PIPIRRANA "GRANAINA" O PIPIRRANA DE JAÉN
Pasado Vélez, el tren empezó a subir sobre una vía con cremallera. Durante toda la tarde serpenteó por entre colinas de rojiza tierra cubiertas de viñedos, luego descendió a una endiablada velocidad, y trepó de nuevo hacia el paso. Llegó la noche. Cuando alcanzamos la cima, que es también el final, era noche cerrada, y nos metimos en el pequeño autobús que tenía que conducirnos los últimos treinta kilómetros hasta Alhama. Gerald Brenan: La faz de España
Aún hoy en día me llegan las imágenes, como flashes de un sueño lejano que me hacen recordar sin esfuerzo aquellos días con detalle casi fotográfico, como si mi memoria fuera una máquina del tiempo que me lleva nuevamente a los brazos de mi madre. Las imágenes se hacen presente y me llenan de añoranza.
En una ocasión leí una frase que decía que lo primero que se aprende es lo último que se olvida. Yo no puedo olvidar el calor de sus brazos, de sus caricias y de sus besos, ni su risa, tampoco la musicalidad de su voz mientras me tenía en brazos hablando con aquellas mujeres que le enseñaban las flores de papel que confeccionaban con arte.
Mujeres de negro pelo y de piel oscura, vestidas de vivos colores como las flores que transportaban en sus canastos apoyados en la cintura. Mi madre desde lo alto de la escalera, conmigo en brazos charlaba con ellas, se reían, cantaban mientras ella bordaba o cosía a la caída de la tarde e incluso aprendía a hacer las flores de papel de seda que parecían hermosos claveles y así hacer un ramillete que lucían en un jarrón del comedor de aquella casa que no era la nuestra.
Yo tendría dos o tres años cuando mi padre fue destinado a un lugar llamado Ventas de Zafarraya (Granada). Allí quise volver hace pocos años para reencontrarme con mi pasado más lejano, con las vías del tren, recordar ése lugar la estación de Suburbanos donde viví durante un año.
A pesar de que mi infancia queda ya muy lejos, no puedo aún ahora, pensar en un tren sin evitar que los recuerdos de mi niñez acudan a mi memoria. Fue la mía una niñez en la que el tren tenía una importancia vital.
Mis abuelos paternos fueron contratados los dos, en la década de los años 20 del pasado siglo, por la compañía Suburbanos (Banco de Amberes (Bélgica) crea la Compañía de los Ferrocarriles Suburbanos de Málaga.Uno de sus proyectos a largo plazo era la construcción del ferrocarril Málaga-Vélez-Granada, pero el tiempo, los problemas burocráticos, la I Guerra Mundial (1914-18) y la Guerra Civil española (1936-39), cambiaron los planes el ferrocarril sólo llegaría hasta Ventas de Zafarraya, desapareciendo en los años 60).
Foto del tren por el palo Jeremy Wiseman, una 030T Tubize de Suburbanos encabeza un tren de Málaga a Vélez Málaga en las cercanías de El Palo el 15 de mayo de 1964
Mis abuelos paternos, Diego y Antonia, eran los guarda raíles del Paso a Nivel de El Palo. Mis tios, su hijo mayor Diego trabajó en los talleres, el segundo hijo Antonio fue maquinista del tren a vapor y posteriormente de “la cochinita” y mi padre, durante años fue el recaudador de la venta de los billetes yendo de estación en estación cada día.
Las vías de tren conectaban la capital malagueña con la Alta Axarquía llegando hasta la provincia de Granada,
(Tren en la estación: En La Cala, foto: Ferrán Llauradó)
concretamente con las Ventas de Zafarraya; fue construido como prolongación de la línea de Málaga a Vélez-Málaga. En 1921 alcanzó Periana, y al año siguiente se inauguró el tramo hasta Ventas de Zafarraya, ya en provincia de Granada. Este último tramo fue el de más difícil construcción debido a la orografía por lo que fue necesario la instalación de tres tramos de vía con cremallera.
Estaba previsto que esta línea se extendiera hasta Granada, pero las obras nunca se ampliaron más allá de los 31 kilómetros entre Torre del Mar y Ventas de Zafarraya, hasta que fue clausurada el 12 de mayo de 1960.
Estación de Suburbanos en Ventas Zafarrayas (autor y fecha desconocidas por mi, agradeceré información para indicarlo)
No sé por qué mi padre fue destinado a la última estación, sí sé que el lento tren de cremallera que subía a las Ventas acabó echando el cierre en 1959; yo entonces contaba cuatro años de edad. Igual le enviaron para “cerrar” y clausurar la estación de tren.
En la Compañía de los Ferrocarriles Suburbanos trabajaban unas 500 personas, entre mecánicos, pintores, jefes de estación, guardafrenos, guardas, maquinistas, capataces, etc. Apenas aparece por nuestras costas el llamado “boom” turístico, a mediados de los años 50, se planteó la necesidad de ganar playas y de hacer mejores caminos hacia las mismas, favoreciendo el tráfico por carretera, y abandonando las comunicaciones ferroviarias suburbanas, poco eficaces y anticuadas.En 1958 apareció un proyecto llamado “Estudio de la necesidad y conveniencia del levante de la línea de Vélez-Málaga a Ventas de Zafarraya”, y esto fue el final y el principio para que mi padre siguiera formando parte de la “Compañía” como conductor de autobuses de Suburbanos Málaga-Periana.
Un tren de vapor asciende por la línea de cremallera entre las estaciones de la Viñuela y Ventas de Zafarraya. (autor desconocido, si alguien sabe la autoria de la foto agradeceré información)
Quizás de sus vecinas, de aquellas “gitanas” granaínas alegres, vitales, bulliciosas y graciosas aprendió a hacer ésta pipirrana tradicional de “Graná” (Granada) que quedó en nuestras cocinas. Yo la preparo recordando el “chup chup” del tren a vapor y la musicalidad de las risas de mi madre y aquellas mujeres que vendían flores.
La suelo llamar "pipirrana granaína" porque así la llamaba mi madre, aunque tengo entendido que es la pipirrana tradicional de la gastronomía jienense a lo que yo me pregunto ¿quién le puso fronteras al campo, a la tierra, a Andalucia?
¿CÓMO LA HICE?
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
Un tomate grande maduro, medio pepino, un pimiento verde (tipo italiano), un trozo pequeño de cebolla (blanca dulce), un diente de ajo, un huevo cocido (que la yema esté dura), vinagre de vino blanco, sal, aceitunas partidas y aliñadas, una lata de atún en conserva y aceite de oliva virgen extra.
LOS PASOS A SEGUIR:
Pelar el huevo cocido y separar la clara de la yema. Pelar el ajo.
En un mortero echar el ajo (quitando la raíz interior, así no repetirá) troceado, un poco de sal y la yema de huevo, machacando hasta obtener una pasta lo más fina posible. Añadir dos o tres cucharadas soperas de vinagre y un generoso chorreón de aceite de oliva virgen extra e ir emulsionando hasta que se integren bien todos los ingredientes. Reservar.
Lavar los pimientos; pelar la cebolla, el pepino (dejando un poco de piel) y el tomate. Picar toda la verdura y la clara de huevo en trozos no demasiado grandes. Retirar los huesos de las aceitunas. Escurrir el atún y desechar el aceite de la lata.
En un cuenco o fuente para servir, echar los trozos de tomate, pepino, pimiento, cebolla, aceitunas, clara de huevo y atún, incorporando el aliño, el “majaillo” de yema de huevo, ajo, vinagre y aceite.
Servir y disfrutar.
A mis padres, a mis tíos paternos y a mi abuelo Diego y Antonia (los del “nivel” de El Palo).
"A veces me escribe la infancia una tarjeta postal: ¿Te acuerdas?" (Michael Krüger, escritor y poeta)
12 comentarios
Joo m encanta este plato ❤️
ResponderEliminarGracias......
EliminarTus relatos siempre son emocionantes, esa infancia que sin tener todo lo que tienen los niños de ahora éramos inmensamente felices y gusta recordarla.
ResponderEliminarLa pipirrana es muy refrescante y nos demuestra que con ingredientes similares podemos obtener distintos platos ricos.
Besos.
Gracias Ana, es tan increiblemente sorprendente nuestra gastronomía, tan variada, tan rica, con productos similares se consiguen grandes platos tradicionales, que es un orgullo para quienes apreciamos la cultura que tenemos, es parte de nuestro patrimonio que tarde o tempranos será #PatrimoniodelaHumanidad
EliminarUn abrazo
Precioso post...historias que evocan recuerdos de la niñez.
ResponderEliminarQue infancia tan feliz tuvimos con tan poco como había...pero ya la quisieran muchos niños de hoy.
Saluditos
¡¡ Qué alegría que por fin hayas podido escribir en el blog !! Gracias mi querida Choni.....
EliminarEs una pipirrana deliciosa, aunque tengo que matizar que esta pipirrana es más granaína que jaenera. Verás, la pipirrana es un plato campesino y en cada ciudad o localidad tienen su receta. Incluso aquí, en la provincia de Jaén, hay distintas formas de prepararla, con más o menos ingredientes. Pero en Jaén capital existe una forma peculiar de prepararla, que, aun llevando el majado del ajo y el pimiento, no lleva pepino, cebolla, aceitunas y algunos puristas te dirían que ni vinagre. Aun así, todas son pipirranas, tanto la de Andújar, la de Murcia, Cádiz, Granada o incluso en el País Vasco. Ojalá la pipirrana se haga tan famosa como el gazpacho o el salmorejo, porque es un plato delicioso, barato y lleno de vitaminas. Como anécdota, el otro día me dijo un cocinero que la pipirrana de Jaén era como un salmorejo deconstruído, y le dije en broma que el día que viéramos una pipirrana de remolacha o de aguacate, habríamos conseguido su "internacionalización", jajaja. Un besazo, preciosa.
ResponderEliminarViniendo el comentario de ti, jienense de pura cepa, gran bloguera, mejor cocinera, una gran entendida de la cultura del #aove es todo un lujo para "Mi Cocina"....la has enriquecido.
EliminarGracias preciosa. Un abrazo.
Hola Toñi,estoy de acuerdo contigo en cuanto a los recuerdos de nuestra más tierna infancia, hay momentos que no se olvidan. Cuantas veces me decía mi madre "no te puedes acordar, eras muy pequeña" y yo le daba la información que tenia tan clara en mi retina.
ResponderEliminarTu pipirrana riquísima, ahora es lo que más apetece y en nuestra tierra tenemos para elegir.
Un fuerte abrazo.
Tu y yo nos parecemos en muchos aspectos....y veo que te pasa como a mi, guardo en mi memoria detalles que para muchas personas es incomprensible que lo recuerde con tanta claridad y nitidez.
EliminarComo tu bien dices, éstos platos son los que más se apetecen en ésta época del año y tenemos mucho, mucho donde elegir, somos afortunados por tener la gastronomía, la cultura gastronómica que tenemos.
Un fuerte abrazo.
Querida Toñi: Me ha encantado la historia que nos cuentas hoy porque mi infancia también está muy unida a la historia de esta línea ferroviaria que en la actualidad nos vendría tan bien tenerla.
ResponderEliminarNosotros vivíamos junto a la estación que existía en la Torre de Benagalbón y éramos amigos de los hijos de la familia que vivía allí cuyo padre era el encargado de vender billetes, controlar las líneas, pasajeros, etc. También cogíamos el tren con mi abuela desde Málaga muchas ocasiones y era una fantástica aventura para mis hermanos y para mi que nunca olvidaré.
Me ha traído recuerdos de la infancia que siempre me hacen sonreír cuando veo las antiguas estaciones.
Y la receta de la pipirrana estupenda. Diferente de la nuestra en algunos aspectos pero a la vez muy parecida.
Espero que todo te vaya muy bien guapaaaaa y te deseo un feliz verano.
Un fuerte abrazo.
laa pipirrana o picadillo como le llamamos en casa es un clásico del verano, bien fresquita y con los mejores tomates de temporada no tiene precio. un beso!!
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.