PINTARROJA Y ALMEJAS CON TOMATE FRITO
Creo que no hay ningún cartel indicándonos que estamos allí, ya no está su nombre en la Estación del tren, ya no pasa el
tranvía que nos llevaba hasta "Málaga", ya no hay "chinorros" en su rebalaje, ni barcas varadas en sus playas.
Ya no se escuchan las voces de los pescadores tirando del copo en sus madrugadas, ya las manos de los paleños no remiendan las redes y se va perdiendo aquella esencia marenga que aún guardo en mi memoria
que con el paso del tiempo, también en ella, se va difuminando su historia, sus
orígenes, su gente….la gente de la mar del Palo.
Es el lugar donde nací hace 62 años, aunque a fuerza de ser
sincera he de comentar que nací en la zona del Limonar (lugar donde hasta hace pocos años he vivido), en el hospital más
cercano a aquel lugar donde pasé mi más tierna infancia, por lo que debería
decir que viví en El Palo.
Verdad es
que salí de allí a los siete años por avatares de la vida y sólo regresaba de vez
en cuando, de visita o a pasar cortas temporadas en verano siendo aún muy niña.
Por ésta barriada marinera he de reconocer que siento
especial cariño, presumo de ser paleña, pero paleña como lo fue mi madre o mi
abuela materna, de las de antaño; porque en aquel lejano Palo de mi recuerdo
están mis raíces y mis primeros recuerdos; es allí donde están las tumbas que guardan
las cenizas de mis padres, de mis mayores.
Han cambiado muchas cosas, la fisonomía de sus calles, de su
playa, se han perdido sus huertas, sus viñas, sus campos; los arroyos están
secos y sus montañas están pintadas de pequeños puntos blancos, casas, chalets
y mansiones que llegan hasta la propia cima del Monte San Antón. Y
siento en la distancia que el mismo Sol, la misma brisa y la misma mar de
aquellos mis primeros años, siguen brillando, reanimando y mojando los
rescoldos de mis sentimientos.
Sentimientos que afloran en mi cuando cocino, porque los
lugares son sentimientos, imágenes, sabores, olores…y éstos nos retrotraen al
pasado, porque los aromas quedan impregnados en nuestro ser. Y la gastronomía no deja de ser un camino,
una herramienta para despertar la memoria y volver a experimentar los sabores,
las texturas y la cocina de nuestros antepasados, que nos ayuda a evocar y
establecer lazos de unión entre el pasado y el presente.
Sabores, aromas de mi infancia que quedan suspendidos en el
tiempo, que me hacen volver a ése lugar donde nací, al Palo, a sentir la
presencia de mis mayores y a disfrutar de aquella gastronomía malagueña que me
enseñaron a valorar…..a cocinar y que comparto con la esperanza de que no
caigan en el olvido.
Les puedo asegurar
que El Palo, dentro de la provincia malagueña, tiene una gastronomía propia,
unos platos, una receta basada en los productos de la mar, desde sus primeros
platos, sus deliciosas sopas y cazuelas de arroces o fideos a la parte; o
recreándose en el arte inimitable de las frituras de los “pescaitos”. ¡¡ Y ya no hablemos de los espetos de
sardinas….o de los pescados “asao” !!
Hoy les animo a preparar un clásico que en gran medida
ayudaba a conservar el pescado o bien preparar cuando “sobraba” pescado frito,
incorporarlo a una buena “fritá” de tomates.
En ésta ocasión pintarroja y almejas con tomate frito…..
¿Cómo lo hice?
Ingredientes para dos personas:
2 pintarrojas (sin piel y cortadas en trozos, se le puede
pedir al pescadero que lo prepare), 150 grms. de almejas, medio pimiento verde,
un kilo de tomates maduros, un trozo de cebolla, una cucharadita pequeña de
azúcar, harina, sal, medio vaso pequeño de aceite de oliva virgen extra (para
hacer el refrito) y aceite de oliva para freir el pescado.
Los pasos a seguir:
Dejar las almejas sumergidas en agua con sal a fin de que
suelten la posible tierra que puedan traer en su interior.
Mientras picar en trozos pequeños la cebolla y el
pimiento. Pasar por un rallador los
tomates y posteriormente colarlo por un colador fino a fin de que no lleguen
las semillas ni trocitos de piel.
Enjuagar los trozos de pintarroja, escurrir y salar al
gusto. Pasarlos por harina, sacudirlos
bien
y freir; para ello echar abundante aceite en una sartén y poner al fuego,
cuando esté humeando añadir los trozos de pescado y freirlos de forma que
queden dorados y fritos de forma homogénea.
Sacar de la sartén con una espumadera y reservar los trozos en un plato,
sobre papel de cocina.
En una cacerolita profunda echar el aceite de oliva virgen
extra y a fuego lento pochar el pimiento, junto con la cebolla, removiendo
durante unos minutos; agregar el tomate, el azúcar, salar al gusto e ir friendo
a fuego lento, tapando la cacerola (así conseguiremos que no salte por toda la
cocina).
Ir removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera,
procurando que no se pegue en el fondo hasta que el tomate esté frito (se
notará cuando al burbujear aparezca el aceite por la superficie.
En ése instante, agregar las almejas en la cacerolita, se
irán abriendo.
Incorporar la pintarroja frita, remover con cuidado y
apartar del fuego.
Dejar reposar unos minutos antes de servir, con ello
conseguiremos que se vayan asentando los sabores y la pintarroja se ponga más
melosa.
Aconsejo acompañar con unas patatas fritas.
¡¡ Buen provecho !! Y buen fin de semana.
6 comentarios
Con las historias que nos cuentas de tu infancia es fácil transportarse a esa Málags que seguro ha cambiado tanto a lo largo del tiempo. Son historias bonitas de una infancia feliz.
ResponderEliminarEste guiso de pintarroja con sus almejas tiene que estar muy bueno, eso si, no hay que olvidarse de un vuen trozo de pan.
Besos.
Excelente plato de nuestra cocina paleña.Muchos besos y a disfrutar el fin de semana
ResponderEliminarComo siempre un post maravilloso me ha encantado leerte me he imaginado esa Malaga de tu infancia y tu preciosima infancia ,seguro que Malaga ha cambiado muchisimo desde entonces.
ResponderEliminarNunca he comido pintarroja pero con lo salsera que soy te dejaba el plato requetelimpio ,como siempre receta y paso a paso son de 20 points.
Bicos mil y feliz finde wapisimaa.
Tiene que estar muy bueno. Para mi no es fácil encontrar ese pescado por mi zona, por lo que tendré que intentar hacerlo con otro pescado. Pero que lo haré, lo haré, de eso puedes estar segura.
ResponderEliminarSaludos.
Querida Toñi: Un plato fantástico aderezado con los recuerdos tan maravillosos que nos evocan tiempos pasados que siempre estarán grabados en nuestras retinas, y tu nos recuerdas con esa sensibilidad que demuestras siempre en tus publicaciones. Nunca he probado la pintarroja de esa manera pero a pesar de que son las 6 de la tarde y acabo de tomarme un cafelito, mis papilas gustativas están en movimiento. Muchos besitos Toñi, guapa, pasa buena semana. :)
ResponderEliminarToñi, muy buena tu receta como siempre. Este plato lo tiene todo , tierra y mar, me encanta la gatilla ( pintarroja) y me encante con tomate frito.
ResponderEliminarUn saludo, Carmina.
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Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.