SOLOMILLO ROSSINI
Mi padre era una persona con un don de gente muy especial, consiguió que yo entrara en el colegio con tres años, en la clase donde mis compañeras tenían seis años, cuando entonces la edad escolar era de 6 años si mal no recuerdo.
Fue en el colegio de La Estación, en el Palo, a unos pasos de mi casa; cuando ya tuve la edad de escolarización entré en el Colegio La Milagrosa, de monjas, donde la madre superiora, Sor Inés, era muy amiga de mis padres.
Yo le cantaba: Cuando baja Sor Inés, por las escaleras “pa” abajo, parece una palomita, que el Señor la está llamando, que el Señor la está llamando. Tenían una especie de “gorro” almidonado blanco, que parecía que de un momento a otro echarían a volar.
Pero mi madre fue la que contribuyó prioritariamente en mi pasión por las letras, recuerdo el calor y la presión de su mano en la mia, ayudándome a sostener el lápiz siguiendo los trazos de las a, e, i, o, u.
Con cinco años, ya sabía leer y escribir correctamente, por lo que a partir de entonces me convertí en una voraz lectora: cuentos y tebeos de hadas eran mis lecturas preferidas, sobre todo éstos últimos que podíamos cambiar previo pago de unas perras gordas ¿o eran perras chicas?.
Con los años mi madre a través del Circulo de Lectores, me compraba libros, o bien leía con avidez los fines de semana que pasaba en casa de mi querida prima Gemma, cuya biblioteca era mi sueño.
Hubo un tiempo en mi vida que ese afán por la lectura quedó en un segundo plano, un trabajo demasiado absorbente y tan estresante, demasiados viajes profesionales quizás y el ser madre hicieron que los libros quedaran un tanto aparcados.
Desde hace más de una década, no falta un libro en mi mesita de noche y nuestra biblioteca ha ido creciendo de una forma maravillosa, he de confesar que tengo una manía, me gustan los libros de pasta dura (no los de bolsillo).
Una de nuestras tiendas preferidas son las librerias, me encantan sobre todo las que tienen ese aire a antiguas; no obstante la que visito con asiduidad es Fnac.
Libros de cocina hasta hace pocos meses no tenía ninguno, (no todos me gustan), pero he de reconocer que últimamente me puedo pasar horas hojeandolos en la librería y que raro es que no salga con uno para los que voy “colocando” en Mi cocina y no en mi queridisima biblioteca.
Hasta ahora en mi blog hay pocas recetas sacadas de los libros, ya que la mayoría desde que empezé con “Mi cocina” virtual, ha ido creciendo con las recetas familiares o las que he ido aprendiendo sobre todo en los restaurantes que solemos frecuentar; bien es cierto que con los pasteles, que no son mi fuerte por no haber habido tradición en mi casa, me he guiado por mis libros.
Pero en ésta ocasión sí he preparado una receta que nos ha encantado y que encontré en uno de los libros que cada vez que vamos al Fnac me regala mi marido: mi mejor fan, seguidor, crítico y catador de los platos que se cuecen en “Mi cocina”.
Como prepararlo:
Precalentar el horno a 180ºC.
Cortar el solomillo de cerdo en trozos grandecitos (desechar las puntas, a fin de que queden redondeados) y salpimentar al gusto.
En una olla calentar mantequilla y sellar los trozos de solomillo por todos los lados, ponerlos en una fuente especial para hornear y reservar.
Freir en la misma mantequilla un trozo de foie-gras (usé de oca) y poner cada trozo encima de cada trozo de carne. Meter en el horno y dejar durante unos diez o quince minutos.
En la olla donde hemos hecho la carne y el foie, agregar un vaso de agua donde hay que diluir una cucharada de concentrado de carne (yo uso Bovril). Llevar a ebullición, dejar reducir y añadir un vasito de vino dulce (a ser posible moscatel), salpimentar al gusto.
Añadir una cucharada de maizena disuelta en agua fria, y remover para que espese la salsa.
Para emplatar, poner la salsa en el plato, los trozos de solomillo encima. Acompañar con patatas cocidas y rayar por encima de la carne y de las patatas trufa y un poco de cebollino.
Aunque la fotografía no es muy buena (las fotos no son el fuerte de mi blog), les aseguro que es un plato realmente espectacular.
¡¡Buen provecho!!
15 comentarios
Carmen Rosa, yo adoro los libros, de tapa dura, tapa blanda, viejos y nuevos. En ellos está la verdadera sabiduria. Y eso que no leo todo lo que me gustaría. Poco tiempo y mucho cansanciio.
ResponderEliminarLa receta divina, como todas las tuyas.
Besitos guapa.
;-D
Carmen rosa, que entrada tan bonita, tanto por la receta, que tiene una pinta riquísima, como por los ramalazos de nostalgia que has despertado en mi con tus palabras.
ResponderEliminarYo también adoro los libros y en parte , gracias a mi padre, que desde pequeña me inculcó ese amor por la lectura.
Besitos
Hola Carmen Rosa, bonita entrada recordando lo que nos enseñaron nuestros queridos padres (yo ya no los tengo) pero estan siempre en mi su recuerdo.
ResponderEliminarLos libros ¿ que te diria de ellos?,tengo un hijo escritor y licenciados en historia él y su hermana, así que imagina ,me encantan son fuente de sabiduria.
La receta muy sabrosa.
Besos y abrazos mil.
Pues coincido contigo en lo de los libros, Carmen. Será manía o que le llamen como quieran, pero los de bolsillo como que no, me gustan de pasta dura, y adoro el olor de los viejos libros. Como también me gusta el platito con el que nos haces babear a más de una. Un buen solomillo en la mesa hace las delicias de cualquier paladar exigente, el tuyo una maravilla y con el que estoy segura que repetiría :)
ResponderEliminarbicos preciosa
Pues lo único que puedo decir es que con este homenage me quedo, las madres que nos enseña todo lo que sabemos y que nos queda más para aprender! cOMO siempre me sorprendes!
ResponderEliminarBesos!
Me encanta leer, pero me es igual tapa dura o tapa blanda el caso es leer.
ResponderEliminarEste solomillo debe estar melosito gracias al foie-gras, habrá que acompañarlo de buen pan.
Besos.
Looks delicious!
ResponderEliminarUn solomillo estupendo. Un besazo.
ResponderEliminarPues lo mismito, Carmen Rosa...Yo fui una alumna precoz, sobre todo en lectura y escritura y sigo siendo una buena lectora. Leer me apasiona y leo hasta prospectos demedicinas o manuales de instrucciones. Todo lo leo. Me gusta leer y sumergirme en historias que no son la mía. Sin embargo, yo prefiero los libros de bolsillo, porque me los llevo a todas partes y los doblo y redoblo... jejejejeje.
ResponderEliminarOye... menudo solomillo. Qué bueno. Tengo que copiarte esa idea.
Un besoteeeeeeee
El solomillo a la Rossini lo invento el gran compositor y vividor Gioacchino Rossini en el Café Anglais ( Páris).Un manjar. Besos
ResponderEliminarPues má o menos contenta que tus fotos (que yo las veo muy bien) el solomillo está perfecto, tiene un aspecto que entra por los ojos y eso no es fácil de conseguir, un beso
ResponderEliminarFelicitaciones Carmen, te ha salido un solomillo estupendo. Justo para agasajar a invitados . Besos !!!
ResponderEliminarEse solomillo te ha quedado espectacular que buenooooooooo.
ResponderEliminarDe los libros ni hablo ya no se ni los que tengo además mi padre tenía una librería me he criado en ella así que te puedes hacer una idea de lo que hay en mi casa.
Saludos
Es sábado por la tarde, mu mujer está trabajando, llegará en un rato y le esperará esta deliciosa receta para comer... No se si me quedará tan bien como debería, pero la pinta es espectacular. Después de la comida te informo pero gracias por adelantado :)))
ResponderEliminarMuchisimas gracias por su comentario, todo un detalle... Ello hace que comparta con quienes visitais "Mi cocina" lo que se cocino cada dia con más ilusión y énfasis si cabe.
EliminarUn cordial saludo
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.