FLAN DE HUEVO CON VINO MOSCATEL Y PASAS DE MALAGA



La maldad no existe en la naturaleza, sólo en el corazón del hombre.

Recuerdo la dulce voz de mi madre, aun cuando escucho las viejas canciones que ella solía cantar, me parece oírla a ella, pero sobre todo me gustaba su risa, una risa contagiosa.   Eera una mujer hermosa, su rostro terso, sin arrugas, sus suaves y negros cabellos cuyos bucles rizados con una ligera permanente brillaban con la luz del sol, la frente despejada hacía que lucieran y brillaran unos grandes ojos color miel....

Me aferro con todas mis fuerzas a mis recuerdos, a ésos destellos de ella que mi memoria suele regalarme cada día, logrando encontrarme con aquella dulce e infinita mirada y con su eterna sonrisa….aquella sonrisa que cautivaba.

No me canso de pensar en ella, de ver sus fotos, de recordar a mi madre….intentando seguir entrelazando mi mirada a su mirada, un sutil hilo de ternura y amor que perdura en el tiempo.   

Una mirada dulce y a la vez triste…..quizás dibujada la tristeza en sus ojos y en su semblante por los duros y difíciles años que le tocó vivir. (Nació en el año 1926, en ésta foto, su primera fotografía tendría unos catorce o quince años)

Quizás en sus ojos, estaban dibujados todo el dolor que tuvo que sentir en su vida, ojos de niña que retrocedían en el tiempo de su vida y que volvían a revivir una dura época de postguerra, sellada por la escasez de alimentos, por penurias y por el hambre.

Ella nació, se crio y vivió en El Palo, donde finalizada la Guerra Civil, al igual que toda España, la barriada quedó sumida en un lamentable estado de devastación y miseria, donde el vivir cotidiano era sumamente difícil y lamentable.    Los niños….al igual que los mayores, pasaron hambre en aquellos terroríficos años de extrema escasez…..lo poco que había era lo que se comía.

Mi madre me contaba las penurias vividas a pesar de la lucha de mis abuelos por sobrevivir con la pesca, de cómo ella y sus hermanos calzaban alpargatas de esparto y a pesar de su tierna edad, ellos ayudaban a mi abuelo tirando del copo hacia el rebalaje con la tralla prendida en la beta sacaban aquellas redes de la mar….

Solía recordar como al más pequeño de sus hermanos le daban “flatos” de hambre.   
Como con su vestido de los domingos quería ir al colegio y mi abuela la mandaba al “fridó” (Fábricas de  Conservas y salazones de pescados) de los Aranda o de Pepe Acosta a preparar las anchoas, los boquerones en vinagre o el pescado frito que enlataban, cuando entraban boquerones.....cuando no le tenía que ayudar a coser (mi abuela era costurera y pantalonera....cuantas chaquetas blancas de Casa Pedro salieron del arte de sus manos). 

¡¡ Cuantos días sin poder comer nada…..sin probar el pan, escuchando llorar de hambre !!

Si no había nada que poder comprar, aunque tuviesen para comprar....

Qué delicia cuando había aunque fuera un vaso de negra “cebá” a falta de un buen café, endulzándola chupando un trozo de caramelo o papa de menta para desayunar……o una arenca envuelta en papel de estraza que apretaban en el quicio de la puerta….¡¡ Nos chupábamos los “deos”!! me decía.......y las algarrobas y las bellotas, que buena estaban, los higos secos con una almendra y las pasas…..ésas dulces uvas pasas moscatel de nuestros montes….


Con ésas deliciosas pasas y vino moscatel, recuerdo sus palabras, sus gustos….su sonrisa, su dulce rostro y su mirada, una mirada a veces triste anclada en un duro pasado. Tan dulce como las uvas pasas moscateles de nuestra tierra...Así era mi madre.



¿Cómo hice éste postre?


Ingredientes para cuatro flanes:

Tres huevos grandes, cuatro cucharadas soperas de azúcar, unas 24 uvas pasas (a ser posible malagueñas), medio vaso de vino moscatel malagueño, dos vasos de leche entera, caramelo liquido (hoy he usado del que ya se puede encontrar preparado en cualquier supermercado).


Los pasos a seguir:

Dejar las uvas pasas en remojo en el vino moscatel; aproximadamente una hora.

Diluir en el caramelo (una dos cucharadas soperas por flan) la misma cantidad de vino, echarlo en una cacerolita, llevar a ebullición durante unos minutos, dejando reducir al gusto.  Reservar.

Encender el horno que se vaya calentando a 180º C.

En el vaso de la minipimer echar los huevos, el azúcar, la leche y dos cucharadas soperas del vino moscatel.   Batir durante unos minutos, hasta que todos los ingredientes queden bien integrados.

En los moldes para flan (uso metálicos, tipo vaso) echar una dos cucharadas de caramelo, a continuación poner en el fondo, sobre el caramelo cinco o seis uvas pasas bien escurridas.

A continuación y con cuidado ir agregando la mezcla de ingredientes (huevo, leche, azúcar y vino) hasta prácticamente llenar el recipiente.  

Llenar un recipiente especial para hornear con agua, de forma que cubran los vasos hasta la mitad.     

Meter los vasos e introducirlos en el horno.

Dejar hornear durante unos diez o quince minutos aproximadamente.

Sacar los vasos, dejarlos enfriar, taparlos con papel de aluminio y guardar en el frigorífico. (Es mejor consumir los flanes de un día para otro).

Desmoldar….y disfrutar.

Pero recuerden mi consejo....disfruten de Málaga, ahora que aunque luce el sol, desde el mismo rebalaje, desde la orilla se divisan las Sierras malagueñas llenas de nieve.  Disfruten de sus bosques, de su paisaje, de tanta cultura como se puede disfrutar en ella, de su gastronomía.....
Buen fin de semana.

10 comentarios

  1. tú madre era bien guapa, mi madre también me dice lo que pasaban antes y que se comían hasta las pelas de las patatas que lo aprovechaban todo, y que les hacían trabajar en el campo de bien niñas, ahora los tiempos han cambiado y los jóvenes no saben apreciar las cosas.
    el flan tiene una pinta estupenda.
    un beso

    ResponderEliminar
  2. esta historia de tu mami me recuerda a la q me contaba mi abuela de pequeño. la verdad q la gente de ahora no sabe apreciar lo q tenemos.
    este flan es delicioso. es darle la vuelta añadiendole unas pasas y vino moscatel

    ResponderEliminar
  3. Un estupendo manjar para endulzarse las tristezas, esas historias que vivieron nuestros mayores es lo que hace que nosotros seamos mas fuertes y valoremos mas lo que tenemos, ojala nuestros hijos sean capaces de enseñar a los niños, que lo mas importante de la vida no es el dinero. Un beso linda

    ResponderEliminar
  4. Ha de ser un flan muy sabroso con el Moscatel y las pasas.
    Qué guapa era tu madre!! Le toco vivir un época en que comida había poco por eso la saboreaban mucho más.
    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Un flan muy rico........... pero lo que de verdad me ha gustado ha sido la historia que has contado de tu madre, muy parecida a la de la mía, y a la de tantas a las que le toco vivir aquella época. Tenías una mami muy guapa. Besines

    ResponderEliminar
  6. Hola Toñi, una entrada muy emotiva y bonita, creo que todos los que les ha tocado vivir aquella epoca de hambre y escasez cuentan mas o menos loo mismo, lo que cuenta mi abuelita es muy parecido a la historia de tu madre, pobres, las pasaron canutas, oyendolas a ellas no se de que nos quejamos ahora nosotros, un flan muy rico, biquiños.

    ResponderEliminar
  7. Me encanta esta entrada y por supuesto la receta....besos y buen fin de semana

    ResponderEliminar
  8. Querida Toñi: ¡Qué entrada tan bonita donde recuerdas lo mal que lo pasaron nuestros familiares en aquella época. Me alegro que seas la voz de ell@s y que nos recuerdes de dónde venimos para saber a dónde vamos.

    El flan me encanta, un postre que mi madre solía hacer casi todos los días porque a tod@s nos encantaba. Recuerdo el olor del caramelo, las flaneras al baño maría en el horno y esos flanes tan buenos que eran manjares. Esta receta me encanta y voy a hacerla pronto. Me la llevo a la carpeta que te tengo dedicada y dónde voy guardando tus recetas. Un besazo y felicidades.

    Tu madre guapísima y tiene cierto parecido a ti.

    ResponderEliminar
  9. Hola, Toñi. Preciosa entrada como siempre. Guapisima tu madre, te pareces a ella. Leyendo tu relato he recordado aquellos años, yo nací en 1949, mis abuelos maternos tenían un molino harinero y los pescadores hacían trueque con mi abuela hasta que ella decía no me eches mas pescado, ella a cambio les daba hortalizas ,leche y si tenían un enfermo huevos. Cuando no podían salir a pescar, mi abuela repartía la maquila del día para que hicieran gachas. Creo que debemos recordar lo bueno , estoy convencida que ellos eran felices.
    Besos, Carmina.

    ResponderEliminar
  10. Que guapa era tu madre Toñi !!!!! Ya sabes que yo con esto me pongo nostálgica y que te he dicho muchas veces que me trasladas a mi infancia con una facilidad pasmosa. Yo también he oído en mi casa historias muy parecidas a la tuya, por ambas partes, tiempos de penurias !!!! Lo del flan casi no puedo decirte más que tiene que ser una maravilla con ese sabor a Moscatel y que me llevo la receta una vez más para probarlo. Besos

    ResponderEliminar

Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.