pueda traer la carne de la parte exterior del pez. Poner los trozos de la carne sobre papel de cocina, colocar encima otra hoja de papel y golpear con una maza hasta conseguir que la parte más gruesa de la carne esté lo más fina posible. Retirar del papel, salar al gusto (no demasiado, ya que el jamón aporta sabor salado) y reservar.
Batir un huevo en un plato y en un recipiente echar abundante harina. El otro huevo cocerlo en abundante agua con sal, durante unos diez minutos. Sacar, pelarlo y reservar.
Colocar un trozo de rape en un plato, poner encima jamón serrano y tapar con otro trozo de pescado de forma que quede totalmente cubierto (como un librito).
Pasar cada “librito” por huevo batido y posteriormente por harina de forma que quede totalmente cubierto.
Cubrir el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra y ponerla a fuego medio, Una vez que el aceite comience a humear freir los trozos de pescado, de forma que queden dorados por ambos lados. Sacar en reservar en papel de cocina a fin de que absorba éste el excedente de aceite.
Picar la cebolla, los ajos, los champiñones y pelar los langostinos.
En una cacerolita pequeña echar un chorreón de aceite de oliva virgen extra y freir los trozos de champiñones junto con los langostinos. Cuando éstos hayan tomado color, apartar del fuego y reservar.
En la misma sartén donde se ha frito el pescado (si es necesario echar un poco más de aceite) pochar la cebolla y los ajos, con cuidado de que no se lleguen a quemar. Cuando comiencen a estar transparente incorporar la mitad de los espárragos.
Incorporar el vino, dejando un minuto hervir a fin de evaporar el alcohol, añadiendo a continuación los dos vasos de agua y la pastilla de caldo de pollo. Dejar cocer todos los ingredientes durante unos cinco minutos aproximadamente.
Pasar la salsa por la batidora de forma que quede una crema lo más fina posible. Probar de sal y rectificar si fuese necesario.
En una cacerola plana echar la salsa y llevarla nuevamente a ebullición, incorporar los filetes de rape, los champiñones y los langostinos.
Servir caliente, acompañado por langostinos, huevo duro y puntas de espárragos blancos. Me imagino que así la servirían en Casa Pedro. ¿No creen?
17 comentarios
Madre que rico y que recuerdos...¡Casa Pedro! Mis abuelos siempre hacían sus celebraciones allí, y estaba todo tan ricos. Siempre que había reunión familiar era en Casa Pedro.Esta receta que hoy nos comparte es para chuparse los dedos, la tengo que hacer. Me encanta. Besos.
ResponderEliminarMuchisimas gracias Estela por tus cariñosas palabras. Era un lugar especial para todos los malagueños y los paleños como yo. Te gustará tanto como a nosotros, te hará volver al Palo, a Casa Pedro....
EliminarUn abrazo.
Felicidades Toñi, la receta es espectacular, pero que bonito reportaje de recuerdos has transmitido con ella de este sitio tan peculiar de mi querida Málaga. La ultima vez que estuve allí, fue en 1991, acababa de llegar de mi viaje de novios y mi abuela cumplía 90 años, y ¿como no? Celebramos en Casa Pedro. Gracias Toñi por devolverme parte del pasado. Un besazo enorme.
ResponderEliminarDetalles como éste comentario tuyo, hace que merezca la pena escribir, compartir y publicar "Mi Cocina"....muchas, muchisimas gracias.
EliminarQué recuerdos tan bonitos, me encantan esas fotos de antes, no me extraña que no se te olviden nunca.
ResponderEliminarY ese plato de rape en el que encontramos diferentes tipos de sabores, vaya pasada de rico, dan ganas de probarlo, pero a la orilla del mar si es posible.
Besos.
O en casa, como yo he hecho....cerrando los ojos, recordando, imaginando, soñando....Gracias Ana, eres especial para "Mi Cocina"
EliminarUn abrazo.
Me encanta la receta, pero más me gusta por los recuerdos tan bonitos que lleva detrás, las fotos son de lo más entrañable, igual que tus recuerdos
ResponderEliminarEs que la cocina, la gastronomía también está repleta de sentimientos, recuerdos y añoranzas....son ingredientes que no pueden, no deberían de faltar en un plato, en una receta.....Muchas gracias!!!! Y felicidades atrasadas por tu onomástica. Un abrazo.
EliminarHola Toñi, qué bonitos recuerdos, los qu e siempre llevarás contigo. Así de bien has cocinado este rape, huele a tradición y a sabores de antaño. Mil gracias por compartirlos aquí y yo disfrutando de todo. Un beso
ResponderEliminarMuchisimas gracias Elisa por tus palabras, por estar aqui y compartirlos conmigo. Un beso
EliminarHay personas que por un motivo u otro visitan "Mi Cocina" y me leen, pero los comentarios me los hacen en las redes sociales donde como, me imagino que sabrán, hoy en día hay que tenerlos activos y estar presentes para que éste blog llegue a más personas, a más distancias....son caminos virtuales por los que hay que caminar si quieres darte a conocer aún más. Y uno de ésos comentarios es de la persona que me ha dado la receta, de sus recuerdos, de su madre, de sus añoranzas.....le he pedido permiso para hacer un "corta - pega" del comentario en sí y que quede constancia en el blog. Gracias Paco Lopez
ResponderEliminarDice así: Vaya... Al ver las fotos.. Me he emocionado un rato.. Gracias. Qué buena cocina hicieron, qué calidad de alimentos salían, la pechá de trabajar que se daban para alimentar un salón comparable a un cuartel de infantería y todos los clientes estaban encantados con la calidad del género y el servicio. Había para todos... Comedor merendero grande... Reservado Salón Verde... Barra con Manolo Martínez al frente.. Piso superior comuniones.. Etc.. No hay en Costa del Sol ahora esa maravilla
Con la calidad esa y la escuadra de camareros y extras uniformados con esas chaquetas blancas, tejidas desde las manos maestras de tu abuela Carmen Rosa, lo mismo remendaba una medio jábega redera, desde la relinga a la beta de los plomos qué una compostura de tela blanca para vestir los cuerpos de los trabajadores del restaurante con total elegancia. Un beso al cielo por ella y otro grande para tí..
Siempre te digo lo mismo pero es un placer venir a visitarte y un lujo disfrutar de todos los recuerdos de tu vida asi como tus vivencias al igual que todo lo que atañe a tu querida Malaga.
ResponderEliminarEste post es digno de estar publicado en el periodico para que los Malagueños puedan verlo tambien estoy segura de que no llegara ni a la cuarta parte de ellos ,sin duda un bonito homenaje el que haces a Casa Pedro .
El rape te ha quedado de relujo como todo lo que sale de tu cocina se ve divinisimooo y no dudo ni un segundo que este de rexupete.
No se si en casa Pedro lo servirian asi pero si toda la gente que trabajo alli pudieran verlo y decirlo estoy segura de que te harian la ola.
Bicos mil y feliz finde potita mia.
Muchisimas gracias Chus, siempre tan generosa conmigo y con "Mi Cocina". Eres un verdadero Sol. Un fuerte abrazo.
EliminarHola, Toñi. El rape muy bueno, la presentación maravillosa y tu relato y vivencias muy emocionantes.
ResponderEliminarYo también he recordado el restaurante con nostalgia. He llevado muchas veces a mi padre al Palo, donde había un almacén de bebidas, para hacer la compra de vino para el Bar y luego ibamos a comer a Casa Pedro.
Nuestros seres queridos han sido como un Faro a lo largo de nuestra vida que nunca se apaga.
Un fuerte abrazo, Carmina.
Muchisimas gracias mi querida y admirada Carmina por tus cariñosas palabras. Me imagino que iríais a Bodegas Quitapenas que "nacieron" y hasta hace pocos años estaba en El Palo (hoy en día está cerca del aeropuerto, en San Julian, distrito 8).
EliminarEs cierto, nuestros seres queridos nos alumbran, yo así lo siento.
Un fuerte abrazo a ti también.
Como Nenalinda ha puesto tu ensalada malagueña por las nubes, vengo a conocer tu cocina y lo cierto es que me ha hecho la boca agua.
ResponderEliminarConozco el PALO pero no he tenido el gusto de probar este rico plato, si recuerdo de que, todo lo que allí comí, estaba delicioso y me sorprendió la forma de ofrecer su rica cocina, el olor de aquellas fuentes a frescura inundaba todo el local.
Felicitaciones por tu dedicación, ha sido un placer visitarte.
Cariños.
kasioles
Muchisimas gracias por tu visita, tus amables palabras y sobre todo es un honor contar con tu presencia en "Mi cocina". Detalles como el tuyo hacen que merezca la pena escribir, compartir y publicar un blog.
EliminarUn abrazo.
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.