FIDEOS A BANDA CON CHOPITOS

Temblorosa y a la vez repleta de un cúmulo sin fin de emociones contenidas, pulsé el timbre del "porterillo" electrónico.   Nunca me imaginé que volvería a entrar por aquella pesada puerta que se cerró tras de mi, y entonces creí que para siempre, en aquel año 2002 cuando tuve que cesar en mi puesto de trabajo, en aquella importante empresa en la que presté mis servicios durante más de 31 años de mi vida.

Volví al pasado, me encontré en el mismo portal de aquel edificio que se levantaba majestuoso 20 años atrás y sentí la sensación de que todo seguía igual, parecía que nada había cambiado, que los relojes habían detenido su sonoros tic-tacs y no había transcurrido el tiempo.

Unas lujosas oficinas, talleres, salas de juntas, exposiciones, almacenes, cualesquiera de las estancias que guardaban sus muros eran dignas de un verdadero palacio, algunas de ellas sacadas de los cuentos de Oriente.    Quienes entraban por primera vez y a veces siempre, quedaban admirados.    Lujosos suelos de caros mármoles, lámparas dignas de verdaderos palacios, alfombras maravillosas, espejos y cristales por doquier, las paredes de maderas exóticas traídas desde países lejanos, despachos y salas de juntas decoradas con fastuosidad y a la vez elegancia, completadas con elementos y objetos relativos a los productos que comercializábamos: relojes japoneses.

Dicen que recordar es volver a pasar por el corazón algo que alguna vez estuvo allí......y durante unas horas muy intensas, recordé mientras realizaba un recorrido nostálgico a un pasado muy lejano en el tiempo, volviendo a una época que me marcó profesionalmente y como ser humano.   Pude recordar instantes vividos y muchos otros que creía perdidos en mi memoria, cada uno sin rencor, sin añoranzas pero con emoción y orgullo.

Un lugar hoy vacío, sin luz, sin muebles, todo en silencio, lleno de polvo y desnudez por el que fui caminando y sentí nostalgia (nostalgía viene del griego antiguo, compuesta por dos palabras, regreso y dolor)....
Pero poco a poco, a la vez que intentaba grabar en mis ojos cada rincón, cada detalle que aún queda en aquel lugar, sobre todo en mi antiguo despacho, se fue activando ésa palanca emocional llena de orgullo al rememorar los momentos vividos entre aquellas paredes, algunos duros y difíciles, muchos emocionantes y constructivos.   Horas, días, meses, años que me hicieron ser en gran medida lo que soy, profesional y personalmente.

¿Era mi imaginación o se volvieron a encender las luces de cada planta? ¡no podía ser! escuchaba el rumor de las voces de los empleados, de los compañeros, sonaba la máquina de fichar en la entrada, el ruido de sus pasos por las escaleras, se cerraban y abrían las puertas y sentí subir las correderas de los escaparates, cada cual se dirigía a su departamento correspondiente.    Presté atención, me paré un segundo y pude oír como cada estancia cobraba vida, oía de fondo el continuo e insistente timbrar de los teléfonos: ¡ Buenos días, Orient dígame !

Resonaba el teclear de las máquinas de escribir al unísono con el motor de aquellos enormes ordenadores junto con el incesante martilleo de los teletipos y los aparatos propios de los talleres de relojería.   Todos estaban alli, nada había cambiado
Sí, por unos minutos volví al pasado, volví a ser aquella "Jefa" como me llamaban en aquellas oficinas donde distribuíamos relojes para toda España, volví a ser aquella "Toñi Sánchez de Orient".
Soñé por un momento que estaba aún sentada en mi despacho, rodeada de documentos mientras paseaba por él durante unos pocos minutos y volviendo a la realidad comprobé que no había nada, estaba totalmente vacío, sólo yo y mis recuerdos.  

Al salir a la calle mis añoranzas quedaron una vez más guardadas en mi memoria y también en mi corazón sabiendo que aún parte de mi vida están entre aquellas paredes, en aquel lugar hoy desierto, pero repleto de vivencias y experiencias pasadas.

Decía Nelson Mandela: "No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado, para darte cuenta de cuánto has cambiado tu".....y con ésta vuelta a mis antiguas oficinas, yo me he podido comprobar que en aquel lugar todo ha cambiando y ello me ha confirmado cuánto he cambiado yo.  Aunque en el fondo sigo siendo la misma de entonces, pero ya no sólo me reconozco como Toñi Sánchez de Orient,
sino tambien como Toñi Sánchez de "Mi Cocina Carmen Rosa"

Vuelvo y vuelvo, una y otra vez también en mi cocina, me encanta volver a la gastronomía de mis mayores, a la cocina de mi abuela, a la de mi madre, a mis origenes marengos, a recordar con satisfacción y alegría los aromas, los sabores, las recetas que alimentaban el cuerpo y el alma de quienes disfrutábamos sus platos.

Una de ésas recetas marengas que tanto ellas, como mi tio Antonio (hermano mayor de mi madre, patrón de barco y magnifico cocinero preparaba en sus largas travesías márítimas), solían preparar como buenos paleños, los llamados fideos a la parte o fideos "a banda".

Quizás muchos no conozcan el origen de los nombres de ésta receta. Les cuento: A la parte, se decía porque por un lado se servía el pescado y aparte los fideos.....Y se denominaba también "a banda" cuando el pescado o marisco se colocaba al lado, en el mismo plato.    Las "bandas" son cada una de las mitades, babor y estribor, en que se divide un barco a partir de la línea de crujía; ésta es una línea imaginaria que divide de proa a popa, en dos mitades simétricas una embarcación.

La costumbre de servir el pescado o marisco a "banda" de los fideos, creando una línea imaginaría que dividía los dos productos, le dio nombre a la receta en sí.

Sea como fuere, les animo a degustar éstos riquisimos fideos con chopitos,
 éstas pequeñas jibias malagueñas tan preciadas en la costa malagueña.
¿CÓMO LO HICE?


INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:



Cuatro puñados (los que me caben en un puño, aproximadamente unos 160 grms.) de fideos "O", caldo de pescado (la cantidad más o menos, el doble de volumen de fideos, suelo echar unos ocho cucharones), sal, cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, medio kilo de chopitos (pequeñas jibias), una guindilla pequeña (pimiento chile), un sofrito de verduras y ali-oli para acompañar.


PARA REALIZAR EL CALDO:

Un trozo de cebolla, un puerro, dos zanahorias medianas, diez granos de pimienta negra, dos hojas de laurel, un litro de agua, sal y la espina de dos rosadas (pescado blanco.  A veces uso cabezas y espinas de otros pescados como merluza, huesos de la espina central de pez espada o cabeza de rape).


PARA EL SOFRITO:


Cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, medio pimiento rojo, un pimiento verde (tipo italiano), un tomate grande maduro, dos dientes de ajo, una cucharada pequeña de pimentón (pimiento dulce molido) y sal.


PARA REALIZAR EL ALI-OLI:


Un huevo, una cucharada pequeña de sal, un diente de ajo y un vaso de aceite de oliva virgen extra.


LOS PASOS A SEGUIR:


En el vaso de la batidora echar el huevo, el diente de ajo (pelado previamente y troceado), el aceite de oliva virgen extra y salar al gusto.  Batir a máxima potencia hasta conseguir que quede una mayonesa espesa y consistente.   Pasarla al cuenco donde se vaya a servir y conservar en el frigorífico.

Pelar el puerro, enjuagarlo bien; pelar la cebolla y las zanahorias cortando todo en trozos pequeños.

En una cacerola poner el agua a hervir, introducir las espinas de la rosada, llevar a ebullición y espumerear las veces que sea necesario hasta que el caldo quede limpio de impurezas.   Añadir la cebolla, el puerro, las zanahoias, las hojas de laurel,  la pimienta en grano y dejar cocer durante una media hora.  Si fuese necesario añadir más agua, que ésta esté caliente.  Salar al gusto.
Colar el caldo y reservarlo caliente.

Mientras se hace el caldo, limpiar las pequeñas jibias, sacándoles el "jibión" que tienen en su interior, con cuidado de no romper el cuerpo y no separar la cabeza y las patas de forma que el chopito quede entero.
Enjuagarlas bien y escurrirlas.
Poner una sartén ligeramente engrasada con aceite de oliva virgen extra al fuego.  Una vez esté muy caliente, echar los chopitos y dejarlos hacer un minuto a fin de que se doren un poco.   En éste proceso igual sueltan un poco de liquido, recogerlo con una cuchara y reservarlo para el caldo.
 Sacar los chopitos de la sartén y reservarlos calientes.
Lavar los pimientos y el tomate, pelar los ajos y picar todo en trozos pequeños.
En el mismo recipiente donde se han salteado los chopitos (sin enjuagarlo siquiera, aprovechando así parte de sus jugos), echar aceite de oliva virgen extra y sofreir la verdura, salando al gusto, hasta que esté bien pochada.   Incorporar el pimiento molido removiendo bien a fin de que se integren todos los ingredientes.
 Pasar el sofrito a la batidora, dar máxima potencia procurando que quede lo más fino posible.  Colar a fin de desechar la piel y posibles semillas de las verduras.
En la misma sarten echar el sofrito
 y a continuación los fideos junto con la guindilla.
A fuego medio, remover bien todo durante uno o dos minutos, añadiendo el caldo caliente y el liquido que soltaron las pequeñas jibias.  Llevar a ebullición
Dejar cocer un minuto incorporando en el centro los chopitos,
Bajar el fuego al mínimo, cociendo los fideos un minuto más, retirar la sarten del fuego, tapar con papel de aluminio durante un minuto más a fin de que los fideos absorban todo el caldo.
 Listo para servir:
Nota.- El tiempo de cocción de los fideos va también en función del fabricante, por lo que tendrán que ir observando mientras lo preparan a fin de que no queden caldosos, pasados e incluso demasiados secos y duros.

¡¡ Buen provecho, disfruten de la gastronomía malagueña !!

13 comentarios

  1. Los recuerdos forman parte de nuestras vidas y aunque todo cambie ellos quedan.
    En el sur de Tarragona y también en el Levante se hace el arroz a Banda, muy rico. De buena gana me comería un plato de tus fideos porque me encantan.
    Besos.

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    1. No hay fronteras muchas veces en cuestiones gastronómicas.....el mejor arroz a banda lo comí en un pueblo marinero de Alicante, en el mismo puerto. Tambien en Barcelona, en la Barceloneta. Y aún recuerdo las paellas en Valencia, donde también teníamos oficina....deliciosas!!!!! A mi me encantaría que algún día vinieras a mi cocina real.....Gracias Ana.

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  2. Me encanta Toñi, los chopitos estan ricos de todas las formas que los hagas, pero asi tiene una pinta increible, muy buena receta marinera, como nos gustan a la dos, un beso guapa

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    1. Gracias Mamen, es que Cádiz y Málaga son especiales en muchos aspectos y en la gastronomía son sublimes. Un abrazo.

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  3. Casualidades de la vida, hoy me he encontrado con Emilio de almacén en el polígono Guadalhorce y hemos revivido algunos momentos de inventario y preparación de pedidos de Feria ja ja ja qué tiempos más buenos vivimos y cuánto aprendimos juntos. Me ha encantado.

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    1. Si le vuelves a ver, dale recuerdos....por cierto el fin de semana que viene, el Maestro está en Málaga, por supuestisimo que iré.....igual te animas. Vivimos unas experiencias únicas, increibles....fuimos privilegiados.

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  4. Hola Toñi, tienes mucha suerte y eres muy afortunada. No todo el mundo puede tener en su recuerdo tantos buenos momentos vividos en el trabajo.¿ Nostalgia? Seguro que sí , pero eso es señal de que lo has vivido intensamente. Ahora, disfrutamos de tu cocina que es espectacular y tú tienes la oportunidad de poder enseñarnos tus recetas y vivencias. Mil besos!!!

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    1. ¡¡ Eres un encanto Elisa !! Muchas gracias por tus cariñosas palabras, por estar ahí siempre en ésta cocina que es toda tuya. Un abrazo.

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  5. Querida Toñi: Qué orgullosa debes de sentirte de haber trabajado en Orient, una empresa que te dio la oportunidad de ser quien eres actualmente. Gracias a ella pudiste en aquella época conocer culturas remotas, visitar paraísos aún vírgenes y construirte a ti misma para llegar a ser lo que actualmente eres: una gran bloguera con una gran pasión por la gastronomía, la cultura y un gran amor por las tradiciones del mundo y sobretodo de tu tierra.

    Me ha encantado conocer tus oficinas, tu trabajo en aquella gran empresa. Recuerdo que los mejores relojes de aquella época eran Orient, Seyko, sin lugar a dudas, los que a la gente de a pie gustaban.

    Y tu receta maravillosa, que me recuerdan a unos amigos de mi padre que eran valencianos y con los que se iba a pescar. Ellos nos hicieron degustar por primera vez los fideos a la parte, y nos enseñaron que el socarras era lo mejor del arroz.

    Cuantos recuerdos inolvidables que nunca me abandonarán.

    Felicidades como siempre por tus enseñanzas y por tus fantásticas recetas. :) :)

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    1. Gracias, gracias, gracias.......siempre por estar ahi, por ser mi amiga, por tus cariñosas palabras. Ganas de verte y seguir conociendo aún más a mi admirado D. Arturo Reyes....ése genial escritor y poeta que gracias a ti me tiene cautivada.
      Un fuerte abrazo.

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  6. Holaaa mi queirda Toñi despues de unas largas vacaciones ya estoy de vuelta de nuevo .
    Uummmmm pintaza tienen esos fideos, estan tentandome de lo lindo de buena gana daba cuenta de un plato, te han quedado de relujo y seguro saben mejor.
    Como siempre un placer venir a visitarte ,me ha encantado ver las fotos en la delegacion de Orient donde trabajaste tantos años no dudo lo mas minimo que disfrutaste mucho de tu trabajo en ella.
    Bicos mil y feliz inicio de semana wapisima.

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    1. Alegría tenerte nuevamente en #MiCocina...me has dado un subidon de moral....un fuerte abrazo #Minenalinda

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  7. Hola, Toñi. Qué bonito y gratificante tiempo en tu vida. Esos recuerdos aunque algo nostálgicos están llenos de momentos felices por eso los atesoras con gran cariño.
    La receta de fideos a la banda me ha recodado a mi suegro el los hacia en el barco y parece ser que gustaba mucho. Tú como siempre de diez.
    Besos, Carmina.

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Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.