POOR KNIGHTS OF WINDSOR (TORRIJAS CON VINO DULCE Y MERMELADA DE NARANJA)
Respirar, respirar, a pleno pulmón, a pleno pulmón, la brisa marina que entra que sale que sube que baja del fondo del mar, la brisa marina que entra que sale que sube que baja del fondo del mar....a respirar, respirar......
Comenzamos la caminata, a paso ligero y le escucho cantar aquella antigua canción que me anima a ir a su lado; la canto con él, respirando, aspirando la brisa del mar. Me hace reír, me anima a seguir sus pasos, respirando a pleno pulmón la brisa marina que nos envuelve por todo el Paseo Maritimo de ésa costa malagueña que me cautiva. Cantamos a la par, con marcialidad, con entusiasmo y con brío ésa canción que el aprendió en su niñez; sería a finales de los años 60 cuando él formaba parte de aquel grupo de niños, de boys scouts, los "39 del Santo Angel de Málaga", de aquella patrulla llamada "Águila".
Guarda en su memoria las alegres canciones, los recuerdos aún vivos en su mente y como verdaderos tesoros aquellas insignias que portaba orgulloso, detalles de uniforme, objetos precisos y preciosos para las largas marchas, caminatas, excursiones, acampadas y aventuras.
"Siempre alerta" era su lema.
"Siempre alerta" era su lema.
Y alerta hay que estar en todo momento en la vida y no menos en cuanto al peso corporal se trata, hay que andar, hay que hacer ejercicio, no perder el paso pero sí el peso, sobre todo cuando echamos mano a las tradiciones gastronómicas propias de fechas en la que hay que degustar platos dulces como ocurre en la época en la que nos encontramos, días próximos a Semana Santa, en la que la pastelería es una verdadera delicia.
Y es que la Semana Santa malagueña está cargada de costumbres y tradiciones religiosas; y dentro de ésas costumbres semana santeras y de cuaresma donde prevalece el sentido espiritual, no quedan atrás y están complementadas con las tradiciones gastronómicas, que aunque eliminan la carne en sus creaciones no faltan los dulces y postres.
Uno de los más tradicionales a nivel nacional y especialmente en Málaga son las torrijas. Las de miel de los Montes de Málaga
y las clásicas de azúcar y canela
Aunque a fuerza de ser honestos, hay que decir que las torrijas no son patrimonio exclusivo de la cocina española, en gran medida son parte del patrimonio mundial, si bien en otras latitudes no gozan del reconocimiento identitario como postre tradicional que se le brinda en nuestro pais.
De hecho se las suele tomar como parte del desayuno. Se encuentra variantes de torrijas en muchisimos paises con ligeras variaciones tanto de ingredientes como de modo de elaboración, pero que mantienen la esencia de la torrija: un pan remojado en leche con huevos, posteriormente frito o en algún caso a la plancha e inclusive al horno (así, al horno las prepararon "Las Chachas" (unas blogueras a quienes sigo y admiro, que me hicieron recordar la versión inglesa) .
Estoy totalmente convencida de que las torrijas deberían considerarse "patrimonio de la humanidad" ya que como he podido leer, las podemos encontrar por medio mundo, con distintos nombres y con alguna que otra pequeña variante dependiendo del país donde se hagan.
Pero volviendo a mi tierra, a Málaga, debo contar que Málaga ya huele a torrijas, a comidas de Cuaresma. Málaga huele a Semana Santa, sus calles están impregnadas por el olor a incienso, por el aroma a chocolate y tejeringos, a almendras tostadas, pero sobre todo por el maravilloso olor a azahar, a naranjas amargas, las cachorreñas que aún cuelgan hermosas en los naranjos de sus calles y de sus valles.
Con ésas naranjas malagueñas hacen perfumes, pólvora y sobre todo mermeladas. Una mermelada que desde hace mucho tiempo ha sido demandada por el mercado británico y que suelen usar generosamente para aderezar sus clásicas torrijas.
Las famosas torrijas británicas tienen su propio nombre, Poor Knights of Windsor (Caballeros pobres de Windsor, viene a ser su traducción literal). En Gran Bretaña el liquido para empapar el pan es una mezcla de leche y vino dulce, incluso usan vino de Jerez; el resto de la elaboración es igual que nuestra torrija y a la hora de servir le ponen mermelada y canela molida. Generalmente mermelada de naranja (quizás sea mermelada de naranjas malagueñas, quién sabe, como la que yo uso de Coin "pá" Comerselo).
Yo seguí la tradición inglesa, con una exquisita mermelada y empapando el pan con vino dulce, pero dulce, dulce...un moscatel de Málaga.
¿CÓMO LO HICE?
¿CÓMO LO HICE?
INGREDIENTES PARA SEIS TORRIJAS:
6 rebanadas de pan especial para torrijas (hoy en día ya lo venden en cualquier panadería o supermercado. En su defecto, usar pan blanco, cortado en rodajas de un dedo de grosor, de miga blanca, asentado, del día anterior), un vaso y medio de leche entera, un huevo grande, una cucharada sopera de canela molida, la piel de media naranja y ralladura de la piel de la otra mitad, tres cucharadas soperas de azúcar morena, seis cucharadas soperas de vino dulce moscatel de Málaga, aceite de oliva virgen extra para freir y mermelada de naranja.
LOS PASOS A SEGUIR:
En una cacerola echar la leche, el azúcar y la piel (la monda) de la media naranja. Poner en el fuego, llevar a ebullición y dejar infusionar durante unos dos o tres minutos.
Retirar del fuego, colar la leche y pasarla a un recipiente incorporando el vino moscatel.
Remover bien y dejar reposar unos minutos hasta que se temple.
Remover bien y dejar reposar unos minutos hasta que se temple.
Mientras batir el huevo en otro recipiente y echar el aceite en una sarten, poniéndola en el fuego no muy fuerte.
Ir remojando las rebanadas de pan en la leche, una a una e ir pasando las rebanadas de pan por el huevo batido, rebozar por ambos lados y echarlas en la sartén.
Dejarlas freir por a fuego medio, primero por un lado, comprobar que esté dorada, con cuidado de que no se lleguen a quemar y darles la vuelta.
Dejarlas freir por a fuego medio, primero por un lado, comprobar que esté dorada, con cuidado de que no se lleguen a quemar y darles la vuelta.
Una vez fritas, sacarlas con un escurridor y colocarlas sobre papel de cocina a fin de que suelten el exceso de aceite, durante unos minutos.
Colocar las torrijas en el plato que se vayan a servir, untar una generosa capa de mermelada de naranja, espolvorear con canela molida, con ralladura de piel de naranja, servir y disfrutar
Colocar las torrijas en el plato que se vayan a servir, untar una generosa capa de mermelada de naranja, espolvorear con canela molida, con ralladura de piel de naranja, servir y disfrutar
12 comentarios
Ya podemos echar a andar y no parar después de comer estas torrijas, pero kilómetros y kilómetros, aunque de vez en cuando hay que darse algún capricho que nos endulce la vida y estas torrijas parecen una buena manera de hacerlo.
ResponderEliminarBesos.
La gastronomía es un arte del que debemos disfrutar....y si es dulce aún mejor que mejor, hay que darse caprichos como éstos. Gracias Ana. Besos.
Eliminarhace nada,que nos comíamos el roscón y ya vamos por las torrijas...ay Dios!!!! un besazo querida Toñi
ResponderEliminar¡¡ Es que las horas, los días, las semanas.....vuelan !! Un beso preciosa.
EliminarTengo mono de torrijas, Toñi. Venir por tu blog y querer volver a Málaga. Estuve en el verano de 1982 y ni me acuerdo de cómo era porque pasamos la mayor parte del tiempo en Torremolinos de veraneo.
ResponderEliminarTu versión British me encanta. Naranja y torrijas, no puede gustarme más.
Besos.
Málaga en éstos años ha cambiado muchisimo, para mejor, la capital, Torremolinos...toda ella y no es porque sea mi tierra, está preciosa. Yo digo que es el paraiso. Tienes que volver.
EliminarMe alegra saber que te han gustado las torrijas....te animo a probarlas. Un abrazo
Toñi, que buen plato. Torrijas y mermelada de naranja, un rico binomio. En casa, llevan más de un mes pidiendo torrijas y arroz con leche, así que hoy he caído en la tentación que es la única forma de olvidarse de ella.
ResponderEliminarMálaga la bella en estas fechas esplendida como siempre, oliendo a Semana Santa y azahar. Qué lo disfrutes.
Besos, Carmina.
Gracias por ése piropo tuyo a éstas torrijas, que aunque "british" tienen sabor a Málaga....es cierto, Málaga, toda la provincia está espléndida, maravillosa.
EliminarBesos
Hola Toñi, soy muy fiel a mis torrijas familiares, las de vino y miel, será por costumbre, pero te aseguro que si me pones delante una de estas delciias, me las como sin problema, se ven estupendas, exquisitas y delciosas. Un beso
ResponderEliminarYo también era fiel a las clásicas, a las de toda la vida...pero entre tu y yo, a partir de ahora, fan total de éstas con mermeladas....riquisimas. Te animo a probarlas.
EliminarBesos y gracias por tu visita y tus cariñosos comentarios.
Toñi, qué ricas, tú superas cualquier receta, tu toque personal es único!!
ResponderEliminarGracias por compartir y por lo que disfrutamos lectura de tus post, siempre deliciosos!!
Un beso grande de todas.
Muchisimas gracias, sois encantadoras, grandes cocineras, magnificas blogueras a quienes admirar. Besos
EliminarMuchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.