LANGOSTINOS AL HORNO CON TE DE CEYLAN Y JENGIBRE
Ha llegado casi sin darnos cuenta, los anuncios televisivos desde
hace días inundan nuestros hogares “aconsejándonos” qué regalar, qué comprar,
qué cocinar…animando a los juegos de azar y al consumo, sin dejar atrás el
manido tópico de que no hay que olvidar que éstas fechas son sinónimo de
fiestas y que es obligatorio estar más cerca aún de los amigos, de los
compañeros y por supuesto de la familia, sin olvidar el verdadero espíritu
religioso de la Navidad, donde la comida es una excusa para estar reunidos o
reencontrarse con los demás.
Fechas éstas llenas de rituales que forman parte de la
tradición, ritos que mantenemos, que hemos ido aprendiendo, heredando incluso y
que nuestros hijos irán manteniendo en el futuro, probablemente con nuevos
cambios que la sociedad se encarga de ir introduciendo.
A pesar de que la crisis está haciendo estragos en los
hogares y que la Navidad se puede presentar muy cuesta arriba, la sociedad
invita a que se consuma en éstas fechas aún más; las ciudades se engalanan de
luz, se adornan sus calles y los escaparates de los comercios desempolvan los
adornos navideños, las calles lucen sus mejores galas; pero entre tanta
belleza, tanta opulencia y apariencia, tanto derroche……existe la pobreza, que
si observamos con detenimiento, se pueden ver más intensamente gracias a la luz
de la Navidad.
Y aunque a veces no se quiera caer en convencionalismos, es
casi inevitable hacerlo; aunque se intente celebrar cenas y comidas lejos de
festines y derroches, no podemos escapar de contar en nuestras mesas de
aquellos “alimentos” que se supone casi obligatorio y que no pueden faltar en estos
días.
La Navidad implica “desembolsos” económicos, sobre todo en
comida, se busca que las mesas festivas cuenten con platos sofisticados,
sorprendentes, creados con ingredientes y recetas poco usuales el resto del año
y que generalmente son de precios desorbitados o demasiado altos para la economía
familiar.
Mi cocina, apuesta una vez más por los ingredientes y las
recetas habituales, sin complicaciones, asequibles, los alimentos de temporada
y de la zona….aunque dejando si es posible dejar volar la imaginación.
En ésta ocasión, les propongo unos langostinos (que se pueden
encontrar en cualquier gran superficie a un módico precio, congelados) y que
puede resultar un plato exótico y sugerente para cualquier día del año.
La idea de éste plato, está basada en una receta del famoso
cocinero “Chicote”…que la presenta como menú navideño, pero hecho con
Carabineros; yo lo he cambiado por langostinos….y no por ello ha quedado menos
exquisito.
¿Se atreven a probarlo, aunque aún no sea Navidad?
Ingredientes:
Langostinos (la cantidad que deseen..), sal (he usado sal
rosa del Himalaya), una cucharada de te de Ceylan (te negro), dos cucharadas
soperas de salsa de soja, dos cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
extra (malagueño a ser posible, en ésta ocasión he usado de Ardales), una
cucharada pequeña de jengibre en polvo, cuatro cucharada soperas de agua,
cuatro cucharadas sopera de vino blanco.
Los pasos a seguir:
Partir los langostinos por la mitad, sacándoles la tripa.
Mezclar el té, la sal y el jengibre.
Colocar los langostinos en una bandeja especial para hornear
y sazonarlos con la mezcla (te, jengibre y sal).
Añadir el aceite, la soja, el vino y el agua.
Meter la bandeja en el horno previamente calentado a 180º C.
dejándolo unos diez minutos aproximadamente.
Emplatar los langostinos echándole la salsita por encima.
Lo realmente sorprendente de éste plato, además del sabor oriental
que aportan algunos de los ingredientes, es el caldo. Una “sopa” estupenda, que hará la delicia
de los comensales, por lo que aconsejo la acompañen de una buena hogaza de pan……
Navidad significa nacimiento...
deseando que otro año más vuelvan a nacer las ilusiones y esperanzas!!!
10 comentarios
Que curioso con lo del té ceilan, me gusta.
ResponderEliminarMe parecen curiosos los ingredientes que acompañan a los langostinos, pero si tú dices que está bueno, te creo
ResponderEliminarSaludos
No se como sabrán, pero la pinta la tienen para empezar a comer y no parar.
ResponderEliminarFeliz semana
Provocadora!!, que me muero yo de ganas de catar unos langostinos que no veas, y mira por donde mi gran amiga malagueña me los pone delante. Solo un fallo Toñi, no puedo catarlos jajajaja.
ResponderEliminarInteresante receta sin duda alguna y original un rato largo. Salsa de soja, té negro, sal rosa del Himalaya, jengibre....si hasta lees parte de los ingredientes y resulta exótico. !! Eres la caña de España!!.
Besinessss
Que originales¡¡¡ tengo que probarlos, besos
ResponderEliminarBuenoooo ...pero que locura de receta ,ese adobe con te y jengibre me parece una genialidad ...voy aprobarlo .Te deseo pases unas felices fiestas Navideñas ...besos
ResponderEliminarPues mira que voy a probar la receta. Eso sí, cambiaré el aceite de oliva virgen extra malagueño por uno extremeño, que también los hay divinos!! No soy mucho de Navidad, pero nunca está demás decir Felices Fiestas por si no nos vemos hasta pasados lo Reyes.
ResponderEliminarUn beso.
Pilar
I want this for dinner tonight!
ResponderEliminarLa verdad es que los ingredientes resultan de lo mas curioso para mí, por lo del té digo, pero me muero de ganas de probarlo,encima hechos al horno,seguro que una noche de estas de familia, los preparo, y además de pan, prepararé un arrocito basmati que me da que le pega.......besos y felices fiestas
ResponderEliminarNo es necesario tirar la casa por la ventana al celebrar la Navidad, lo importante es reunirse con las personas a las que quieres. A veces he pensado que me apetecería comer esos días unas patatas y huevos fritos.
ResponderEliminarEstos langostinos son diferentes, muy buena idea para probar otros sabores distintos, seguro que están muy buenos.
Besos.
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.