SOLOMILLO DE CERDO A LA MOSTAZA ANTIGUA
No me negarán que la primera impresión que se tiene de un
alimento, de una comida, aún antes de olerlo e incluso de probarlo, es el que
nos llega a través de la vista, sobre todo su textura y color.
El color en sí en una receta nos transmite sensaciones,
emociones gustativas, atracción o rechazo de lo que preparamos o vamos a comer.
Muchísimas veces me he preguntado el por qué, en época de no
poder conseguir el oro de los campos, el azafrán, bien por su alto precio o por
escasez de éste producto, fuese el motivo que fuese, no hay que olvidarse de
que mi abuela y mi madre sufrieron al igual que nuestros mayores una guerra y
post-guerra donde la falta de alimentos era realmente terrible, continuaban
dándole color a las recetas tradicionales con colorante alimentario,
concretamente, con ésos sobres llamados: El aeroplano, que aún hoy en día yo
suelo utilizar prioritariamente por costumbre familiar, aunque el azafrán ocupa
un lugar especial en mi cocina.
Y junto con la carterilla de “azafrán”, el azafrán verdadero
la cúrcuma alegra mis platos que de una forma u otra aporto un color amarillo a
muchas de mis recetas, así que sin lugar a dudas, he de confesar que el
amarillo es el color de los platos tradicionales malagueños.
¿Qué sería de una cazuela de fideos, de unos callos, de una
salsa de almendra, de una paella ….de tantos y tantos platos que quedarían tristes sin ése
dorado color amarillento que nos simboliza la luz de ése Sol malagueño?
Un color amarillo que me sugiere el efecto de entrar en
calor, que provoca alegría, que estimula la actividad, la felicidad y que
asocio inevitablemente a la comida, a los platos de mi tierra, a las cazuelas y
potajes de mis mayores….¿Como quedaría ésta cazuela de arroz sin ése color
amarillo? Ni me lo quiero imaginar….
En la receta de hoy, he usado cúrcuma para darle ése
maravilloso color amarillo a una tenue salsa de mostaza antigua que junto con
el blanco de la nata no animaba el plato….quedaba “tristón”. Así que decidí alegrarlo, darle color con
cúrcuma, con el llamado azafrán amarillo.
Porque así es como también se le conoce, como “azafrán
amarillo”, o en Cuba que la llaman “Yuquilla”, en Puerto Rico la conocen como “jengibrillo”,
“Palillo” en buena parte de Sudamérica y con nombres tan raros como turmérico,
palillo cholón, palillo chundho, guisador o azafrán cimarrón.
En muchísimas culturas centenarias, tradicionalmente se utiliza
para dar sabor y color a los platos, se la reconoce por sus numerosas
propiedades medicinales; presente a diario sobre todo en la cocina India, muy
usada también en todo Oriente e incluso en Indonesia.
Aunque parezca una rareza, seguro que Vds. han tomado
cúrcuma muchas veces, más de la que piensan, si bien bajo un nombre menos
exótico y que les suene a pura química: E100 “colorante alimentario”.
Procede de la raíz de una planta, similar al jengibre, se
obtiene de triturar la raíz ya seca.
La cúrcuma le dio a mi salsa el toque de color, ése amarillo
intenso que tanto me gusta pintar en mis platos, en las recetas de Mi Cocina; también un poco de sabor que resaltó el de la
sabrosa mostaza a la antigua, ingrediente principal de ésta receta.
¿Sabían que la palabra mostaza deriva del latin, “mustum
ardens” que viene a significar algo así como “mosto ardiente”. Y es que en la antigua Roma, tenían la
costumbre de añadir o diluir granos de mostaza en el zumo de uva.
Tanto los romanos como los griegos utilizaban la
mostaza para condimentar sus platos; Pitágoras la recomendaba indicando que
aumentaba la memoria y daba alegría al espíritu.
Aunque al igual que el resto de las especies, es en la
Edad Media cuando toma un verdadero auge ésta planta en toda Europa.
Muy utilizada en las cocinas inglesas y francesas; en
la cocina inglesa en su ‘roast-beef’ o en salsa como la ‘Cumberland’ hecha con
Oporto y en la cocina francesa con su salsa ‘Robert’ inventada en el siglo
XVIII por Robert Vinot.
Hay que reconocer que la mostaza, se hizo famosa en
todo el mundo por estar ligada inevitablemente a las “comidas rápidas”
americanas, ya sea añadiéndose en las hamburguesas y sobre todo en los
archiconocidos “perritos calientes”.
Hoy en Mi Cocina es la protagonista….dándole sabor a
éstos solomillos.
¿Cómo los hice?
Ingredientes para dos personas:
Un solomillo de cerdo, aceite de oliva virgen extra,
pimienta negra y sal.
Para la salsa:
Tres cucharadas soperas de mostaza antigua, dos
cucharadas soperas de coñac, una cucharada pequeña de salsa perrins, una
cucharadita pequeña de concentrado de carne (uso Bovril), un bote de nata
liquida, ligera no espesa, especial para cocinar (aproximadamente 250 ml.), una
cucharada pequeña de cúrcuma, sal.
Los pasos a seguir:
Cortar los solomillos en trozos pequeños, no muy
gruesos y salpimentar.
En una sartén con un chorreón de aceite dorarlos hasta
que estén al gusto. Reservarlos tapados, mientras se prepara la salsa.
También, como he hecho en otras ocasiones (he repetido
la receta dos veces en la misma semana) se puede salpimentar y dorar el
solomillo entero, dejarlo enfriar mientras se prepara la salsa, cortarlo en
trozos una vez que se tenga la salsa lista y pasarlos por la sartén y hacerlos
al gusto….como ha sido en el caso de las fotos que presento de la receta.
Preparar la salsa:
En un cazo poner a calentar la mostaza con el coñac,
removiendo a fin de que se integren bien dejándola hacer durante un minuto.
Agregar la salsa perrins, el concentrado de carne, la
cúrcuma y la nata, removiendo bien todos los ingredientes, salar al gusto ,
dejándola reducir hasta obtener la consistencia deseada.
Servir vertiendo la salsa por encima.
Acompañar con patatas fritas.
¡¡ Buen provecho y buen fin de semana...y démosle sabooooorrr y color a la vida!!
7 comentarios
Pues vaya cosa rica.¡¡ A mí Paula hay tres cosas que le pirra como dice ella, la mostaza, la carne y el queso azúl jajaja, así que esta receta tiene toda las papeles para el finde que viene :)
ResponderEliminarpor favor, que hambre ahora mismo y esas patatas caseras frita...mmmm.
Besitosss
La salsa tiene un color precioso, de las que ya entran por la vista, pero cuando lees los ingredientes no te queda duda alguna de que te va a gustar con la mostaza antigua y todo lo que lleva.
ResponderEliminarEl sabor del azafrán es muy bueno, aunque el color no es tan intenso como el de esos sobres.
Besos y buen fin de semana.
Me parece que tiene un color muy bonito la salsa además de que tiene que estar de rechupete con ese rico solomillo y si ya me lo sirves con unas patatas fritas mmm de viciooo,besos
ResponderEliminarQue bueno, este plato para el próximo lunes.
ResponderEliminarPues si, lo primero que nos entra de un plato es su aspecto y el tuyo entra y muy bien. Me encanta cocinar con mostaza y ese azafrán tiene que ser de muy buena calidad. Un besote y buen finde.
ResponderEliminarPero que rico, no hay mas que ver esa salsita para dar ganas de probar este plato mañana mismo.
ResponderEliminarSaludos
Muy rico Toñi, aunque en lugar de mostaza he puesto aceitunas, que tambien aportan un sabor intenso :-). He usado las Guerra que venden en el mercadona. Son estas http://www.aceitunasguerra.com/tienda, te las recomiendo
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.