SALCHICHAS CON PIÑA AL CURRY
Quienes me
preguntaban ¿Cómo es la India? Yo contestaba: lo que han visto mis ojos, todo
lo que he vivido nunca lo podré explicar con palabras, se quedarán en mis
recuerdos y en mi corazón. Aunque de vez en cuando me gusta describir, dentro de lo posible, algunos paisajes y vivencias.
Sí es
cierto que ese viaje cambió mi percepción de la vida en muchos aspectos, sobre
todo en cuanto a filosofía y religión, fueron días intensos, emotivos,
instructivos y muy interesantes, días en los que aumentó en mí mi entusiasmo y la
pasión por su cultura, a la que con el paso de los años me fui acostumbrando e identificándome
poco a poco, desde el año 1971. Fue entonces
cuando ésa pasión comenzó a hacer mella en mi persona, trabajando con hindúes,
entablando relaciones personales y afectivas muy fuertes.
India es un país
inmenso, lleno de colores, de olores, sabores, de sensaciones, un país de
imágenes y de grandes contrastes, un país de masas, de pobreza, miserias y
grandes riquezas, pero también de rostros, de gestos, de sonrisas, de
espiritualidad; un país donde viajas al pasado, un pasado que convive con el
presente, una experiencia única e inolvidable.
Una tierra con un encanto especial, con un patrimonio rico y antiguo,
con una historia milenaria.
Fuimos a
India invitados por un gran amigo nuestro, una importante y maravillosa persona
a la que mi marido y yo le tenemos un cariño muy especial. El se preocupó en todo momento de que
aquellos días que descubrimos India estuviésemos en todo momento atendidos como
verdaderos Maharajás.
Uno de los
lugares que tuvimos la oportunidad de conocer, a pesar de que no es un destino
donde lleguen occidentales (máxime en aquellas fechas, Abril del año 2000, por
el conflicto bélico en sus fronteras con Pakistan) fue Amritsar. Situada
en el estado de Punjab (en el norte de India), es una ciudad mundialmente
famosa sobre todo por albergar el Templo Dorado, el Harmandir Sahib, también
llamado “el templo de Dios”, lugar sagrado para los sijs.
Viajar en
aquel elegante y vetusto coche, un “embassador” blanco, conducido por un sij
totalmente vestido del mismo color blanco impoluto, incluido el turbante, de
largas y canas barbas, irradiando dulzura y amabilidad nos suavizó la terrible
experiencia que supuso para nosotros atravesar las peligrosas carreteras, fue
un acto de valentía sobre todo por la forma que tienen de conducir y por sus
estrechas carreteras.
El nombre de
la ciudad, Amritsar, le viene de la palabra en sánscrito: “amrit” que significa
“La Piscina del Néctar”, nombre de un gran estanque, un lago dentro de un gran
recinto, totalmente a cielo abierto, en su centro, en una islita, se encuentra el
templo, un lugar mágico, brillando bajo el sol y el azul del cielo, se eleva
sobre el agua, iluminando a los peregrinos el dorado de las placas de oro y el
mármol blanco resplandeciente de su alrededor, eclipsando cualquier otra visión. La sensación es realmente impactante.
Deambulando
alrededor en el sentido de las agujas del reloj, miles de personas llenan de
color el gran recinto, ellos con turbantes, algunos con lanzas y casi todos con
la daga al cinto (otro de los símbolos de los sijs), ellas con saris, con la
cabeza cubierta por velos, todos descalzos; algunos bañándose o bebiendo de las
aguas sagradas del estanque, otros rezando sentados, unos dormitando o extasiados
por el magnífico paisaje.
Lo sublime
llegar al edificio central, donde un sacerdote bendice a los fieles, reza leyendo
el texto más sagrado, el Gurú Granth Sahib, 1.470 páginas con las enseñanzas
sagradas de diez gurús. Al mismo tiempo,
unos músicos tocan suavemente una plácida mélodia.
En Amritsar
vivimos momentos maravillosos y hechos realmente impactantes para mi mente y
para mi corazón. Fue allí donde viví
momentos también curiosos, donde me sentí y me convertí en un “elemento”
exótico en especial para los niños…
Hechos, lugares, días vividos de una
manera tan intensa, tan lejos de todo lo que conoces, quieras que no, dejan
huella en el espíritu y en el corazón. Y en la gastronomía de mi cocina…quedaron
huellas de ésa cultura, de India.
De la región de Punjab, pero extendido
a todo el país, es mundialmente famosa ésta receta que por cierto ya publiqué y que es uno de mis platos favoritos: el POLLO TANDOORI
En este caso, la carne se macera en
yogur con especias (pimienta, comino, semillas
de cilantro, guindilla, jengibre, cúrcuma…) y un colorante insípido
que da a los platos un color muy característico, tras lo cual se cuece en el
horno tandoor con carbón vegetal;
lógicamente yo lo cocino en un horno normal y corriente. El pollo tandoori, va en trozos grandes o
enteros, pero si el animal es deshuesado o los trozos van sin huesos (como la
pechuga) se denomina “tikka”.
Suelo indicar que las especias hindúes
las suelo comprar en una pequeñita tienda de Torremolinos, hay quienes me han
pedido la dirección y la he facilitado en un privado. Es en dicha tienda donde suelen comprar
desde hace muchos años la comunidad hindú que existe en Málaga; su propietario es
Mohan, antiguo compañero en la empresa que yo trabajé durante más de treinta
años. Indico los datos por si les resulta
interesante: VISHADE, situada en Avda.Los Manantiales, nº 20 Local 37, pasaje
del Edificio Los Gaitanes.
Es allí donde compro las especias de
India…el garam masala, las especies ya preparadas para el tandoori y el curry
hindú….con un color, sabor y olor que me transporta a India….a la que algún día
tendré que volver.
En ésta ocasión he preparado unas
salchichas de cerdo frescas (preparadas en mi carnicería de confianza,
Federico, del Mercado de Atarazanas) dándoles ése “toque” hindú que tanto me
gusta. Fusionando una vez más nuestros productos con sabores orientales.
¿Cómo las hice?
En una cacerola plana echar un chorreón
de aceite de oliva virgen extra (he usado de Riogordo) y pochar a fuego lento
media cebolla cortada en trozos muy pequeños, salándola previamente.
Antes de que se lleguen a dorar,
agregar las salchichas y rehogarlas junto con la cebolla.
Añadir el jugo de una lata de piña en
almibar, dos o tres cucharadas soperas de curry hindú y un bote de nata (suelo
usar la nata ligera especial para cocinar).
Sacar las salchichas y pasar la salsa
por la minipimer (batidora) de forma que quede homogénea. Volver a poner las salchichas en la cacerola
y llevar a ebullición durante un minuto. Rectificar de sal.
Agregar la piña troceada y cilantro
picado.
Acompañar con arroz cocido basmati o si
lo prefieren ¿por qué no? Con unas patatitas fritas….
Les animo a viajar gastronómicamente hablando a Oriente, a disfrutar de su gastronomía, de sus olores, coleres y variedad de sabores.
¡
19 comentarios
Pues muy buenas propuestas, se salen de lo común. Me las apunto
ResponderEliminarMe encantan estas combinaciones de sabores, estupenda.
ResponderEliminarSaludos
Vaya combinación de sabores... Qué buena pinta!!
ResponderEliminarpero que ricas , saludos
ResponderEliminarRelato y receta muy interesantes, con un toque de especias orientales
ResponderEliminarRecetas nuevas para mi pero muy ricas...Besitos
ResponderEliminarDesde luego ese viaje que cuentas es como un cuento de hadas, en ese coche y esos sitios,me encantaría!,cuántas vivencias tienes , te has dado cuenta que tu vida es muy especial?,digamos que tienes muchas historias vividas por contar...y yo esperando leerlas.....por cierto me encanta la receta..besos
ResponderEliminarRicas esas salchichas combinadas con la piña !!
ResponderEliminarUn abrazo
Sara
Que salchichas más buenas, con esa salsita y piña.
ResponderEliminarBesos
Cocinando con Montse
vaya plato mas rico te has currado!!! la verdad es q es sencillo xo lo has presentado de lujo.
ResponderEliminarsaludos
Pues una mezcla muy sabrosa y variada. Nunca hubiera pensado en hacer las salchichas con la piña. Un besote.
ResponderEliminarQué bien cuentas estas historias de tus viajes, casi como si estuviéramos allí contigo.
ResponderEliminarMe encanta la cocina india, con estas especias que suelo usar a menudo.
Unas salchichas muy ricas con el curry y la piña, gran sabor.
Besos.
Toñi, parecía que estaba leyendo a Javier Moro con sus relatos sobre este maravilloso país, me has transportado totalmente alli y te he imaginado dentro del coche vibrando de emoción, oliendo y respirando el aroma de sus comidas y sé que esas salchichas te han tenido que salir de locura por que hoy estabas impregnada de recuerdos hasta la médula.. maravillosa lectura y receta!
ResponderEliminarMe ha encantado tu historia del viaje sobre todo porque yo tengo mis nietos que son de allí, es un país lleno de misterio y encanto.
ResponderEliminarMaravillosa receta que seguro les gustará cuando la haga.
Besos.
Maravilloso viaje el que nos cuenta, y buenisima tu receta, el curry me encanta y la piña no digamos, es una mezcla de sabores deliciosa.
ResponderEliminarBesitosss guapa
Yum! What a great pairing of flavors and textures.
ResponderEliminarNunca he salido mucho de Sevilla, unas veces porque los niños eran pequeños, otras porque no parabamos de trabajar, otras por enfermedades de mis padres, otras por culpa del dinero.....y otras por que no decirlo, porque adoro Sevilla cuando está vacia (de sevillanos porque de guiris jamás), agosto es mi mes preferido y no quiero salir mucho de ella, se que es tener la mente cerrada a otras culturas, pero aunque yo no lo estoy y no es lo mismo, tengo una capacidad enorme de imaginarme las cosas cuando las leo , , (siempre me pasa contigo) leo como una posesay casi que puedo tocar las cosas, incluso oler y ver, pero la India es uno de esos sitios que todo el mundo dice que no pueden explicar, algún dia..........
ResponderEliminarCon respecto a tu receta, tiene que estar buenisima, me gusta todo lo especiado y estas salchichas tieen una pinta estupenda. Besos
No se me había ocurrido hacerlo así y la verdad es qeu la piña con el curry tiene que hacer un contraste tela de rico.
ResponderEliminarbesos
¡¡Cuántas cosas aprendo de ti, que maravillosa descripción de los lugares. La foto me encanta; es un tesoro y me alegra que lo hayas compartido.
ResponderEliminarLa receta de escándalo tiene que estar, hoy he cocinado salchichas, también de mi carnicero de confianza de barrio y si te leo antes, hago la receta sin dudarlo.
Un besazo preciosa!!!
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.