COQUINAS CON TOMATE Y CHICHAROS
Hay quienes tenemos la suerte de vivir en Málaga, de haber
nacido aquí y como yo en una familia de pescadores, de gente de la mar, de
conocer su costa, de disfrutar del Mediterráneo y de nuestro Mar de Alborán,
conocer la bondad y el frio de sus aguas, reconocer y disfrutar las riquezas
de las especies marinas, vegetales y animales; sentarse en el rebalaje y
vislumbrar en la lejanía del horizonte el paso misterioso de los buques y
cruceros que parecen deslizarse sobre su brillante reflejo en el mar, acompañados
del paso manso de las ballenas, de los cachalotes y de los alegres delfines.
El tener cada día la eterna presencia del Mediterráneo, del Mar de Alborán
en mi vida se traslada e influye en Mi cocina.
Cierro los ojos, veo el mar, escucho las olas y huelo el salitre.
En mi retina y en mi mente aún guardo entrañables recuerdos, aunque muchos de ellos difuminados en mi memoria; veo a mi abuelo Juan Antonio “el bichucho” remendando serenamente con sus cansadas manos las redes extendidas al sol, sentado en la arena de las playas del Palo, a mi tio Pepe sacando el copo.
En mi retina y en mi mente aún guardo entrañables recuerdos, aunque muchos de ellos difuminados en mi memoria; veo a mi abuelo Juan Antonio “el bichucho” remendando serenamente con sus cansadas manos las redes extendidas al sol, sentado en la arena de las playas del Palo, a mi tio Pepe sacando el copo.
Aún en mis oidos suenan sus voces y escucho a mi tio Manolo (el “bocarrape”) en su puesto de
pescado del Mercado de Salamanca (en el Molinillo) o al primo de mi madre
Antonio (en el de Atarazanas, el central malagueño), o en el de Carranque a la
prima Paqui, pregonando el “pescaito”
fresco de la barca de “La Rosilla”, la Maria del Carmen, esa barca que descansa
tranquila en el Museo Maritimo de Barcelona (la Jábega de mi abuelo). A mi abuela, Mª del Carmen Rosa, de quien toma el nombre la autora de éste blog, la llamaban en la barriada marinera del Palo, Carmen "La rosilla"....
Aquella barca donde bogaban cada noche mi gente y de "madrugá" sacaban su
captura: boquerones, jureles,sardinas, chanquetes y la “morrallita”….aquella
estampa está varada en mi recuerdo, junto a la jábega, los copos y los boliches
y en mi corazón todos los jabegotes que juntos a golpes de brazos y hombros
sacaban de la mar su sustento.
Algo más cercano en el tiempo, nos queda el poder ver pasar las traíñas, las
“bacas” y las llamada “rastro de almejas” por el litoral malagueño, ese pequeño
barco arrastrero dedicado a la extracción de molusco, faenando casi en la misma
orilla o navegando hacia el puerto, siguiendo las técnicas y artes de pesca
artesanales, que se hunden sus raíces en
tiempos pasados.
Son parecidas a ésta que me hizo el hermano de mi madre, mi tio Antonio (patrón de un barco pesquero durante muchos años) y que conservo con especial cariño.
No todo es “pescaito” frito en la Costa del Sol malagueña, los arrastreros
nos proporcionan de almejas, conchas finas, búsanos y coquinas….
Las coquinas que encontramos en nuestros mercados suelen ser de nuestras
costas malagueñas, de las de Cádiz o bien de Huelva.
La diferencia suele verse prioritariamente en el color de la concha, las
de Málaga más oscuras, las de Cádiz con un color más dorado; incluso se puede
apreciar en el color de la arenilla que suelen soltar mientras se mantienen en
agua con un puñado de sal previamente a su preparación; como es lógico, la
arena de las malagueñas son grises y las de Cádiz y Huelva, sueltan una fina
arena dorada.
En ésta ocasión puedo asegurar, que son malagueñas.
¿Cómo las preparé?
Dejar las coquinas en un recipiente con agua y un puñado de sal (que al
probarla nos recuerdo el sabor del agua de la mar), todo el tiempo que sea
posible (una o dos horas); si es necesario cambiar el agua varias veces, volviéndola
a salar cada vez que se realiza la operación.
Cubir el fondo de una cacerolita con aceite de oliva virgen extra y pochar a
fuego lento media cebolla blanca cortada en trozos muy pequeños, sin que se
llegue a quemar.
Mientras rallar tres o cuatro tomates maduros y rojos.
Echar el tomate en la cazuelita, salar al gusto y dejar que se fría,
removiendo de vez en cuando. Una vez
listo apartar y reservar.
Mientras desgranar los chicharos (en su defecto, pueden ser guisantes
congelados) y cocerlos con un poco de agua de forma que queden al dente (unos
diez minutos).
Agregar las coquinas, los guisantes, cuatro o cinco granos de pimienta negra, dos o tres hojas de laurel y un
chorreoncito de vino blanco (uso un fino de Montilla Moriles) a la cacerolita
del tomate frito, llevándolo a ebullición durante unos minutos, los suficientes
para que las coquinas se abran. Remover
y listo para disfrutar.
Para todos los hombres y mujeres de la mar. Y en especial para una paleña, como yo, llamada Olimpia, seguidora fiel de "Mi cocina", siempre con unas amables palabras y cariñosos comentarios para mis recetas e historias.
19 comentarios
Gracias de corazón.Me encanta la receta,la historia y la gente de la mar.Besos y gracias otra vez por la dedicatoria.
ResponderEliminarjo me encantan justo tengo algo similar ahora mismo almejas y esta salsa y acompañamiento me los apunto para variar
ResponderEliminarComo me gustan las coquinas y preparadas así más.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas.
Bueno me ha encantado la receta de las coquinas, que antes cogíamos en el banco de arena con el rastrillo, y "nos poníamos puas", a la hora de comer, una buena diversión en la playa. A mi me encanta cuando voy a la playa descubrir si hay coquinas en la orilla. Era una de mis grandes pasiones de pequeña y nunca lo puedo evitar, y he enseñado a mis hijos a cogerlas. La playa, la mar, que maravilla!!!
ResponderEliminarCon tu permiso voy a enviarle a mi cuñada tu receta de hoy. La familia de mi marido por ambas partes son paleñas de toda la vida, y además ella pertenece a la Asociación de Vecinos. Quiero que conozca tu blog porque es un blog muy paleño, que seguro les encanta conocer. Besitos.
ResponderEliminarEs que se nos nota a leguas las nacidas cerca del mar, porque ademas de entender de pescado sabemos guisarlos,y eso es porque nos gusta desde que nuestras madres lo hacian para nosotras, muy bien explicado Toñi, se te entiendo todo, las coquinas me encantan, pero asi con tomate nunca las habia hecho, las he comido pero hace tantos años que ni me acordaba, gracias por traerme esos recuerdo preciosa, besitos
ResponderEliminarUm prato interessante e delicioso!
ResponderEliminarBjs
Pero que estilazo tienes y con cuántos detalles en pocas palabras narras tu historia y, parte de la historia de muchos malagueños en la que yo me incluya aunque no sea paleña pero sí, hija de pescador (primero, motorista de barcos, el mejor de toda la costa, se lo rifaban y, después se hizo patrón).
ResponderEliminarQue ricas las coquinas, hace tiempo que no las hago y mira que me gustan, a ver si me llego al mercao pá comprar que se me ha antojao.
Un besazo preciosa!!!
Esto le vuelve loca a mi hija, que platazo has preparado hoy
ResponderEliminarQue ricas con tomate o al vapor o incluso crudas con unas gotitas de limón ummm me encantan.
ResponderEliminarSaludos
me encantan no las e hecho nunca asi me tomo nota bsssss http://natirecetascaseras.blogspot.com
ResponderEliminarUna rica receta
ResponderEliminarque ricas, cuando digo aquí que mi madre las hace con tomate me dicen..ehhh!!?? con lo ricas que están, no saben lo que se pierden, pero por aquí las últimas veces que las he comprado tiene tanta arena que estropean el plato, aunque las remojes con agua y sal...besitos
ResponderEliminarComo siempre, leer lo que nos cuentas es un placer, el mismo que sería poder degustar esas coquinas tan frescas y ricas, teniendo un buen pan al lado.
ResponderEliminarEfectivamente el nombre completo de la población del chivo es Canillas del Aceituno. Verlo ya asado da menos pena, porque si lo ves vivo antes es más complicado a la hora de comerlo.
Besos.
QUE RICURA. ASI NO LAS HE COMIDO PERO LAS PROBARE PORQUE LAS COQUINAS SON UNA DEBILIDAD PARA MI. DE PASO ME QUEDO SIGUIENDOTE QUE LO QUE HE VISTO ME HA ENCANTADO ;)
ResponderEliminar..Humm que gueno lo que nos traen los "Arrastros",las almehas ,coquinas,pelegrinas,etc...
ResponderEliminarEs una verdad como un templo y yo se lo digo con sorna a los compañeros de trabajo "Todo el mundo ,no puede ser de El Palo".
Toñi gracias y no pares.Besos.
Muchas gracias por sus palabras....y como bien dices, es un orgullo ser Paleña, aunque viví alli sólo hasta los siete años, mis orígenes están alli...en los chinorros del rebalaje....
EliminarPues puedo decirte que tengo el honor de haber acariciado las formas de la jábega, la barca de “La Rosilla”, la Maria del Carmen. La que está expuesta en el MMB (Museu Marítim de Barcelona).
ResponderEliminarUna barca que con solo mirarla rezuma historia.
Muy bien conservada y expuesta, para que todo el mundo la conozca.
¡Que casualidad!
Que pequeño es el mundo.
Para los malagueños, para los que sentimos la mar, nuestras costumbres, nuestra historia, como Vd. bien dice, verla alli, varada, dormida, añorando y soñando con el rebalaje paleño, realmente es emocionante.
EliminarPara mi el acariciarla fue sentir un gran cúmulo de sentimientos, era volver a tocar a los mios, a los que se fueron, a los que duermen en mi memoria....
Gracias por sus palabras.
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.