PECHUGA DE POLLO AL HORNO EN SALSA A LA MOSTAZA ANTIGUA Y MIEL

“Siempre nos quedará París”  (Frase de la película Casablanca, interpretada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman. 1942)

Tengo entendido que la famosísima frase que da pie hoy en “Mi Cocina” a la receta en sí: “Siempre nos quedará París” no es lo que, al final de la película, el protagonista Rick Blaine (interpretado por Bogart), le dice a Isla Lund (Ingrid Bergman) cuando se despide en el aeródromo de Casablanca, lo que realmente dice es “Siempre tendremos París”.

Y ésa frase yo la hago mía y de mi familia: ¡¡ Siempre tendré París !!

No existe ningún lugar en el mundo, ningún país, ninguna ciudad, que yo haya visitado a lo largo de mi vida que no me haya gustado, que no le encontrara bello, exótico, bonito….y a los que no quisiera nuevamente viajar.     De hecho existen países a los que he vuelto una y otra vez, lugares que nunca me cansaré de redescubrir, de disfrutar y de los que aprender.  

Reconozco que soy positiva en ése aspecto…pero he de confesar que Paris, para mi es especial, muy especial.     Y es que tal y como dijo Hemingway: “Si tienes bastante suerte como para haber vivido en París de joven, entonces, para toda tu vida, la llevarás contigo”.

No he vivido en Paris, pero sí que he viajado en más de siete ocasiones y les puedo asegurar que me digo una y mil veces: tengo que volver a “La Ciudad de la Luz”.     Siempre he ido en invierno y en otoño, cuando la magia de la luz de ésta época del año cae sobre la ciudad, sobre sus grandes parques y consigue que sus paisajes parezcan sacados de uno de los cuadros colgados de sus múltiples museos.

El otoño, incluso el propio invierno,  es especial, invita a disfrutar de chocolate caliente de una de las muchas chocolaterías que tiene Paris, o de unos crêpes; a sentarse en una de las típicas terrazas parisinas, sentarse en ellas a descansar después de largos paseos disfrutando de cada calle, de cada rincón donde descubrir algo nuevo; siempre hay nuevos tesoros por todos lados en Paris.  

Siempre tendremos París, en nuestra memoria, en nuestros recuerdos; nuestras vivencias, sus paisajes, sus monumentos, su historia, tanta cultura y su gastronomía han quedado grabadas para siempre en mi y en mi familia.

Pensando en París, recordando sus monumentos, mis vivencias y su gastronomía sueño una vez más con volver a Paris y mi “alfombrilla” del ratón del ordenador en todo momento me hace rememorar aquella cena con mi marido y mi hijo….

me viene a la memoria aquel plato, con ése sabor tan francés, tan característico de la cocina francesa con un intenso olor y sabor a mostaza.     No hay que olvidar que Francia  es la cuna de la mostaza moderna, donde es la gran estrella de la cocina francesa e incluso tienen una denominación de origen: Dijon.
Y pensando en ella, rememorando la gastronomía francesa me voy a mi cocina y sin más dilación preparo un plato con ésta deliciosa mostaza a la antigua.

Hablando de mostaza ¿piensan que la mostaza es ésa pasta amarillenta, ése preparado industrial con el que suelen usar sin medida en los famosos “perritos calientes” de comida rápida?    Nada más lejos de la realidad.      La mostaza en sí, es una semilla relativamente pequeña que encierra en su interior todo el perfume y el exotismo que viene confiriendo una delicada fragancia a la comida desde hace miles y miles de años. entero desde siempre.   He leído que su origen posiblemente se encuentre en India, China e incluso en Afganistán, lugares que ya la usaban hace más de cinco mil años antes de nuestra era.

Introducida en Egipto, usaban sus granos, al igual que lo siguieron haciendo los griegos y los romanos, no sólo para aderezar sus platos, conservar alimentos sino también tenían por costumbre masticar sus semillas durante las comidas.  

Los Celtas hablaban de ella, algo que se llamaba Mwstard.  En la Edad Media, ya se utilizaba en toda Europa, servía como forraje, legumbre o para la producción de aceite.

La mostaza se denominaba en castellano clásico “jenabe”, del latín “sinapi”.  La denominación, tal y como se le conoce hoy en día, aparece por primera vez en Francia, en el siglo XIII, derivando de la palabra latina “mustum”.   La denominación asociada al condimento era “moutarde” (mustum ardens: mosto ardiente), cuyo origen era romano ya que éstos tenían la costumbre de añadir o diluir granos de mostaza en el zumo de uva (mosto).    

Tal como se la conoce hoy en dia, la mostaza es básicamente una pasta hecha con las semillas de la mostaza negra (nigra) y de la mostaza blanca (alba), llamada también mostaza amarilla. La negra es muy picante, la blanca no lo es tanto.  Hay una tercera variedad, marrón, que pertenece a la familia de mostazas llamada júncea o mostaza india, menos picante que la negra, esta es la semilla de mostaza entera que se utiliza generalmente en las recetas para curry

En el país galo existen multitud de tipos de mostaza, algunas de ellas las aromatizan con coñac incluso; en Alsacia el ingrediente líquido es la cerveza.   La mostaza violeta o roja en la zona de Limousin tiene entre sus ingredientes la uva negra diluida en vinagre de vino o como la mostaza de Reims, que se diluye en champagne.     La de Orleans por ejemplo, usan un vinagre muy fino o como en la región de Picardía que la aderezan con sidra o miel.

La de Burdeos, es la más dulce y es de color oscuro, la preparan con mosto de uva (recuerden que la palabra mosto dio origen al término mostaza).

Fue en Dijon, ciudad ubicada en la Borgoña, Francia, donde por primera vez (en el siglo XIII) se preparó una pasta tal como la conocemos hoy, mundialmente conocidas por su picor, su alta acidez  y por su color amarillo pálido.  La mostaza de Dijon tiene denominación de origen,  para poder llamarse “Mostaza de Dijon” es necesario acreditar en su manufactura tan solo granos de mostazaespeciassalpimienta y vinagre, única y exclusivamente; pero existen recetas como a la antigua, con los granos enteros, con Cassis (grosella negra) y con pimienta verde.

Personalmente es la que más me gusta, la que prefiero y la que suelo usar en mi cocina, como en el plato que he preparado hoy: pollo a la mostaza antigua.

La carne queda jugosa, la combinación de sabores realmente magnifica, una receta muy fácil de preparar, sencilla y a la vez espectacular.

¿Cómo lo hice?
Ingredientes para dos personas:

2 trozos de pechugas de pollo (limpias de piel y hueso) enteras, 4 cucharadas soperas bien colmadas de mayonesa, 3 cucharadas soperas de mostaza a la antigua, 2 cucharadas soperas de miel, 3 cucharadas soperas de vino blanco y sal.

Los pasos a seguir:

En un cuenco echar la mayonesa, la mostaza a la antigua, la miel, el vino y una pizca de sal.

Remover bien todo el conjunto de forma que queden todos los ingredientes uniformemente integrados.   Introducir las pechugas de pollo en la mezcla, que queden bien cubiertas y dejar macerar una hora aproximadamente en el frigorífico.

Precalentar el horno a 180º C

Colocar los dos trozos de pollo junto con la salsa en una fuente especial para hornear y meterla en el horno, a 180º C,

aproximadamente una media hora (dándoles la vuelta de vez en cuando y regando con la salsa los trozos de pollo).
Cuando se compruebe que empiezan a dorar, sacar del horno y servir.

Acompañar con un puré de patatas.
Les garantizo que la carne quedará jugosa, tierna y deliciosa...
Para mi admirada Evelyn Ramelet,  la simpatía personificada, gran cocinera,
francesa (malagueña de adopción), chef de Canal Cocina TV
autora de libros de gastronomía e imparte clases de cocina francesa.
¡¡ bon appétit !!

4 comentarios

  1. Si hay que guiarse por la vista, ya le doy un 10 al plato, qué cremosa se ve la salsa, pero es que por sabor se lleva otro 10, esta mezcla de la mostaza con la miel es muy acertada.
    Besos.

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  2. Elpollo es de as carnes que más se come en casa,esta receta es delicisa y seguro que un acierto para todos. Un beso!!

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  3. Hola Toñi, que rica se ve la pechuga, me parece deliciosa la salsa, adoro la mostaza. Es una de esas recetas sencillas, relativamente rápidas, y que te hacen quedar estupendamente. Perfecta
    un besazo

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  4. Como siempre es un placer venir a visitarte aunque este mes este mas liada que nunca y no tenga todo el tiempo que me gustaria ,no puedo dejar de venir a tu cocina.
    Hace 30 años que estuve en Paris con mis tios cuando fui a pasar con ellos un verano a Suiza y pese a que fue poco el tiempo que pudimos estar me encanto Paris ,es uno de los lugares a los que quiero ir con tiempo .
    La pechuga que pintaza tiene uummmmmmmm no dudo lo mas minimo que este de rexupete.
    Te ha quedado de relujo no lo siguiente como siempre receta y fotos son de 20 points.
    Por cierto te he escuchado y me ha encantaaaaaaaaaaaaado el programa , lo haces genial.
    Bicos mil y feliz finde potita mia.

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Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.