SOPA DE PESCADO CON ALGAS WAKAME Y CREMA DE LANGOSTINOS.
Hay un antiguo proverbio y creencia oriental que nos enseña que un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, incluso enredarse, pero nunca romper.
Somos más de siete mil millones de seres humanos en la tierra y nada es accidental en la vida, cuando conocemos a una persona y ésta nos parece especial, con quien conectamos instantáneamente, es porque sencillamente estaba predestinada a que dicho ser entre en nuestro viaje de la vida.
Persona o personas fiel a nuestra forma de ser, a nuestra alma, a nuestros propios valores, que nos aporta la sensación de afinidad fuera de una lógica normal y corriente. Un sentimiento extraño, confuso que sin comprenderlo, cuando se cruzan en nuestro camino, es como si se conociese de toda la vida, sintiéndonos cómodos y unidos por un sentimiento especial.
Un hilo que llamo amistad y que he descubierto que me une, no hace muchos meses, con Mara Marley ¿Es éste su verdadero nombre? y ése hilo no es sólo rojo, va del rojo al negro sin escalas.
Ésta mujer audaz, que desprende una energía muy especial, apasionada en toda su extensión de la vida, un espíritu inquieto suele decir de ella que es una pequeña mota en un inmenso mundo, que escribe a escondidas por el qué pensarían de ella si supieran quién es en la vida real (ella, entre otras muchas facetas es escritora, no lo he dicho….) juntando letras que forman palabras que en ocasiones dan lugar a mundos de color, que a veces, pueden ser borrones de tinta sin forma.
Ama como yo el olor que desprenden los libros, la tierra mojada tras la lluvia; sé que le apasiona la música, la buena mesa, la cultura, que sonríe porque la vida sin humor no es vida, que es amiga de sus amigos y que sin darse cuenta llegó para quedarse en mi corazón. Ella no sabe que ése hilo rojo que nos une, en nuestro caso va del ROJO AL NEGRO SIN ESCALAS, como el título que puso a su último libro. Una joya literaria que enriquece mi biblioteca.
Hoy he querido rendir un humilde y pequeño homenaje a ésta gran mujer: compañera colaborando en “Llegó la Hora” de 101 Televisión (ahí la conocí gracias a nuestra productora Nadia Carbajo, quien es “pegamento” para quienes somos llamados por ella y a nuestro director-presentador del programa Roberto Lopez) que consigue que el programa sean momentos culturales, con personas de distintos ámbitos, pero con ése afán de compartir, distraer, informar y reir....porque hay que ser feliz.
Mara Marley es una mujer polifacética, con mucha personalidad, carismática, sensible, encantadora, atrevida, salerosa y con su amplia cultura, su simpatía, su dulzura siempre con una sonrisa, cautiva y enamora. Su arte queda impreso en sus libros, en la memoria de quienes la conocemos en persona, en televisión, en su programa de radio Malaca Olé con Paco Malavé (donde me entrevistó hace unos meses), pero sobre todo en el corazón de quienes tenemos la fortuna de tenerla en nuestras vidas.
Su última publicación, su último libro, se titula precisamente DEL ROJO AL NEGRO SIN ESCALAS….
Y su EDITORIAL ANÁFORA, lo define así:
Del Rojo al Negro sin escalas es una colección de 40 relatos imprevisibles. Cuarenta historias a todo color y hasta en blanco y negro. Hay una línea casi imperceptible que los separa por colores y sensaciones. Vas a reír y vas a llorar. Pero también podrás enamorarte de todos y cada uno de sus protagonistas, porque se trata de personajes sencillos, de soñadores románticos, de ingeniosos filósofos o de perversos y entrañables psicópatas.
Todos aman y necesitan ser amados. Aunque cada uno lo viva a su manera. La vida contiene un amplio espectro de colores, pero existen tres que son elementales para mí...
El Rojo, símbolo de la pasión y la sangre, del dolor o la emoción.
El Violeta, que nos hace evocar desde los más deliciosos perfumes hasta el más sutil de los erotismos, todo ello para vivirlo con la complicidad del compinche perfecto.
Y por último está el Negro, ese negro color de hormiga, el color de la muerte, de la locura, la perversión, y el crimen... ese negro que nos lleva de nuevo al rojo pasional y sanguinolento.... y vuelta a empezar. Se trata de un circulo perfecto sin fin.
Estoy segura de que todos vamos a disfrutar con su lectura, porque no solo de amor vive el hombre.
También el hombre vive para la gastronomía, hay que alimentar el cuerpo y también espíritu, por lo que la receta que hoy comparto con quienes siguen ésta cocina virtual tiene mucho para compararla con su forma de ser; es original, atrevida, un poco picante, los colores rojos y negros se ven definidos en el plato y segurísima que si se animan a prepararla les cautivará tanto como a mí.
¿CÓMO LA HICE?
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
150 grms. de rosada cortada en trozos pequeños (y su espina), seis langostinos grandes, una cucharada de mantequilla, dos dientes de ajo, una cucharada sopera de pimentón (pimiento molido dulce), medio vaso pequeño de coñac, tres vasos de agua, dos cucharadas soperas de vino blanco fino amontillado, sal, pimienta negra, aceite de oliva virgen extra y 50 grms. de algas wakame secas. Perejil fresco.
LOS PASOS A SEGUIR:
Pelar los langostinos, reservar la carne por un lado y las cabezas junto con la piel por otro. Pelar los ajos y reservar.
En un plato poner los trozos de pescado y los langostinos, salpimentando al gusto y bañándolos con un poco de aceite de oliva virgen extra.
Mientras, en una cacerola echar un chorreón de aceite de oliva virgen extra y dorar la espina del pescado junto con las cabezas y cáscaras de los langostinos. Una vez doradas, echar el vino blanco a fin de que desgrase el fondo del recipiente, dejar hervir unos segundos e incorporar el agua, dejando cocer unos quince minutos.
Apartar del fuego, colar el caldo y reservar.
En una sartén echar un poco de aceite de oliva echar los ajos laminados y los langostinos, salar al gusto y dorarlos con cuidado de que no se lleguen a quemar. Añadir el coñac dejando reducir un minuto. Echar medio cucharón de caldo y triturar todos los ingredientes al vaso de una batidora, haciendo una crema lo más fina posible. Reservar.
Poner la cacerola con el caldo en el fuego, reservando medio vaso pequeño, llevando a ebullición nuevamente, añadiendo el pimentón (pimiento molido), la mantequilla dejando emulsionar unos minutos. Incorporar las algas y dejar cocer a fuego medio.
En una sartén saltear el pescado con cuidado de que no se lleguen a romper los trozos, añadir un poco de caldo y dejar reducir. Apartar del fuego.
A la hora de servir:
incorporar el pescado y la crema de langostinos. Espolvorear con perejil picado y unas gotas de aceite de oliva virgen extra.
Consejo: Diluir la crema de langostinos en el caldo conforme se va degustando.
Sólo queda disfrutar de una sopa un tanto atrevida, pero realmente deliciosa.
Comienza Octubre, comienza el Otoño que vendrá pintado de tonos ocres, marrones de atardeceres rojos que nos llevaran al negro de las noches sin luna…..
6 comentarios
No conozco a Mara Marley, pero tal como hablas de ella además de ser buena escritora entre otras cosas intuyo que también debe ser una excelente persona.
ResponderEliminarEsta sopa ha de estar potente con el sabor que le dan las algas, pero seguro que al probarla enamora.
Besos.
Mara es una gran escritora, con mucha imaginación, buenísima "comunicadora" en radio y televisión, pero sí, como tu bien intuyes, ante todo es una bellisima persona que contagía alegría y algo muy necesario hoy en día: ser positiva. La sopa, super potente, si te fijas en las cantidades, la preparo para mí sola, siempre con la esperanza de que a mi marido le guste y poder repetir una y otra vez, como así ha ocurrido.
EliminarGracias mi admirada Ana por estar siempre a mi lado por éstos caminos.....Un abrazo.
Por fin he tenido un ratito y he podido leer las "Recetas marengas" y ojear tu blog. Me han parecido estupendas y muy inspiradoras, sobre todo, el volver a la simplicidad de la cocina tradicional, que con cuatro cosas, es capaz de conmovernos y recordarnos que el acto diario de comer puede ser un gran placer. Continua con esta ventana abierta en la que los relatos se entrecruzan con los guisos y con las frituras como si de la vida misma se tratara. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas, muchisimas gracias por tus palabras. Tú eres un gran ejemplo a seguir, tu libro es inspiración, conmueven tus relatos y las recetas de tu madre y abuela alimentan el espíritu. Por personas como tú, que entienden y comprenden que la cocina no es sólo cantidades y pasos a seguir, sino que son recuerdos, vivencias, emociones, pasión y corazón que sirven de aliño, me merece la pena continuar publicando. Un abrazo.
EliminarHola Toñi, veo que aparte de compartir nuestra pasión por la gastronomía, el buen yantar, y la buena sobremesa, tenemos en común nuestro amor a los libros, que no es poco.
ResponderEliminarEsta propuesta de hoy me parece ideal,😋😋 el detalle de saltear o pasar los excedentes de langostinos y pescado le aporta muchísimo sabor al fumet. Muchas veces pequeños gestos o pasos en una elaboración, la convierten en un bocado delicioso.
Feliz semana. Cuídate.😘
Buenos dias....Leer es vivir otras vidas. Soy una apasionada de la lectura, mis libros son mi tesoro y mi biblioteca un lugar mágico que disfruto cada día. Sí, tenemos en común pasión por la gastronomía, el buen comer, los libros....éso es vivir, de éso trata la vida.
EliminarMuchas gracias por tus amables palabras sobre la receta de ésta sopa que me anima a seguir compartiendo, publicando. Gracias por hacer de éste rincón llamado "Mi Cocina": tu cocina.
Un abrazo.
Muchas gracias por visitar "Mi cocina", por escribir un comentario, lo cual me anima a continuar compartiendo lo que se cuecen por mis fogones y lo valoro enormemente.
Si tiene alguna duda o consulta, indiquelo, contestaré lo antes posible.