FIDEUÁ CON JIBIA, SU TINTA Y SU MELSA CON MARISCOS
La imagen me llega borrosa y distante en mi memoria. Pero a pesar del tiempo transcurrido, cierro mis ojos y el blanco resplandeciente de las paredes encaladas de aquella casa brillan con un fulgor especial.
Un pequeño muro separaba su patio de la gris arena, una playa donde desde la más remota antigüedad varaban las jábegas, los sardinales, las barcas y los aparejos de pesca. Arenas y chinorros del rebalaje que fueron testigos mudos de los duros días de pesca, de las pisadas fuertes de los jabegotes sacando el copo, de los temporales y marejales que los hacían ir y venir de un lado para otro mientras en ellas rompían las olas de ése mar azul, a veces sereno en calma otras embravecido, tempestuoso.
Arenas, piedras que sirvieron de lecho en las calurosas noches de luna llena, de apoyo para amoragar sardinas y hacer espetos, para secar y coser las recias redes.
Impresa en mi retina quedó la imagen de mi madre y de sus primas, sentadas a la sombra de aquel patio, junto al pozo rodeado de rojos geranios del que sacaban los cubos de agua fresca, resguardándose aún de los rayos de Sol mientras cosían, charlaban y reían. Yo escuchaba sus historias y me llegan sus voces nombrando a familiares y amigos: Mercedes María Rosa, Paqui la de la tita Mariana, Mariquita “La pelúa”, el “rubio”, el primo el de “La Lonja”, la prima “Rosi”, la prima Antonia (la del campo, la del cabrero), "Pepa" la madrina …..
La casa en la imaginación de mi niñez me parecía inmensa, grande, cada puerta, cada habitación se fue construyendo por mi bisabuelo pensando en cada uno de sus hijos, ampliándose con los terrenos colindantes, con la huerta de la parte trasera. Familias que se fueron uniendo con el paso del tiempo, trenzándose los Rodriguez con los Rosa, los Rosa con los Rodriguez, uniéndose lazos familiares con los vecinos el de “La Lonja”, “Los Cortijeros”, “Los del Paso a Nivel” (mi familia paterna), con “los mantequeros”, con……. y hoy en día es un gran restaurante que siguen la tradición gastronómica de la gente de la mar.
En ésas playas de “El Palo”, ése Palo de mi más tierna niñez, de casas blancas, de marengos, de gente de la mar donde todos se conocían y donde la familia era una verdadera piña. Justo allí, después de tantos, tantísimos años volví y me reencontré con ellos. Allí, en aquella playa de El Palo están mis raices, me unen con los que ya no están, con los que viven sólo en mi recuerdo, en mi memoria y en mi corazón….y con Manuel Rosa, el de “La Lonja”, el último “Rosilla” que guarda los recuerdos, la historia y la gastronomía de parte de mi familia.
Mira prima, me decía, en ésa casa hoy totalmente reformada era de tu bisabuelo José ¿sabes como murió? Y sin tiempo a preguntarle me cuenta: con 94 años, salió corriendo hacia el arroyo Gálica, ése de ahí, el que hay antes de llegar al Deo. Le avisaron de que las barcas venían a rebosar de jureles y él fue a ver como sus hijos, tu abuelo y nietos sacaban el copo; con tan mala fortuna que tropezó, se golpeó y falleció. Ésa casa donde nació y vivió tu abuela, también tu madre hasta que se casó… En ésta arena, en éste rebalaje, en éste mar nacieron, vivieron, murieron nuestra gente, nuestros mayores, aquellos marengos, "Los Rosillas".
Yo la compré, no quería que se perdiera, compré ésa parte de la casa familiar de “Los Rosillas” que uní a “La Lonja” de la otra parte de mi familia, ésa lonja donde se subastaba el pescado y donde, en su taberna los hombres de la mar tomaban sus copas de vino….tu abuelo su sifón. Y seguí la tradición de mis abuelos, como ellos dos con sus tabernas, yo dejé la pesca y puse el restaurante: La Lonja. Seguimos las mismas recetas, los mismos platos, la misma forma de preparar el "pescao"
Las lágrimas corrían por mis mejillas, la emoción escuchando, recordando, reviviendo, mirando las fotos, escuchando la historia de nuestras familias, conociendo a Pili, a sus hijas, a sus nietas hacían que se me nublara las maravillosas vistas a la Bahía. Miraba al mar, miraba al fuego de la moraga, disfruté viendo amoragar a quien “faenó” con “Los Rosillas”, miraba al horizonte y pensé: he vuelto, de aquí es de donde soy….sé quién soy y el por qué de cómo soy.
Le decía a mi marido como dijo el poeta: Si alguna vez olvido quién soy, ven y llévame al mar. A aquel mar, en aquel lugar, hoy tan diferente, en el que quizás mis mayores, mi gente, miraban al igual que yo hacía en aquel momento, al horizonte, al cielo, dejándome acariciar por la brisa y los rayos de Sol, en el mismo rebalaje, en El Palo.
Mi primo Manuel, el de La Lonja, es el propietario de ése restaurante paleño, donde ha sabido conservar la tradición gastronómica, los platos y recetas de los paleños de antaño codo a codo con su dulce Pilar, su mujer y sus hijas que seguirán ésa tradición marenga familiar, todo un arte gastronómico que ellos saben transmitir con sabiduría y profesionalidad.
Hoy, en su honor, en memoria de los marengos, he preparado ésta receta y la comparto con quienes siguen “Mi Cocina”.
¿CÓMO LA HICE?
Cuando compro jibia (choco, sepia…) suele ser de más de un kilo o dos,
suelo limpiarla personalmente, generalmente las preparo en salsa a la malagueña, con su melsa como en ésta ocasión
y pensé, con unos trozos, la tinta y parte de la melsa me voy a hacer una fideúa negra. ¡¡ Dicho y hecho ¡! ¿Quieren saber CÓMO LA HICE?
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
100 grms. de jibia, 50 grms. de almejas, 4 mejillones, 50 grms. de cigalitas de Málaga, 50 grms. de gambas blancas, 1 tomate pequeño rojo, medio pimiento verde, un trozo pequeño de cebolla blanca, dos dientes de ajo, seis cucharadas soperas de melsa (el interior del bazo de la jibia), una cucharada pequeñoa de pimiento molido, medio vaso pequeño de vino blanco, un vaso pequeño de aceite de oliva virgen extra, la tinta de la jibia (en su defecto, una bolsa de tinta de calamar que ya venden en cualquier supermercado), 2 vasos pequeños de fideuá (fideo gordo hueco), sal y cinco vasos de agua ( se necesitará aproximadamente el doble de volumen de caldo que de fideuá) .
LOS PASOS A SEGUIR:
Pelar el tomate, la cebolla y los ajos, cortarlos junto con el pimiento en trozos pequeños. En una sartén, echar la mitad del aceite de oliva virgen extra y a fuego lento freirlos hasta que esté totalmente pochada la verdura.
Pasarla por la batidora hasta conseguir que quede una masa lo más fina posible. Incorporar la melsa y el pimiento molido removiendo bien hasta conseguir que todos los ingredientes se integren. Reservar.
Limpiar los mejillones, enjuagando las conchas bien. Echarlos en una cacerola junto con las almejas, tapar la cacerola y ponerla al fuego dejándolos abrir al vapor, durante dos o tres minutos. Una vez abiertos los moluscos, apartar del fuego y reservarlos junto con el caldo que han soltado, retirando una de las conchas de los mejillones.
Echar enn otro recipiente el agua y un poco de sal, poner a fuego fuerte y llevar a ebullición, incorporar las cigalitas, cuando comience nuevamente a hervir (ya que son pequeñas), sacarlas con un colador. (Reservar dos por comensal para la fideuá, el resto las puse como aperitivo). Reservar igualmente el caldo resultante.
Pelar las gambas, reservar la carne y echar las pieles junto con las cabezas en un cazo con un poco de aceite de oliva virgen extra e ir friéndolas hasta que estén doradas. Añadir el vino blanco y dejar cocer uno o dos minutos a fin de que el alcohol se evapore y a continuación echar el caldo de haber cocido las cigalas y el resultante del vapor de los moluscos, dejando hervir un minuto. Colar bien y reservar.
En una paellera o sartén grande echar una o dos cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra y ponerla a fuego fuerte. Cuando comience a humear, incorporar los trozos de jibia y saltearlos durante un minuto, removiendo a fin de que se hagan por todos los lados. Bajar a fuego medio y añadir el refrito junto con la tinta
A continuación los fideos. Añadir un poco de caldo removiendo a fin de que se integren todos los ingredientes. Echar las gambas y el resto del caldo llevando a ebullición durante diez minutos aproximadamente (seguir las instrucciones del fabricante de la pasta); si fuese necesario añadir un poco más de caldo, que éste esté caliente.
apartar del fuego y servir.
Disfruten de la mar, de las playas, de la gastronomía malagueña….y si van a “El Palo” de la cocina, de los buenos espetos, arroces, platos tradicionales, postres y la profesionalidad de Jose Manuel Rosa, el de La Lonja…..”el Rosilla”, el último marengo de mi familia.
Restaurante LA LONJA
Calle Banda del Mar 19
El Palo (Málaga)
Tfno. 951 24 30 41
16 comentarios
Un placer leer siempre tus post, así como compartir tan ricas y tradicionales recetas.
ResponderEliminarTe sigo aunque no tenga tiempo para comentar mucho.
Un besito
Muchas gracias.....espero que sea porque tienes mucha costura, muchos momentos de felicidad con los tuyos, muchos paseos....sé que siempre estás ahi. Gracias mi querida Choni....Un beso
EliminarQué bonita historia, tan bien contada, con tus relatos nos trasladas a esos lugares de otras épocas, es como si lo viviéramos y ver una familia tan bien avenida es una gozada.
ResponderEliminarClaro que saborear una fideua como la que has hecho también es disfrutar de los placeres de la vida, que aunque reconozco que la melsa me da un poquito de cosa le da muy buen sabor a los platos marineros.
Besos.
Ya sabes Ana, que la cocina es también sentimientos, emociones y recuerdos. Y éste blog, hace años se impregnó de ellos, se convirtió en mi libro de bitácoras de la vida, unido a la gastronomía.
EliminarLa melsa es lo mejor, de lo mejor....fuera pastillas de caldos de pescados, inclusive a un lado el "fumet" de pescado soso y a veces aburrido, dale "rock and roll" con ése delicia, ése sabor "umami" que aporta e incluso su color. No te de cosa, yo sé bien, muy bien de qué se alimentan las jibias...y son muy sibaritas.
Besos y gracias siempre por tus amables y cariñosas palabras.
Hola Toñi. No es nuevo visitarte y parecerme que estoy viviendo en directo tus recuerdos. Es un placer, casi puedo ver y oler.
ResponderEliminarCon esos ingredientes, tu fideuà estará deliciosa y el olor en tu cocina impresionante. Te puedes presentar al concurso que se hace en Gandía, tierra de la fideuà y ganarlo fácilmente.
Yo uso fideo fino y me gusta mucho más que el que tradicionalmente se usa, el del agujerito. Me parece que queda mucho mejor. Si lo pruebas, ya me dices.
Besos.
¡¡ Eres muy amable...sinceramente me abrumas con tus cariñosas palabras !! Yo uso muchisimo los fideos "cero", los finos, pero entonces ya no le llamo "fideuá", aqui les decimos fideos a banda o a la parte, incluso fideos fritos......Personalmente me gustan muchisimo más los fideos gordos, éstos con el agujerito, pero mi familia prefiere los fideos finos....cuestión de gustos. Iré a tu cocina a ver tus fideos...a disfrutar de tu arte gastronómico.
EliminarGracias preciosa...
Toñi siempre es un placer pasarme por tu cocina y leer tus maravillosos post ,pero hoy me has emocionado leyendote mientras recordabas esa parte de tu familia Marenga ,que recuerdos tan bonitos de esa gran familia seguro que a tus hijos les ha encantado conocer la historia y a tus primos les encantara este post tan especial.
ResponderEliminarComo siempre las fotos son preciosas que bonito restaurante ha construido tu primo siguiendo la tradicion familiar quien pudiera estar mas cerca para ir a disfrutar de esos seguro que maravillosos platos se elaboran alli.
De tu fideua que decir seguro que estaba de muerte relenta no lo siguiente , te ha quedado divinsiimaaaaa para no variar.
Bicos mil y feliz finde potita mia.
Muchisimas gracias Chus....ya sabes que en gran medida, lo que me gusta es recordar, escribir y compartir. Mi blog, será un legado de mis memorias.
EliminarMe alegra saber que te gusta la fideuá, que compartimos gustos gastronómicos. Un fuerte abrazo preciosa.
Buenas tardes Toñi,que post tan bonito y tan lleno de sentimiento has escrito,me has hecho meterme en tu casa ,en tu entorno y tener más cerca a tu gente,que sin conocerlos mientras leia he hecho mios.......gracias por compartir esos momentos tan bonitos y entrañables
ResponderEliminarY esa fideua......que te voy a contar super maravillosa y rica con tanto sabor a mar
Besitos y feliz fin de semana¡¡¡
Muchas, muchisimas gracias a ti, por sentir "Mi cocina" como tuya, que lo es. Por tus comentarios y cariñosas palabras.
EliminarUn abrazo.
Hola Toñi, como siempre disfruto con tus entradas y parece que vivo también tus recuerdos. La receta es una maravilla, cargada de sentimiento y cocinada de maravilla, como siempre nos acostumbras a cocinar. Un beso!!
ResponderEliminarMuchas, muchisimas gracias. Éso es lo mejor, que quienes visitáis mi blog, os anime a disfrutar de la cocina. Un abrazo fuerte.
EliminarQuerida Toñi: Qué buena pinta tiene tu fideuá. Tienes una memoria prodigiosa sin olvidar a muchos de tus familiares. Celebro que todavía tengas familia en El Palo, y que tengan un restaurante. Pasaré por allí. Ayer mi hija me enseñó tu publicación "tortas de almendras". Las hicimos y hoy estamos disfrutando de ellas. Como siempre muchas felicidades por tu esfuerzo y buen hacer guapaaa. Buena semana.
ResponderEliminar¡¡ Cuanta alegría saber de ti...leerte y leer ése cuento de D.Arturo que has publicado en tu blog !! Muchas gracias.
EliminarMe gusta saber que disfrutáis de las recetas que publico en "Tu Cocina", por detalles como éste es por lo que merece la pena publicar un blog, compartir lo que cocino, lo que preparo....dale las gracias a tu hija. Un fuerte abrazo y ya me contarás sobre Thai...siempre Thai.
Amo la fideua y esta receta me encanta, hice hace poco este ciclo formativo de cocina y gastronomía, quiero poner en practica unas de sus recetas.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. Le deseo éxitos en la cocina, que disfrute de éste arte que es la gastronomía. Saludos.
EliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.