FIDEOS "GUISAOS" CON ALMEJAS Y BOQUERONES DE MALAGA

Éste libro, que nace y muere entre dos luces de los mares del Sur, acaso lleva mi mayor angustia, unida al gozo altísimo de posesión más plena de los bello. Aquí y allá, colgados por su tránsito de tiempo, entre la sal y espuma de la noche más densa que pierde sus sentidos cautiva y tan carnal sobre la tierra, veo mi pulso, mi verso, mi soñar más continuo, abandonados, como flores marinas o el fósforo en la arena. Sin playa y sin razón de ser por límites, al abrirse mi alma rompe sus barandillas y vuelva, toda en sangre y transparencias, mi contenido amor, sobre la noche.

El mar del Sur entiende mi palabra. Yo soy fiel al sabor que a mi me entrega, y en luz me vivifica, para cantar su imagen transparente.

Que me perdone el mar si no he sabido.

(El misterio del agua. Emilio Prados , Málaga 1927)
                          
Playas de El Palo (Málaga), en las que Emilio Prados, escritor de la Generación del 27, escribió "El misterio del agua", escoltado por los arroyos Jaboneros y Gálica, Málaga, 1953 Procedencia: Archivo Fotográfico de la Dirección General de Turismo (1940-1992) Fotógrafo:A. Verdugo
                                   
Las playas de El Palo, su mar, el salitre, las olas, su sol y su luz, también sus noches inspiraron al genial escritor y poeta malagueño Emilio Prados, ésas mismas playas en las que pescaban, jugaban y vieron nacer, vivir y morir a mis mayores. El mismo rebalaje donde pasé mi más tierna niñez……aquellos chinorros, aquella mar que fueron testigos de mis vivencias, de formas de vida de un pasado que en mi mente se ve lejano, que ya no existen, porque todo pasa, pero queda en la memoria, en fotos, en palabras escritas.   
                                                   
¿Cómo olvidar ésa tierra, ésa mar que ví por primera vez, en la que viví mis primeros años y en la que vivieron, nacieron y murieron mi familia, generación tras generación, perdiéndose en el olvido su origen?

Sí, mis mayores, mi familia materna eran de El Palo, de pura cepa….de uno de los barrios marineros con más personalidad de la capital malagueña; un barrio que siempre quiso y se merecía ser pueblo. Ya incluso en varios momentos de la primera mitad del siglo XIX, los paleños quisieron segregarse de Málaga.

Hay constancia histórica de que en 1835 un grupo de vecinos vuelve a pedir al gobernador que al barrio «no se le considere como una calle de la ciudad y sí como pueblo». Como respuesta, el gobernador manda confeccionar un informe sobre la situación del Palo, en el que se indica que existía una población cuya industria consistía «en unos seis armadores que con ocho barcas se ocupan en la pesca» y que sólo cuenta con «cuarenta y ocho contribuyentes», aunque entre ellos hay vecinos que no viven en El Palo «pues viven en huertas y ventorrillos a largas distancias». Seguiría pues siendo barriada de Málaga, pero con su propia idiosincrasia, su propia cultura, su propia gastronomía…..

Y de alli era mi familia materna, oriundos de El Palo, pescadores, marineros, paleños….y ello se nota en “Mi Cocina”. Así recuerdo a mi madre, recogiendo el agua de la fuente, con un cántaro apoyado en su cadera o sacando agua de un blanco pozo, encalado, medianero con las casas vecinas, con su cubo de zinc pendiendo de una soga de esparto que hacía chirriar la polea cuando sacaba la fría agua.

En un rincón, un gran lebrillo con agua recalentada por el Sol, con la sempiterna tabla de lavar de madera hacía brillar el agua…. ése agua de las fuentes del Palo que guardaba en las orzas de barro resguardada con tapas de madera que tenía en el pequeño patio, lleno de geranios y gitanillas plantados en macetas colgadas de las paredes, pintadas de colores, de azul añil, de verde manzana y ocres, los mismos colores que las habitaciones de mi casa de Calle La Bara.

Con ése agua lavaba, nos bañaba, regaba las macetas, fregaba, limpiaba el pescado y con ése agua paleña cocinaba. Agua, productos de la mar y de las huertas paleñas junto con las manos de mi madre, también de mi abuela y quizás de las costumbres gastronómicas de las suyas, son los que aportaban los sabores, los aromas de recetas, de platos que han influenciado y han dado forma en gran medida a “Mi Cocina”. Una cocina, como suelo decir, ante todo muy malagueña.

Hoy una vez más, comparto una receta que he ido publicando con la misma base, aunque con diferentes ingredientes, no hay que olvidar que se cocinaba con los productos de temporada, con lo que llegaba cada día de la pesca, aunque siempre suelo decir que aunque siguiendo mis recetas familiares fielmente no me sabe igual que aquellos platos que preparaban antaño….¿sería el agua, aquel agua de El Palo…o las manos y el arte de mi madre al cocinar?
                                           
¿Se animan a preparar y disfrutar de ésta deliciosa sopa malagueña? La también llamada "sopa chupi-tira (por las almejas que habia que chupar y tirar la cáscara.

¿CÓMO LA HICE?

INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:

La mitad de un cuarto de boquerones pequeños (los que en Málaga llamamos “Vitorianos”,

la mitad del cuarto de almejas, un tomate mediano maduro, un pimiento verde, media cebolla blanca, cuatro dientes de ajo, medio vaso de aceite de oliva virgen extra (a ser posible malagueño), un puñadito de fideos del 4 por comensal, una rama de hierbabuena por plato, una pizca de azafrán (en su defecto una cucharada pequeña de colorante alimentario), media cucharada pequeña de pimentón (pimiento molido dulce), una patata mediana y sal.


LOS PASOS A SEGUIR:

Echar las almejas en un recipiente con agua y sal a fin de que suelten la posible arena que traigan en su interior.
 
 Mientras:

Limpiar los boquerones retirándoles la cabeza y las tripas, enjuagarlos bien y reservarlos.

Lavar y picar el pimiento en trozos pequeños. Pelar y trocear igualmente el tomate, la cebolla y los ajos. Pelar la patata y cortar en rodajas (de un dedo de grosor aproximadamente)
En una sartén echar un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra y a fuego lento pochar la verdura, salando previamente, removiendo de vez en cuando y procurando que no se queme.
Cuando esté listo el refrito, apartar del fuego y agregar el pimentón junto con las hebras de azafrán. Remover bien.

En una cacerolita echar agua (aquí mi hija me diría…¿qué cantidad?); más o menos media cacerola (siendo ésta de un tamaño mediano), pueden ser unos dos litros….añadiéndo las patatas a la cacerola junto con las almejas.
Añadir el refrito, llevar a ebullición, dejando cocer unos quince minutos. Salar al gusto.
Incorporar los fideos y dejar cocer unos diez minutos aproximadamente (siempre siguiendo las instrucciones del fabricante)
Apartar del fuego añadiendo los boquerones a la cazuela, tapando a fin de que se cueza el pescado con el calor residual del caldo.
Servir junto con una ramita de hierbabuena.
El mar…..siempre la mar en mi vida. En memoria y en honor de mi familia materna, gente de la mar, marengos del Palo.

5 comentarios

  1. Aqui vengo yo deprisa y corriendo por que estoy haciendo la cena mientras hago unas visitas por la blogosfera y zasca cuando ya daba por zanjada la tourne me encuentro con este maravilloso plato de fideos guisados con almejas y boquerones que ha echo mi querida Toñi.
    Uummmmmmmmmmm de muerte relenta seguro ,de buena gana daba cuenta de un plato te han quedado de relujo para no variar.
    Como siempre receta , fotos del paso a paso y post son de 20 points , me encantaaaaaaaaaa la foto en la que estas en la alle de el Palo sentada , que recuerdos tan bonitos tienes ,muchas gracias por compartirlos con quienes te visitamos.
    Bicos mil wapisimaaaaa.

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  2. Preciosa entrada llena de amor, ternura y de sabores del mar!!!!
    Tus platos son la poesía de tu cocina.
    Besos

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  3. Siempre nos explicas historias preciosas de tu infancia, llenas de sentimientos y un plato como este que se me antoja la mar de rico. Me encanta esa manera de cuantificar los ingredientes, pero las recetas de antaño es lo que tienen.
    Besos.

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  4. Mañana tengo previsto hacer fideos guisaos que se dice aquí en Estepona, pero que si mi madre me oye que es de la Caleta de Vélez me dice que es cazuela de fideos.
    y que mas da si la esencia es la misma, es mi plato preferido, da igual lo que le ponga, pero como mañana haya boquerones vitorianos caen, por cierto que me quedo con lo de la mitad del cuarto, hacía años que no escuchaba esa forma de pedir con lo triste que suena 125 gr.
    Muchos besos paleña.

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  5. hola , qué maravilla e plato. Fideos con almejas sí que hago pero no se me habia ocurrido poner boquerones, esto hay que probarlo. un beso!!

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Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.