LANGOSTINOS CON ARROZ Y LECHE DE COCO

En la tradición popular española, contamos con un proverbio de enseñanza semejante a las creencias de las culturas orientales que dice así: “hay que tener cuidado con lo que se desea porque se puede cumplir”. 

Caminaba despacio, con los pies descalzos sobre el marmóreo suelo, una nube de incienso envolvía todo el recinto, los delicados rayos de Sol entraban por los grandes ventanales haciendo brillar aún más si cabe la inmensa figura de aquel Buda Reclinado. En el ambiente se sentía una embriagadora sensación de paz y tranquilidad que me hizo imaginar que se detenía el tiempo.
Y sin darme cuenta intenté hacerlo, me dejé llevar por la pasión deseando lograr ése sueño lejano, cerré mis ojos, suspiré hondo, mis lágrimas resbalaban por mis mejillas mientras mis manos depositaban una moneda en cada una de las 108 vasijas dispuestas en un lateral de aquel templo que me cautivó a la par que repetía una y otra vez lo que me decía mi corazón, lo que realmente quería que se cumpliera. 

Percibía su intensa mirada que me traspasaba, sentía su presencia y parecía que me leía mis pensamientos, que escuchaba ésa frase que yo repetía en silencio, diciendo como una letanía aquello que quería alcanzar;  en mi mente resonaba rítmicamente la misma frase, una y otra vez acompañada del tintineo de las monedas al caer, como si de un mantra se tratara. Era un sueño imposible, que dolía calladamente, un amor secreto, intenso y poderoso ¿un imposible?. 

108 veces lo repetí, 108 ése número sagrado, místico para las culturas y religiones orientales, 108 cuencos, 108 monedas……y lo imposible se hizo posible, manteniéndose a lo largo de mi vida, cada día, cada momento, viviendo una historia intensa, maravillosa, indescriptible, única…..irrepetible.
Ése lugar especial es el llamado Templo del Buda Reclinado, el “Wat Pho” en Bangkok (Thailandia)
Uno de los muchisimos templos, pero el único que cuenta con el honor de ser el templo más antiguo de Bangkok, sus paredes están grabadas con pasajes e historias de la mitología, creando un ambiente místico.pero aún más antiguo es el buda reclinado, ya que hubo que construir el recinto con posterioridad para dar cobijo a esta enorme estatua del siglo XVII, cuando todavía Bangkok no era la capital de Tailandia.
Fue tras la caída de la capital del Reino, Ayutthaya, durante la guerra contra Birmania (1767), la nueva capital de Siam se trasladó a Bangkok. En 1782 daría comienzo la Dinastía Chakri (que aún gobierna en nuestros días) con el Rey Rama I, quien mandó construir el Gran Palacio y ordenó en 1788 la completa remodelación de un viejo templo cercano llamado Wat Phodharam. 
Las obras duraron más de 7 años, pero su mayor restauración llegaría con Rama III, quien llevaría a cabo nuevas reformas durante un periodo de casi 17 años. Aunque hoy es conocido como "Wat Pho" o Wat Po, su nombre también sufrió cambios importantes y, de hecho, fue Rama IV quien le daría su nombre definitivo y oficial: Wat Phra Chetuphon Vimolmangklararm Rajwaramahaviharn. 

El templo, además de lugar de rezo, ha sido conocido desde sus orígenes por albergar un centro de enseñanza de medicina tradicional que se convirtió en 1955 en la primera escuela oficial de este tipo. 
                                                  Claustro Phra Rabieng, en el Wat Pho 

El Wat Pho cuenta con más de 1000 estatuas de Buda procedentes de diferentes épocas y de lugares tan diversos como Ayutthaya o Sukhothai. Esto lo convierte en el complejo que alberga el mayor número de estatuas de buda de toda Tailandia, repartidas en galerías y lugares estratégicos para que todo el mundo pueda admirarlas. 

Thailandia cautiva, enamora por su historia, su cultura, sus paisajes, su gente, su gastronomía…….por lo que les animo a disfrutar de uno de sus platos.
¿CÓMO LO HICE? 


INGREDIENTES: 


2 champiñones, 6 langostinos grandes, 2 cucharadas soperas de aceite vegetal (en ésta ocasión aceite de oliva virgen extra), una cebolleta, 25 grms. de coco rallado, un pimiento chile, 100 grms. de arroz jazmin, un vaso pequeño de caldo de pescado, un vaso pequeño de leche de coco, una ramita de cilantro y sal.
LOS PASOS A SEGUIR: 


Cortar los champiñones en láminas, pelar los langostinos cortándolos por la mitad sin que se separen y sacar los intestinos, pelar y cortar en láminas la cebolleta. 

En una sartén echar el aceite y una vez caliente, saltear la cebolleta, el coco rallado y el pimiento chile durante uno o dos minutos, hasta que el coco comience a dorar.
Agregar las láminas de champiñones y saltear durante un minuto. 
Añadir el caldo de pescado y la leche de coco, llevar a ebullición e incorporar el arroz junto con los langostinos, dejándolos cocer a fuego lento durante unos diez minutos, hasta que el arroz esté cocido. (Si es necesario añadir más caldo, que éste esté muy caliente). 

Apartar del fuego e incorporar las hojas de cilantro.
Servir caliente…..

10 comentarios

  1. Por lo que cuentas este templo ha de ser impresionante. Gracias por enseñarnos, pues el saber las tradiciones de otras culturas nos acerca a los humanos, en el fondo aún con distintas creencias no somos tan diferentes.
    Impresionantemente bueno también ha de estar este plato que nos traes que como el cilantro no es en gran cantidad seguro que me gusta.
    Besos.

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    1. No, no somos tan diferentes...la esencia y el fondo de nuestras creencias, de nuestras culturas son o yo las encuentro muy cercanas en muchos aspectos.
      La receta es sencilla, pero el resultado es delicioso.
      Besos.

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  2. Estuve en Tailandia en 1995 y disfruté mucho. Seguro que ha cambiado en muchas cosas, pero la esencia, paisajes y gastronomía, entre otras cosas, no.
    Me ha encantado leerte y la receta es una delicia.
    Besos.

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    1. Marisa....yo volví en el año 1.995 por segunda vez. Igual estábamos hasta en el mismo hotel!!!! Sol Twin Tower.....qué casualidad. Como tu bien dices, la esencia no habrá cambiado, seguirá siendo el pais de la eterna sonrisa.
      Gracias!!!!!!

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  3. Que bonito escribes mi querida Toñi nunca he estado en Thailanda pero despues de leerte y disfrutar con tus preciosas fotos no dudo lo mas minimo que me enamoria de sus paisajes ,gastronomia y cultura.
    De este maravilloso plato que has preparado que decirte si no hay nada que hagas que no me guste .
    Uummmmmmmmmmm de muerte relenta no lo siguiente ,seguro que en casa no dejaron de hacerte la ola ,no deja de decirme comeme ,te ha quedado de relujo.
    Bicos mil y feliz finde potita mia.

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    1. Ya me conoces, mueve las teclas del ordenador mi corazón. Muchas gracias. Thailandia es un lugar especial por lo que supuso un gran cambio en mi vida.
      Me alegra te guste la receta.
      Un fuerte abrazo.

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  4. Hola Toñi, siempre encantada de leer lo que nos relatas, nunca he estado es estos países y tú me lo has acercado de esa forma tan cercana , lo relatas tan bonito y con tanto sentimeiento que parece uqe yo estaba allí.
    El plato ni que decir tiene que me encanta. Un beso

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    1. ¡¡ Eso intento que quienes leéis las entradas de ésta cocina me acompañéis siempre !! Un fuerte abrazo y gracias, eres un cielo!!!!

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Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.