HAMBURGUESA DE TERNERA CON CEBOLLA CARAMELIZADA
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre........
"Nana de la cebolla" sobrecogedor poema de Miguel Hernandez, dedicado a su hijo a raíz de recibir una carta de su mujer, en la que decía que no comía más que pan y cebolla; una de las más tristes “canciones de cuna” de la llamada Generación del 36, sobrecogedor texto al que puso música y cantaba con sentimiento Joan Manuel Serrat allá por los años 70.
Y es que la humilde cebolla ha ayudado a paliar el hambre que sufrieron nuestros antepasados, me refiero concretamente a la época de la posguerra en nuestro pais del pasado siglo; aunque no hay que olvidar que ya en la Edad Media las cebollas, junto a las coles y las habas, fueron las que paliaron muchas de las hambrunas y fue casi alimento único entre la población pobre, que eran casi todos los habitantes del Continente europeo.
La humilde y a la vez apreciada cebolla está ligada íntimamente a nuestra historia desde tiempos inmemoriales; era alimento de épocas prehistóricas, aunque he podido averiguar que su origen en cuanto a su “domesticación” lo encontramos hace más de 5000 años en Oriente Medio, incluso en China e India.
Igualmente la consumían los Egipcios quienes junto con el ajo, la cebolla era invocada como “deidades” cuando hacían sus rezos a los dioses.
En Grecia Dioscórides en el siglo I a.C., seguramente tomando la experiencia oriental, habla sobre las excelencias médicas de dicho bulbo lo cual fue también admitido por Galeno en el siglo II d.C. y todos los médicos y agrónomos de la época la usaban como medicina; como ejemplo, Plinio el Viejo, la aconsejaba para curar la mordedura de perros, disentería, lumbago, dolores dentales y para la visión, induciendo al sueño según él.
Fue ampliamente consumido por los griegos y los romanos como se puede leer en las "Églogas" de Virgilio.
Ya bien por su sabor o por las propiedades medicinales, la cebolla está ligada a la historia de las civilizaciones, hasta el punto que es un ingrediente básico para casi toda la humanidad (menos para nuestro buen amigo, profesor y filósofo Rafael Guardiola).
Uno de los condimentos más empleados en la cultura gastronómica mediterránea, fiel compañera en Mi cocina, donde no concibo mis platos sin su sabor, su olor, su jugosidad.
La cebolla frita, rebozada, encurtida, hervida, al horno, hervida, al horno, cruda o como en ésta ocasión, caramelizada es realmente deliciosa.
Así que les animo a comer una hamburguesa de las que tanto gustan a los niños y menos niños, pero casera y sana, simplemente de ternera picada y con cebolla caramelizada.
PARA PREPARAR LA CEBOLLA CARAMELIZADA:
Pelar las cebollas y cortarla en juliana (en tiras alargadas finitas).
En una cacerola echar un chorreón de aceite de oliva virgen extra (a ser posible malagueño, actualmente estoy cocinando con aceite de Riogordo) y agregar las cebollas, salar al gusto e ir friéndolas a fuego lento, removiendo continuamente hasta que se pongan transparente.
Cuando esté tierna, añadir tres o cuatro cucharadas soperas de azúcar moreno, cocinándolas a fuego lento durante unos quince minutos, sin dejar de remover, hasta que el azúcar se caramelice y la cebolla tenga un color dorado, con cuidado de que no se queme.
Agregar un chorreoncito de licor (suelo echarle coñac, ron añejo o vino moscatel malagueño), remover todo el conjunto y dejar unos minutos hasta que se evapore el alcohol por completo.
Una vez lista la cebolla caramelizada, preparar la carne.
¿CÓMO PREPARAR LA HAMBURGUESA?
Única y exclusivamente de una buena y deliciosa carne de ternera picada, sin más aditivos ni complementos.
La carne picada suelo pedirle a mi carnicero de confianza (siempre donde Federico, en el malagueño Mercado de Atarazanas, el precioso mercado Central malagueño) que me la prepare sobre la marcha.
PARA DARLES FORMA ACONSEJO:
Cuando esté tierna, añadir tres o cuatro cucharadas soperas de azúcar moreno, cocinándolas a fuego lento durante unos quince minutos, sin dejar de remover, hasta que el azúcar se caramelice y la cebolla tenga un color dorado, con cuidado de que no se queme.
Agregar un chorreoncito de licor (suelo echarle coñac, ron añejo o vino moscatel malagueño), remover todo el conjunto y dejar unos minutos hasta que se evapore el alcohol por completo.
Una vez lista la cebolla caramelizada, preparar la carne.
¿CÓMO PREPARAR LA HAMBURGUESA?
Única y exclusivamente de una buena y deliciosa carne de ternera picada, sin más aditivos ni complementos.
La carne picada suelo pedirle a mi carnicero de confianza (siempre donde Federico, en el malagueño Mercado de Atarazanas, el precioso mercado Central malagueño) que me la prepare sobre la marcha.
PARA DARLES FORMA ACONSEJO:
Mojar las manos en un poco de agua ayuda a formar las hamburguesas sin tener que manipular de más la carne.
Dejar los bordes un poco más gruesos que el centro.
Salpimentar previamente.
Las hamburguesas una vez hechas mantenerlas en el frigorífico unas horas antes de cocinarlas, deben estar frías, así en el momento de cocinarlas se mantienen jugosas y no se rompen.
La plancha o sartén debe estar muy caliente y bien “aceitada”.
Dejar que se hagan bien, con cuidado de que no se quemen, primero por una cara; no dándoles la vuelta demasiado pronto a fin de que no se queden pegadas.
No darles muchas vueltas a la carne, lo único que se consigue es que se ponga dura y se seque.
No la presionen, ya que se salen y se pierden todos sus jugos, que en definitiva es lo que le da sabor y la textura tan jugosa a la hamburguesa.
colocar la hamburguesa sobre el pan y aderezar con la cebolla caramelizada.
En ésta ocasión, para mi gusto personal, le he añadido unas hojas de lechuga, unas rodajas de tomate y un poco de queso manchego.
Y como comentábamos mi querida bloguera, GUISADORA DUNCAN y yo hace unos días con respecto a ésta hamburguesa me decía cuando vió la foto que era para disfrutarla en buena compañía....a lo que le contesté:
¡¡ Una buena compañía, es la sal de la gastronomía !!
13 comentarios
El toque de cebolla tiene que ser una delicia.
ResponderEliminarSaludos
Esa hamburguesa tiene muy buena pinta y como dice jose manuel, seguro que la cebolla le da un toque especial :P
ResponderEliminarBss
Con Especias
Pero qué pedazo de hamburguesa que nos dejas hoy, la foto es tremenda ehh y con esa cebollita. Por cierto, no conocía el poema, pa matarme!
ResponderEliminarbesos
A mi me gusta ponerle cebolla a la hamburguesa pero nunca la he probado caramelizada. Una idea a la libreta.
ResponderEliminarBesinos
Esta es un clásico en mi casa, y es que la cebolla caramelizada le da un toque delicioso, y si quieres que sea sana 100% la haces con pan casero verás la diferencia.
ResponderEliminarBesitosss guapa
o nunca he probado ni echo la cebolla caramelizada, y de esta no pasa, ademas tengo un monton que recolecte en la huerta, mañana mismo la hago, besos
ResponderEliminarOooooh me ha encantado esta receta!!! Que pasada de foto, la hamburguesa sale de la foto!!! Que rica por dios!! Me encanta el toque de la cebolla caramelizada, que delicia por dios!! Un besazo
ResponderEliminarHoy hemos coincidido un poco en la receta. Dan ganas de comérsela, eso si, en buena compañía, eso que no nos falte.
ResponderEliminarMe encanta Miguel Hernández y este poema cantado por Serrat queda muy bien.
Besos.
guardame un cacho por favor!!!! q vicio de hamburguesa!!!
ResponderEliminarBuenas noches, si la ve mi hijo me la pide al momento ya que le gustan mucho.Besossss.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue pedazo de hamburguesa, me encantan así con la cebolla, aunque últimamente me parezco a estos cocineros que hacen cosas raras, porque las mías van con "cebolla en texturas " jajaja, le pongo, cruda, asada, caramelizada y frita crujiente. Que, que no me gusta la cebolla? Mira Toñi, me la como como mi padre, no conozco a nadie que lo haga, pero las dulces y las cebolletas, mientras estoy guisando me las voy comiendo a "bocaos". No me importa el olor, me encantan, lo malo es cuando viene Pedro del trabajo y quiere su beso de bienvenida jajaja. Besos encebollados jejeje
ResponderEliminarThat is one fine looking hamburger! They always taste so much better with caramelized onions. It looks terrific.
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.